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Durante la cumbre presidencial del Mercado Común del Sur (Mercosur), que se celebró en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, Bolivia se convirtió el jueves pasado en el quinto miembro pleno y abrió un nuevo capítulo en la historia del bloque económico que traerá oportunidades y desafíos a la Argentina.
Si bien el volumen exportador de la Argentina hacia Bolivia es recortado respecto de otros socios comerciales ya que menos del 0,5% de las exportaciones nacionales tienen a este país como destino, la posibilidad de reducir la demanda de energía puede revertir el déficit de la balanza comercial de u$s 10.600 millones desde 2012.
Además, desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destacan la amplia diversificación exportadora de los más de u$s 500 millones que se le exportan año tras año: harina de trigo, autopartes, manufacturas de plásticos, productos químicos, entre otros bienes con mayor potencial.

Por la dependencia energética del norte argentino, el comercio bilateral con Bolivia es sostenidamente deficitario para la Argentina desde 2012.
Desde entonces, el saldo negativo supera los u$s 10.600 millones pero puede comenzar a revertirse este año, si se cumple con una obra estratégica: el proyecto de Reversión del Gasoducto Norte.
La licitación quedó en vuelta en los cuestionamientos que hicieron distintos funcionarios de La Libertad Avanza, sobre la participación del Estado en las obras de infraestructura, sin embargo, la inversión de u$s 710 millones, cuenta con u$s 540 millones aportados por la Corporación Andina de Fomento (CAF).
De realizarse, ampliará la distribución del gas en hogares e industrias de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy.
Con dicho proyecto se busca también potenciar el desarrollo a escala de nuevas actividades industriales, especialmente la minería de litio, como destaca ENARSA.

De realizarse, la primera etapa de la reversión del Gasoducto permitirá ampliar la provisión nacional de gas y reducir la dependencia importadora con Bolivia. Esto es aún más relevante en tanto Bolivia, a mediados de 2024, dejará de abastecer en firme con gas a la Argentina, confirmó el artículo de la BCR.
La obra, podría no sólo ampliar la producción y distribución de gas en la Argentina, sino también, en un mediano plazo, comenzar a exportar gas a Bolivia, lo que colaboraría "sustancialmente" en recortar el marcado déficit comercial de Argentina con este país, y eventualmente regresar al superávit comercial bilateral.
Relación comercial
En este sentido, Bolivia es el segundo destino más importante para la harina de trigo argentina. Por eso, se desprende que más facilitación del comercio entre ambos países puede seguir apuntalando las exportaciones nacionales. "Las exportaciones de harina de trigo son gran primer paso para seguir agregando valor en la cadena triguera", indicó el informe.
En números, el complejo trigo despachó más de u$s 70 millones a Bolivia en 2022 entre harina y subproductos, siendo el principal complejo exportador hacia este destino.
Además, existe un amplio espectro de productos que Argentina ya exporta al mundo pero no a Bolivia, los cuales pueden tomar un nuevo impulso para insertarse en el mercado boliviano con la incorporación de éste al Mercosur.
En ese sentido, las oportunidades apuntan a la exportación de turbinas de gas, autopartes, autos, oro, algodón, productos del complejo tabaco, productos del complejo pesquero, entre otros, de acuerdo con datos de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).
Además, prácticamente la totalidad de las semillas de soja y girasol para siembra que exporta Argentina tienen a Bolivia como destino, mercado a potenciar mientras siga creciendo el agro en este país.
Por su parte, las importaciones argentinas desde Bolivia se sintetizan en tres productos: gas, soja y bananas.
De un volumen de importaciones cercano a u$s 1000 millones hasta septiembre de este año, el 77% corresponde a gas natural, de acuerdo con el Sistema de Estadísticas de Comercio Exterior del Mercosur (SECEM).
Asimismo, para sostener el nivel de actividad de la industria aceitera argentina, Bolivia también ha exportado porotos de soja hacia nuestro país, totalizando un volumen cercano a 0,4 Mt. Este tonelaje representa el 4% de lo importado en poroto de soja hasta octubre del 2023, por un valor CIF de u$s 166 millones.
De todos modos, según la BCR, estas importaciones "no presionan la balanza de pago" ya que la mercadería se compra para industrializarla y reexportar los productos derivados con mayor valor agregado.

En relación a la importación de bananas en Argentina, Ecuador destaca como el socio histórico de nuestro país, dando origen al 50% del volumen importado en lo que va del 2023. Sin embargo, año tras año crecen las importaciones de bananas de Bolivia, que ya representan 1 de cada 4 bananas importadas hasta octubre de este año, con cerca de 100.000 toneladas valuadas en u$s 42 millones.
Con todo esto, Argentina se ubica como tercer destino de las exportaciones de Bolivia, detrás de India y Brasil.














