La inflación de EE.UU. cayó menos de lo esperado y dio 6,4%: expectativa por lo que hará la Fed

Si la inflación se muestra más obstinada de lo planeado, el banco central estadounidense tendrá que seguir subiendo la tasa de interés durante más tiempo.

El índice de precios al consumo (IPC) de Estados Unidos subió a un ritmo del 6,4% en enero en comparación con el año anterior, un descenso menor de lo esperado, un dato que aumentará la preocupación por la persistencia de la alta inflación en la economía estadounidense.

Los economistas esperaban una desaceleración del IPC anualizado a 6,2% desde el 6,5% registrado en diciembre, según la previsión de consenso publicada por Reuters.

Si se excluyen los precios de la energía y los alimentos, el IPC subyacente [core] aumentó a un ritmo anual del 5,6% en enero, también ligeramente por debajo del 5,7% del mes anterior.

La economía de EE.UU. supera expectativas y la FED define el futuro de su tasa

Los datos de inflación de enero se siguen de cerca como orientación clave para inversores, economistas y banqueros centrales estadounidenses. La inesperada fortaleza del informe de empleo del mes pasado avivó las expectativas de que la Reserva Federal tenga que endurecer su política monetaria para enfriar la economía.  

"La Fed estará decidida a no levantar el pie del acelerador demasiado pronto y perder el aterrizaje suave [soft landing] que espera. Con la inflación cayendo, pero a un ritmo mucho más gradual que la suba, la posibilidad de [un] paso en falso de la política es mayor", dijo Marcus Brookes, director de inversiones de Quilter Investors.

"La cifra de inflación nos recuerda a todos las dificultades a las que nos enfrentamos, y que todavía es demasiado pronto para declarar la victoria", añadió.

Las fueron agitadas, con las y la deu oscilando entre ganancias y pérdidas tras el anuncio de un IPC.

Las operaciones en Wall Street fueron agitadas, con las acciones y la deuda pública estadounidenses oscilando entre ganancias y pérdidas tras el anuncio de un IPC.

En términos mensuales, el IPC subió un 0,5% en enero, frente al 0,1% de diciembre. El IPC core se mantuvo en 0,4%.

Los precios de la energía subieron un 2% mensual, invirtiendo los descensos registrados en diciembre y noviembre, mientras que los costos de comida e indumentaria aumentaron a un ritmo más rápido que el mes anterior.

.La confusa y enigmática economía de Estados Unidos

El precio de la vivienda subió un 0,7%, algo menos que en diciembre, pero aún así a un ritmo rápido para un costo que representa una gran parte de los ingresos disponibles de muchos hogares. Sin embargo, los precios de los autos usados siguieron bajando y los de los nuevos subieron a un ritmo más lento.

"La inflación vinculada a la vivienda podría haber tocado techo, lo que permitirá a la Fed respirar aliviada. Pero otros componentes del índice de inflación subyacente subieron marginalmente", escribieron los economistas de Lazard. "Para poner en pausa el ciclo de endurecimiento, la Fed necesitará ver aumentos de precios más moderados y menos tensiones en el mercado laboral. La espera de ambas cosas continúa".

Durante el año pasado la Fed subió las tasas de interés desde niveles cercanos a cero hasta un rango objetivo de entre el 4,5% y el 4,75%. A medida que la inflación ha disminuido desde que alcanzó su punto máximo el verano pasado, el banco central ha ralentizado el ritmo de sus subas de tasas, desde incrementos de 0,75 puntos y 0,5 puntos porcentuales en la segunda mitad del año pasado hasta 0,25 pp. el mes pasado.

Fed: economistas ven signos de relajación y un Powell más optimista ¿eso es bueno?

Pero los funcionarios de la Fed siguen insistiendo en que su lucha contra la inflación dista mucho de haber concluido, incluso cuando algunos economistas e inversores predicen que pronto podrían pausar las alzas de las tasas de interés y podrían empezar a recortarlas a finales de año.

"Todavía estamos lejos de alcanzar la estabilidad de precios y creo que será necesario endurecer aún más la política monetaria para reducir la inflación y acercarla a nuestro objetivo", dijo Michelle Bowman, Gobernadora de la Reserva Federal, en una reunión de banqueros comunitarios celebrada el lunes en Florida.

"La actual rigidez del mercado laboral ejerce una presión al alza sobre la inflación, incluso si algunos componentes de la inflación se moderan debido a mejoras en los factores del lado de la oferta. Cuanto más tiempo persista una inflación elevada, más probable será que los hogares y las empresas lleguen a esperar una inflación más alta a largo plazo", afirmó Bowman. "Si ese fuera el caso, la tarea [del Comité Federal de Mercado Abierto o FOMC] de reducir la inflación sería aún más difícil".

Qué dato mira la Reserva Federal para definir qué hará con las tasas

La fortaleza duradera del mercado laboral estadounidense, combinada con una relajación gradual de la inflación, ha suscitado esperanzas de que la economía pueda experimentar un soft landing, evitando una recesión incluso mientras se endurece la política monetaria. Pero los responsables de la Fed siempre han advertido de que este resultado dista mucho de estar garantizado.

Si la inflación se muestra más obstinada de lo esperado, el banco central tendría que subir las tasas de interés durante más tiempo para reducir la presión sobre los precios hasta su objetivo medio del 2%. Esto, a su vez, podría suponer un golpe mayor para la producción y el empleo en el futuro.

Economistas y funcionarios se han mostrado especialmente preocupados por la dificultad de frenar la inflación en el sector servicios, en comparación con la inflación de los bienes, que ha disminuido más rápidamente.

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