SIRA y dólares: limitan el acceso a divisas para pagar fletes y hay varios millones en juego
Las últimas comunicaciones del Central generaron alerta en el comercio exterior, aseguran que Argentina se convirtió en "Puerto sucio". Las consecuencias en importaciones y exportaciones
En un contexto de fuerte restricción de divisas, dos medidas del Banco Central de la República Argentina (BCRA), mantienen en alerta al sector de comercio internacional que advierte por una "disrupción sin precedentes" por las modificaciones en la operatoria de fletes, que exigen unos u$s 2000 millones por año.
La Comunicación A 7746 que estableció que los pagos de servicios accederán al MULC tras 60 días de la aprobación en SIRASE (el SIRA para servicios) incorporó en este mecanismo a los fletes que, hasta entonces, no requerían solicitar aprobación en el sistema.
Además, para estos servicios asociados al transporte, el BCRA amplió la fecha de pago a 90 días, para firmas vinculadas.
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"El impacto es directo sobre las navieras que son no más de 8 en el mundo y funcionan a través de agencias en los distintos países que se ocupan tanto de la gestión del servicio como del cobro y luego lo gira al exterior", explicó Esteban Marzorati, ex director de Importaciones de la Nación.
En general, los fletes se pagan como collect, diferido una vez que la mercadería arribó a la Argentina lo que deriva en un importante nivel de financiamiento de los servicios y la posibilidad de ajustar según el tipo de cambio.
"El problema principal de la normativa sobre cepo cambiario a fletes, es que se nos cataloga como ´Puerto Sucio´, eso nos pone al mismo nivel de Venezuela", alertó Jorge Antonio Caliri analista en temas de Comercio Exterior y Logística y explicó que "así es como se define a aquellos puertos en los que no pueden pagarse los fletes utilizando moneda local para comprar los dólares en el país y pagar a las navieras internacionales".
En relación a la Comunicación A 7746 dijo que "generó una gran incertidumbre en esas operaciones cambiarias", sin embargo, agregó que, para frenar la demanda de dólares por el pago de fletes, a través de la Comunicación A 7771, el BCRA limitó a las empresas importadoras a comprar dólares en el mercado oficial ($230) para el pago de fletes.
"No tenemos la menor duda de que esta medida tendrá como consecuencia una drástica caída en las exportaciones, un aumento significativo en los costos logísticos y, por ende, una menor entrada de divisas al país, incrementando así las tensiones cambiarias", manifestó Fernando Landa, titular de la Cámara Argentina de Exportadores (CERA).
"Esta disrupción también provocará pérdidas inmediatas de mercaderías que no podrán ser embarcadas a corto plazo", alertó la entidad en un comunicado donde precisa que cursó pedido de revisión al ministro Sergio Massa, el miércoles pasado.
Rechazo y rebusque
En rechazo a las medidas, las principales navieras definieron en los últimos días no aceptar más pagos de fletes internacionales en pesos en Argentina lo que genera un cambio "contundente" en la operatoria. Frente a la imposibilidad de pagar a nivel local, según Marzorati, la primera opción es renegociar con el proveedor la condición de venta (Incoterm).
En lugar de cerrar a valor FOB se hace un contrato combo con el costo de seguro y flete incluido (CIF) o sólo el flete (CFR) que incluye el valor integral desde que la mercadería se despacha hasta que arriba a puerto, donde participan varios proveedores.
La otra alternativa es que el pago se haga "por afuera" y a un tipo de cambio alternativo porque la decisión de la principal naviera que opera en la Argentina fue suspender el pago en pesos argentinos lo que está generando "mucho ruido en el sector", apuntó Marzorati.
La magnitud del problema
Es difícil dimensionar la cantidad de dólares que se paga por fletes, tanto marítimos, aéreos y terrestres, aun así, distintos especialistas mencionan que se destinan unos u$s 200 millones por mes que explican unos u$s 2000 millones anuales, a partir de las variaciones propias del volumen del comercio exterior.
Con las últimas restricciones, se calcula que se podrían ahorrar unos 900 millones de dólares que paga la industria automotriz y otros 500 millones por fletes internacionales de los laboratorios, dos actividades primordiales que representan sólo una parte.
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Sin embargo, todo suma para aliviar la deuda por el diferimiento de plazos para cancelar importaciones que llegará a u$s 15.000 millones a fin de año, según informes privados.
La empresa MSC fue la primera en notificar que, para los contratos efectuados a partir del 24 de mayo, los pagos de fletes se deben realizar en el exterior y no aceptarán pagos en pesos en Argentina.
"Las importaciones se paralizaron esta semana ya que muchas empresas de fletes aerocomerciales y marítimas han decidido por ahora frenar ese tipo de operaciones", aseguró Caliri.
El resto de los operadores que no pagan a empresas vinculadas, tienen que tramitar también la autorización en SIRASE, pero "por el momento se autorizan en 2 semanas", destacó y aclaró que antes no sólo no hacía falta esta presentación sino que se pagaba en cuanto se recibían los fondos del cliente.
Coletazo y menos dólares
"Si los buques tienen problemas para venir, entonces, habrá menos frecuencia para poder sacar las cargas de nuestras empresas al exterior, y todos sabemos que en el comercio exterior el tiempo es vital y puede dejarte afuera de un negocio", indicó la consultora en comercio internacional Yanina Lojo.
Por otro lado, aclaró que si los contenedores quedan parados en puerto esperando que la mercadería que llegó pueda nacionalizarse habrá menos disponibilidad para que los bienes que poseen mayor valor agregado puedan despacharse en el plazo estimado.
Desde el Gobierno la respuesta es tajante, apuntan a la sobrefacturación para acceder a dólares oficiales que fue detectada meses atrás. "De ser así -analiza Lojo-, la lógica hubiera sido ir contra quienes lo realizaron y no poner en riesgo el futuro de las empresas que prestan este servicio y muchas PyMES".
En la misma línea, Miguel Ponce, director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior del Siglo XXI, contó que "las grandes empresas están pensando en dejar las cargas directamente en Brasil y desde ahí tendremos que traer las cargas en camiones".
"Hay que encontrar un mecanismo para hacer de cuenta que esta medida nunca se tomó", dijo y advirtió que "la afectación sobre el comercio - importaciones y exportaciones-, la producción y el comercio, es infinita y nunca antes vista".
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