Cuentas públicas

Las dos caras de la inflación: sufre el bolsillo, pero festeja el frente fiscal

Al deteriorar en términos reales salarios públicos y haberes previsionales fue una de las causas de que el rojo primario en el primer cuatrimestre haya sido menor al esperado. La soja e impuestos creados y aumentados apuntalan los ingresos.

Con otro guarismo cercano al 4% en mayo, la inflación acumulará en los primeros cinco meses más de 21% y se encamina a terminar en 2021 en la zona de entre 45% y 50%. Pero este dato que presiona el bolsillo de los consumidores, de los trabajadores y de las empresas como contracara permitió en estos meses acumular en el primer cuatrimestre un déficit fiscal menor al previsto en el Presupuesto 2021.

Así lo destacó el ex ministro de Economía Domingo Cavallo, que resaltó en su blog que en el primer tercio del año los gastos primarios crecieron apenas un 33% en la comparación con el mismo período de 2020, 13 puntos menos que la inflación del período de 46,1%, mientras que los recursos tributarios avanzaron un 93% y los ingresos de seguridad social, apenas un 35%.

Para Cavallo, esta dinámica responde al efecto de licuación de la inflación sobre el gasto, en especial en salarios públicos y prestaciones de seguridad social como jubilaciones, y a los ingresos extraordinarios por el precio de la soja vía retenciones y otros impuestos creados o aumentados en los últimos meses.

De enero a abril, los gastos en salarios subieron apenas 29% interanual, mientras que las prestaciones de seguridad social avanzaron solo 28%, lo que en ambos casos significa una caída real de entre 11% y 12%. 

Esta licuación del gasto público no indexado sumado a ingresos tributarios no presupuestados que aportarían entre 1% y 1,5% del PBI a las arcas estatales permitieron hasta el momento una trayectoria del déficit fiscal mejor que la esperada, coincidieron analistas consultados por El Cronista.

"Una gran parte de la mejora fiscal tiene que ver con esta inflación que está en la zona de 46% interanual, respecto del 30% utilizado en el presupuesto. Está en marcha un proceso de licuación inflacionaria muy importante en el arranque del año", señaló Esteban Domecq, de Invecq, que también considera relevante la mejoría fiscal por el lado de los ingresos a partir de nuevos impuestos, el aumento de alícuotas y mayores precios de commodities.

La suba de la soja permitió al Fisco triplicar lo recaudado por retenciones en el primer cuatrimestre del año.

El economista Bruno Panighel coincidió con esta idea y ejemplificó con la fórmula de movilidad previsional, que ahora se ajusta según recaudación de la ANSeS y la evolución del índice de salarios, en un contexto de inflación creciente generará un deterioro real en términos reales de las jubilaciones y las asignaciones familiares, que significan el 60% del gasto y un importante pilar del ajuste fiscal.

La fórmula de ajuste de 2018 y 2019 estaba atada a la inflación y a la evolución de los salarios, pero la actualización incluía un rezago por el cual en ese bienio los haberes treparon menos que la creciente inflación. Pero para 2020, año en el que habrían superado la suba del IPC, la fórmula fue suspendida y fue reemplazada por aumentos discrecionales que totalizaron un incremento menor. En 2021 ya comenzó a regir la fórmula automática actual.

Pero por el lado del ingreso, Panighel considera que por la inflación la licuación de los ingresos es todavía mayor y lo obliga a recurrir a la emisión monetaria para financiarse, lo que genera una mayor inflacióna futuro. 

"Se arma lo que llamamos un espiral. Se emite para licuar, genera inflación, licúa más sus ingresos y necesita más emisión. Y así repite el proceso hasta que la emisión pasa a ser una fuente principal de ingresos. El año pasado fue el 30% del total del gasto público", señaló, al tiempo que indicó que la baja del déficit vendrá por los factores extraordinarios de recaudación.

La meta del Gobierno es cerrar el año con un déficit fiscal primario de 4,5% del PBI.

Es que, en la comparación interanual, en los primeros cuatro meses lo embolsado por derechos de exportación se disparó 188% producto de la suba de la soja desde noviembre y se espera que recaude unos $ 180.000 millones más que lo prespuestado, sujeto a la evolución de los precios internacionales.

 En tanto, el impuesto a la riqueza captó cerca de $ 220.000 millones que tampoco figuraban en el Presupuesto, mientras que un tributo que subió considerablemente sus alícuotas como Bienes Personales cuadruplicó su recaudación y los impuestos vinculados al consumo mejoraron su recaudación gracias al efecto inflacionario.

Joaquín Waldman, de Ecolatina, también observa el mismo fenómeno debido al rezago en el impacto de la inflación en los aumentos en períodos de aceleración inflacionaria, aunque considera de todas maneras que tanto salarios públicos como prestaciones sociales pueden morigerar esa licuación en los próximos meses

"Puede que en algún momento el Estado otorgue algunas sumas o incluso reabrir alguna paritaria para recomponer las remuneraciones, dado que se firmaron con una expectativa de inflación menor. En cuanto a las prestaciones sociales en el segundo semestre los aumentos trimestrales van a ser mayores, producto de que la inflación de estos meses impulsará reaperturas de paritarias y mayor recaudación de ANSeS", explicó.

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