Bono de fin de año para trabajadores privados: este será el monto a cobrar, según los especialistas
Para el CEPA el extra adicional se ubicará en $ 25.000 mientras que para IARAF podría tocar el techo de $ 30.000. ¿Cuáles son los componentes que definirán su valor y por qué advierten que su impacto sería casi nulo?
El presidente Alberto Fernández confirmó "avances" en la evaluación de un bono de fin de año para trabajadores privados, extra que, para los especialistas, podría ubicarse en torno a los $25.000.
"Estamos trabajando. Seguramente nos juntaremos con la ministra de Trabajo (Kelly Olmos) y Sergio (Massa) y ahí tomaremos una decisión", subrayó el mandatario en el viaje de regreso tras su participación en la cumbre de G20.
El adicional que cuenta con el respaldo de un sector mayoritario de la Confederación General del Trabajo (CGT), prevé suplantar la asignación de una "suma fija", iniciativa que despertó un nuevo cortocircuito en la interna del Frente de Todos (FdT).
"La suma fija le quita dinámica a las paritarias. Es algo que se incorpora al básico y achata las categorías", advirtió el co-titular de la central obrera Héctor Daer.
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Para la analista económica e integrante del Centro de Economía Política (CEPA), Eugenia Rodríguez, el complemento de pago único tendría un "impacto ínfimo en el tiempo", con "recepción real" en el mes de liquidación, a diferencia de lo que podría lograr una inyección fija que "acompañe la recuperación macro".
"Hoy las condiciones nos plantean condiciones aún más favorables (respecto a 2020) para recuperar los ingresos que, juntamente, no acompañaron la actividad económica, la creación de empleo privado y reducción del desempleo del segundo trimestre", puntualizó en diálogo con El Cronista.
Según el índice de salarios de septiembre 2022 medido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el sector privado registrado experimentó una suba del 5,8% frente a la inflación del 6,2%. En tanto, al hacer la comparativa interanual, la diferencia escala a 2,8 pp negativos.
"La realidad y lo que nos plantea también la evolución de la canasta básica, es que dentro del propio mundo registrado hay una fuerte disparidad, en donde el promedio quizás refleja un mano a mano con la inflación, pero si miramos un poquito más fino vemos que no es igual para todos", sentenció Rodríguez.
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Por su parte, el doctor en Economía y director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), Nadin Argañaraz, quien vaticinó que el techo del bono de fin de año podría ser de $ 30.000, ahondó en el estadio en el que arriban los ingresos de los privados registrados frente a la evolución del rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas desde 2017, comportamiento que ya dejó una pérdida del poder adquisitivo acumulada del 23,5%.
"El bono sólo lograría compensar el poder adquisitivo en la comparativa 2021-2022. Es decir, que al trabajador se le asegure, al menos, estar igual que el año pasado", estimó en diálogo con El Cronista.
De esta forma, para Argañaraz, la cifra del extra adicional podría valerse únicamente a fin de garantizar el acceso a una canasta de productos estacionales (navideña) y no desde una perspectiva de recomposición.
"Yo creo que $ 30.000 puede ser la cifra de referencia y que se pueda pagar porque está pensado en que sea algo concreto", insistió.
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En la misma sintonía, la magister en Economía de la UBA e integrante del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA) de la CTA, Mariana González, consideró que el extra "sólo apuntará a compensar la pérdida de poder de compra del último año" mientras que "el mayor problema persistirá", con la continuidad de la tracción de los ingresos a "niveles deprimidos".
"El mayor problema actual es que los salarios mantienen sus niveles deprimidos, pierden levemente contra la inflación, pero, sobre todo, no recuperan el poder adquisitivo perdido en los años previos", apuntó.
De acuerdo al Informe sobre situación del mercado de trabajo N°10 elaborado por el centro de investigación sindical, la caída de los salarios se verificó en los registrados, con varios meses en los que perdió contra la inflación "desde fines del año pasado".
"Entre noviembre de 2021 y julio de 2022 acumuló una caída real de 3,4%, quedando 1,4% por debajo del nivel que exhibía en diciembre de 2019", repasa el análisis.
La pérdida real resulta incluso "sustancialmente mayor" cuando se evalúa el poder de compra del salario frente a los alimentos: según CIFRA, la capacidad promedio registrado en julio de 2022 resultó 6,4% menor que la de diciembre de 2019 y 23,8% inferior a la de diciembre de 2015.
"Un bono de pago único puede considerarse una compensación por el poder adquisitivo perdido en un determinado período de tiempo, pero no modifica la situación de los asalariados ni el grado de desigualdad en las remuneraciones", concluyó González
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