Casi vuelve a la Cámara de Diputados el año pasado, pero el sistema D'Hondt le jugó una mala pasada: sacó 260.000 votos, aunque la banca no le tocó a ella. Lejos de desanimarse, Cynthia Hotton siguió trabajando en política y ya lleva tres reuniones con dirigentes del PRO.

En un caso Diego Santilli y ella visitaron juntos la Exposición Rural. Días después, compartió otro acto con Horacio Rodríguez Larreta y Santilli en la primera fila del evento en el CCK que realizó la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la Argentina (ACIERA) al cumplir 40 años. La última fue hace pocos días, cuando el Jefe de Gobierno porteño, la ministra de Educación Soledad Acuña y el presidente de la Legislatura, Emmanuel Ferrario le pidieron que los acompañe a una charla con jóvenes que se realizó en el Museo Sívori.

Es claro que Larreta busca atraerla a su espacio, consciente de la vocación de trabajo de la diplomática y los votos que atrae desde su propio partido bonaerense, Más Valores y, en general, el electorado que está en contra del aborto. Ella, por su lado, está cada vez más cerca del Jefe de Gobierno porteño y su equipo.

Pero Hotton es mucho más que voto "celeste", como muestra en este diálogo que tuvo con El Cronista en el bar de un hotel ubicado a una cuadra del Ministerio de Relaciones Exteriores, donde trabaja como diplomática desde hace más de 20 años.

- ¿Usted es una representante política de las iglesias evangélicas? En países, como Estados Unidos y Brasil, son grupos muy influyentes...

- Conozco muy bien las iglesias evangélicas, no solo porque provengo de ahí, sino porque mis dos abuelos fueron pastores de los de antes, que trabajaban profesionalmente, en un caso como odontólogo y en el otro como contador. Siempre me relacioné mucho con la pastoral de ACIERA, que logró después de muchos años una unidad institucional de las iglesias. Llevó muchos años conseguir la unidad institucional, aunque no teológica. Cada rama es distinta en este sentido, hay muchas diferencias, algunas diferencias de dogmas y otras de estilo. Los pentacontales son carismáticos mientras que los bautistas, no tanto. Pero ACIERA siempre se mantuvo al margen de lo político. Como hay tanta atomización, uno no representa a la iglesia evangélica. Lo que sí es cierto es que muchos evangélicos nos van conociendo y se sienten representados por nosotros.

- Uno tiene la sensación de que políticos no cristianos se apoyan electoralmente en las iglesias evangélicas antes de las elecciones, pero después no los ven más hasta la próxima elección ¿Es distinto ahora, con Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli?

- Nuestro espacio político busca influenciar en las agendas de otros partidos políticos y encontramos, tanto en Diego como en Horacio, una apertura para salir de la 'grieta' a través de valores, hablar de lo que es la verdad, la Justicia, la educación, el esfuerzo, el trabajo. Estamos en conversaciones sobre el fondo de la cuestión, no en lo meramente electoral. Queremos influir en la agenda del próximo gobierno. Por eso también nos interesa especialmente quién podrá dirigir la Argentina en 2023. Me siento muy apoyada por un montón de gente, desde Patricia Bullrich hastaJavier Milei, pero es muy importante ver quién podrá gobernar saliendo de la 'grieta'.

- ¿Ustedes quieren llevar la religión a la política, entonces?

- De ningún modo. Uno tiene una escala de valores basada en la fe no solo en relación a las familias, sino en relación a la paz, a decir la verdad. Todo eso en lo que yo creo que proviene de mi fe, lo pongo en un modelo político que tiene que ver con la doctrina social de la Iglesia, con las ideas políticas de la democracia cristiana, pero no en términos de religión, sino de mi propia fe.

- ¿Diría que en política fue estigmatizada?

- Sí, claro. Piensan que somos como (Donald) Trump o como (Jair) Bolsonaro.

- Bueno, usted el año pasado tuvo a Steve Banon, cercano a Trump, como asesor de campaña.

- No, cuando estuve trabajando en la OEA como diplomática lo conocí a Steve Bannon, pero cuando me recomendó que respaldara el uso legal e indiscriminado de las armas o la política contra los inmigrantes, como poner un muro para que no puedan ingresar a los Estados Unidos, yo me alejé. Nosotros, como cristianos, siempre extendemos la mano al inmigrante, no estoy a favor de esas posiciones, ni del uso de las armas, estoy en contra de la guerra en general. Lo dije desde siempre en mis plataformas, pero no se leen. Hay una discriminación, sí.

- También se cree que es antifeminista...

- En la Cancillería hay muchos que creen que soy antifeminista, aunque siempre pelee por los espacios para las mujeres, por eso siempre me sentí feminista. Después conocí a las feministas y como soy 'celeste' no me dejaron en Cancillería ser feminista. Hay una discriminación ahí. Me dicen que soy antiderechos, pero yo me siento al revés, estoy a favor del derecho de los niños, del derecho a la agenda de la discapacidad, del derecho a la agenda de la vida. De todos modos, los que me tratan así son los que no me escuchan.

- ¿Qué pasa en Brasil? Bolsonaro se dice evangélico, ¿cómo es ese caso?

- Creo que no es cristiano, es católico. De todos modos, cada dirigente le pone su impronta. Está a favor de la vida y de la familia, tuvo un programa económico de corte liberal. Esa parte de la agenda, la comparto. Ahora, el estilo, no. Nosotros somos de tender puentes, de buscar el encuentro. El tiene un estilo más confrontativo, en línea con Trump. No por tener el apoyo de los cristianos uno tiene que tener un estilo confrontativo o decir que los medios mienten. Nosotros no somos así, somos distintos.

- ¿Si usted llega al Congreso buscará derogar la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE)?

- Mire, para lograr eso habría que trabajar antes de llegar al Congreso, porque se necesita tener mayoría para derogarla. Nosotros estamos a favor de la vida, pero tal vez tengamos que arrancar trabajando para lograr presupuesto a la Ley de los 1000 días, que fue votada pero no se puede implementar. Las mujeres van al hospital y te ponen los carteles sobre cuáles son tus derechos para abortar, pero no hay ninguno que te hable de la protección integral a la mujer embarazada. Hay formas de trabajar en favor de la defensa de la vida sin necesidad de pasar por el Congreso. Aparte, nosotros estamos en contra del aborto, pero también hay muerte de niños menores de cinco años por desnutrición. También tenemos que trabajar en una nueva ley de adopción, hay graves problemas de adolescentes con problemas de adicción, el problema de la discapacidad, una amplia agenda que hay que abordar en forma urgente y sobre la que nos vamos a dedicar.