El Banco Mundial alertó sobre las pérdidas económicas a futuro para los más jóvenes
La pandemia sigue dando a conocer sus efectos adversos. El impacto en los sub-25 en educación y pérdida de capital humano puede generar pérdidas futuras. El diagnóstico que preocupa sobre la educación argentina
Las consecuencias de la pandemia de Covid-19 siguen apareciendo. Un nuevo informe del Banco Mundial alerta sobre la pérdida de capital humano que generó el coronavirus, más allá de su impacto en vidas y PBI. Ese desgaste para quienes tenían menos de 25 años al inicio de la crisis sanitaria vaticina una pérdida económica futura. En el caso de la Argentina, se agravó el cuadro educativo durante las restricciones.
La pandemia impactó el desarrollo de millones de niños y jóvenes de países de ingreso bajo y mediano, describe el informe Colapso y recuperación. Los estudiantes de hoy podrían perder hasta el 10% de sus ingresos futuros debido a la crisis educativa provocada por la Covid-19. Y el déficit cognitivo en los niños pequeños podría traducirse en una disminución del 25% en sus ingresos cuando sean adultos.
"Esto va a determinar lo que sucede con la desigualdad en 10/15 años", advirtió Norbert Schady, economista en jefe de Desarrollo Humano del Grupo Banco Mundial, que se encuentra de visita en Buenos Aires. Los grupos afectados, además, conformarán más del 90% de la fuerza laboral en plena edad productiva en 2050.
Los datos de las pruebas educativas en Argentina mostraban "un deterioro importante en los niños incluso antes de la pandemia, lo que determina no es sólo la cantidad de educación sino la calidad del aprendizaje", agregó.
En el país "hay una brecha muy grande entre los años de escolaridad y los años ajustados por la calidad", indicó el especialista, quien destacó que "Argentina está muy por debajo de lo que debería por ser un país de ingresos medios" y las perspectivas empeoran.
En ese marco, el Banco Mundial destacó que "se sigue apoyando al Gobierno de la Argentina a cubrir a la población más vulnerable", a través de programas de Educación, Salud y Trabajo.
El BM financia la expansión del Programa Sumar, para garantizar el acceso a la atención médica para las personas sin seguro médico. En pandemia, la cobertura efectiva del programa aumentó alrededor de un 20%. A eso se suma Fomentar Empleo y las intervenciones de protección social que ayudaron a evitar que 1 millón de personas cayeran en la pobreza.
"Algunas de las medidas necesitan inversión real pero otras fijar prioridades de política", remarco Schady sobre los dólares que demanda la recuperación. En ese marco, el informe plantea que se necesitan medidas urgentes, para no profundizar la pobreza y la desigualdad.
Las recomendaciones del Banco Mundial
A corto plazo, en el caso de los niños pequeños, los países deben apoyar campañas específicas de vacunación y suplementos nutricionales; aumentar el acceso a la educación preescolar y ampliar la cobertura de las transferencias monetarias para familias vulnerables.
En cuanto a los niños en edad escolar, los gobiernos deben mantener las escuelas abiertas y aumentar el tiempo de instrucción; evaluar el aprendizaje y ajustar la instrucción a los niveles de los estudiantes, y simplificar el plan de estudios para centrarse en los conocimientos fundamentales.
Para los jóvenes, son cruciales el apoyo dirigido a la capacitación adaptada, la intermediación laboral, los programas de emprendedores y las nuevas iniciativas orientadas a la fuerza de trabajo.
"A largo plazo, los países deben crear sistemas de salud, educación y protección social ágiles, resilientes y adaptativos que estén mejor preparados para las crisis actuales y futuras y puedan responder a ellas", señala el organismo.
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