CABA y Nación negocian el traspaso del servicio penitenciario
El Gobierno nacional y la CABA comenzaron la discusión sobre recursos y asignación de detenidos a la jurisdicción. La ciudad analiza obras en el sur del Gran Buenos Aires.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires comenzó con la Nación las negociaciones para el traspaso del servicio penitenciario a la CABA. Esto implicará que el distrito se haga responsable del cuidado de los detenidos.
El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, comenzó las negociaciones con la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, para acordar cómo serán las transferencias de las competencias del servicio penitenciario federal.
En especial en lo referido a la ejecución de penas privativas de la libertad y la guarda de detenidos de forma cautelar por delitos no federales cuyo juzgamiento está a cargo de la justicia Nacional en lo Criminal y Correccional y de la justicia Penal, Contravencional y de Faltas de CABA.
El acuerdo sobre el que trabajan contempla que los detenidos por la policía de la Ciudad que no hayan cometido delitos federales, como narcotráfico, terrorismo o trata de personas, quedarán bajo la órbita del nuevo servicio penitenciario de la Ciudad, aunque sus causas se tramiten en juzgados nacionales.
A pesar de este acuerdo de traspaso, no se contemplan nuevas cárceles en la Ciudad, sino que usarán la infraestructura fuera de la capital, como Marcos Paz o Ezeiza, ya sea para ampliaciones o nuevas unidades.
En lo que respecta al número de detenidos, las estimaciones explican que se pasaría de más de 2.000 detenidos a 7.000, aunque aún son cálculos preliminares dado que las negociaciones son prematuras.
La Ciudad pasará a tener el control de pabellones y cárceles enteras que alberguen internos que cometieron delitos en territorio porteño.
El traspaso incluye dos condiciones: la Nación se compromete a enviar los recursos (tanto económicos como de personal, equipamiento, locaciones y alimentos), mientras que la Ciudad hará las obras necesarias para ampliar la capacidad de alojamiento, en especial fuera de la Ciudad, donde ya hay instalaciones del Servicio Penitenciario.
Desde la Ciudad aseguraron que esta operación permitirá que los policías que hoy están dedicados a tareas de vigilancia de los detenidos en las comisarías y alcaidías, que no cuentan con la capacidad para alojar a la cantidad de detenidos, pasen a tareas de patrulla.
Otro de los objetivos que persigue el ejecutivo porteño es el de mudar el penal de Villa Devoto, para lo que comenzó la licitación para un nuevo penal en Marcos Paz y ampliaciones en el penal de Ezeiza.
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