

Uno de los indicadores que anticipan la evolución de la economía es el consumo minorista de combustibles. Hasta ahora, los datos oficiales de ventas de naftas y gasoil para febrero se correspondían con el discurso del Gobierno acerca de que lo peor de la recesión ya pasó, pero los datos provisorios de marzo volvieron a marcar una caída.
Según planteó la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha) sobre indicadores oficiales, "en febrero la demanda de combustibles por parte del público marcó un leve repunte del 0,78% interanual. Aunque ínfimo, fue el primer dato positivo de consumo de naftas del último semestre, que venía registrando cinco meses consecutivos de caída de ventas del 5% en promedio. Así, lejos de señalar un repunte de la demanda, las cifras de febrero permiten hablar, por ahora, solamente de un estancamiento o freno de la caída".
Pero mientras las ventas de gasoil crecieron 6,3% interanual, las de naftas bajaron un 3,5%, impulsadas fundamentalmente por la retracción de un 22,3% en la demanda de nafta premium.
Sin embargo, ya anticiparon que en marzo se habría vuelto a ver una contracción, por los renovados aumentos de precios.
"Al incremento de febrero le siguieron otros dos a principio y fin de marzo, donde incidieron principalmente los aumentos del dólar (que pasó de $ 40 a $ 44) y del petróleo. El primer día del mes las naftas subieron un 2,8% promedio, y el último un 5%". Así, los movimientos de precios en surtidor registran durante el primer trimestre del año tres subas y una rebaja, con un incremento total del 8,6% en promedio, levemente por encima del 7,9% de aumento que tuvieron los combustibles en el mismo período de 2018, sostuvieron en Cecha.
El peso de los impuestos
Con las recientes subas en torno a un 4,5%, el componente impositivo de las naftas quedó en un 39,76% para la variedad súper (grado 2, la más barata) y en 37,21% para la premium (grado 3), según un informe de Cecha. Los impuestos incluidos son el ITC (transferencia de combustibles y dióxido de carbono), IVA, Ingresos Brutos e Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios (denominado "impuesto al cheque").
Se trata de una leve variación respecto a los últimos meses, cuando el componente impositivo rondaba el 41% del precio final en surtidores.
Una de las habituales quejas de los expendedores de combustibles es que su margen de rentabilidad es de entre un 8% y un 10% sobre el precio final, con lo que ganan entre $ 3,55 y $ 4,59 por litro según el tipo de nafta que vendan.
En el segmento de venta minorista, YPF y Raizen (que opera la marca Shell) se mantuvieron estables en un 55% y un 20% de participación del mercado, respectivamente, mientras que Axion creció un punto porcentual hasta 13% y Puma Energy ganó 5 puntos porcentuales hasta alcanzar un 7% de market share.














