El mapa político que condicionará a Milei con votos del PRO, la UCR y el schiarettismo
El libertario logró un fuerte apoyo en provincia de Buenos Aires aunque no tiene intendencias propias. Milei contó con el apoyo clave de Córdoba, Santa Fe y provincias del Norte que serán clave para gobernar
El nuevo mapa de poder que se configuró anoche tras el balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei será gravitante para al armado y sustento político del nuevo gobierno libertario que comenzará a rodar el 10 de diciembre.
La paradoja de este nuevo mapa de poder en manos de Milei es que el libertario se impuso en 21 provincias con más de 11 puntos de diferencia sobre Massa pero carece de gobernadores propios y poder territorial.
Así, el apoyo que recibió Milei del PRO con Mauricio Macri y Patricia Bullrich sumado al respaldo del cordobés Juan Schiaretti en las provincias del centro, norte y sur del país fue clave para su triunfo. También lo fue el respaldo de los intendentes del PRO y algunos radicales bonaerenses que compitieron con el ajustado aluvión de votos peronistas del ministro en Buenos Aires.
Anoche, en las filas del libertario y en el PRO admitían que el respaldo clave de Bullrich, Macri y Schiaretti expondrá a un Milei obligado a negociar espacios de poder en el nuevo gobierno. De hecho, Milei agradeció directamente el apoyo de Macri y Bullrich al festejar su triunfo ante la ciudadanía.
La provincia de Buenos Aires fue casi la madre de todas las batallas para el triunfo de Milei: el libertario estuvo a menos de 150.000 votos de destronar al PJ de Massa y ello le significó la gran ventaja. Fue también un duro golpe para Axel Kicillof y los barones del conurbano del PJ.
Pero ese triunfo de Milei se logró casi sin apoyo de la militancia radical en las intendencias o el aparato territorial. Los libertarios asumen que el voto bonaerense fue el de la clase media, el voto anticasta y el apoyo de un puñado de intendentes del PRO. Es decir, que el Presidente electo carece de intendencias propias en territorio bonaerense y poder territorial en un distrito clave.
No obstante, el libertario deberá lidiar con el gobernador Kicillof y la hegemonía de los intendentes del PJ bonaerense en adelante ya que carece de poder propio en ese distrito.
Massa tenía hasta el cierre de la campaña un aceitado y amplio apoyo del aparato peronista de la Liga de gobernadores del PJ. Pero el voto "anti casta" pareció pesar mucho más en el interior del país y en la provincia de Buenos Aires.
¿Se convertirán los gobernadores del PJ en enemigos cruciales de Milei?
La pregunta empezó a deambular anoche a partir de que Milei ganara en distritos de fuerte raíz peronista como Tucumán, Catamarca, San Luis, Santa Cruz, La Rioja o San Juan. En esas y otras provincias la Liga de Gobernadores tiene su peso propio y el reclamo por mayores recursos nacionales será eje inevitable de la puja que se viene con el nuevo gobierno libertario. Milei no tiene contrapeso ni gobernadores propios.
De hecho, estos gobernadores del PJ serán también cruciales a la hora de definir votos en el Senado donde Milei no tiene mayoría. Y en alguno de esos distritos, Juntos cambió el signo de gestión, como en San Juan y San Luis. También en Santa Cruz asumirá Claudio Vidal, al frente de un armado provincial.
Las claves del triunfo
El triunfo de Milei en el territorio de Cristina Kirchner con el 57% de los votos también marca el preludio del fin del kirchnerismo.
Sin embargo, el aporte de Macri y Bullrich desde Juntos por el Cambio fue clave para Milei a la hora de ganar y ello marcará el condicionamiento que en adelante puedan llegar a ejercer el expresidente y su equipo a la hora de que Milei forme gobierno.
Anoche, en el PRO evaluaban que un nuevo gobierno de Milei deberá contar "inevitablemente" con figuras allegadas a Macri o Bullrich, quizás la misma excandidata a Presidenta de Juntos por el Cambio. También se posicionan en este campo los intendentes macristas bonaerenses y los referentes del PRO como Cristian Ritondo y Federico Pinedo.
Lo mismo ocurre con el caso de Córdoba: el libertario logró sumar allí los votos diametralmente exactos que Schiaretti obtuvo en las generales. Pero hay un dilema por delante con el exgobernador cordobés. Este ya no maneja la provincia que está en manos de Martín Llaryora, quien en los últimos días se había inclinado por un tibio apoyo a Massa.
En definitiva, en el nuevo mapa que moldeó Milei anoche de la política argentina se perciben escaso apoyos territoriales propios, respaldos temporales apartidarios y de la dirigencia del PRO, el PJ cordobés y escasos radicales. Son estos sectores los que mayor condicionamiento podrán ejercer en Milei.
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