Alberto Fernández en estado puro: zigzagueos, críticas y una incógnita a futuro
El Presidente destacó los logros de su gobierno y defendió (con una cuota de ambigüedad) a Cristina Kirchner. No dio señales claras de ir por la reelección (aunque tampoco de bajarse) y apuntó duramente contra la justicia.
Desde el uso del "fui yo" para enumerar en primera persona los logros de su gobierno, hasta el tono elegido, las duras críticas a la Justicia y los elogios zigazageantes a Cristina Kirchner, el mensaje en pleno de Alberto Fernández ante el Congreso dejó abierta la idea de una fuerte defensa de su mandato con una puerta que no cerró del todo al proyecto por la reelección.
La reacción de Cristina Kirchner ante las principales frases de Alberto Fernández
Después de dos horas de discurso ante la Asamblea Legislativa, el Presidente emitió un mensaje que estuvo lejos de ser una demostración de despedida de sus cuatro años de mandato. Por el contrario, en su expresión "hay mucho tramo por recorrer", dejó en el aire su intención de seguir dando batalla por otro mandato.
No fue casual entonces que en la estructuración del discurso que Alberto Fernández dio al Congreso utilizara el singular con tanto énfasis para demostrar que en ese "fui yo" se logró el acuerdo con el FMI, la resolución de la crisis de pandemia, la construcción de hospitales, el que estuvo al lado de Evo Morales y Lula Da silva en los momentos más difíciles y quien llevó a América latina la voz cantante de la inclusión social. Para el mundo armado por el Presidente en la Argentina hubo un antes y un después de su mandato.
Desde este púlpito es que Alberto Fernández arremetió contra la prensa que lo critica y apuntó duramente contra la Justicia a la que acusó de todos los males del país en los últimos años. Ante la mirada atónita de los jueces de la Corte Carlos Rosenkrantz y Horacio Rossatti, el Presidente denunció que la justicia "no se muestra con la independencia requerida frente a los poderes fácticos y políticos". ¿Cuál es la independencia de poderes que pregona el jefe de Estado? ¿Será la absolución plena de investigaciones judiciales las que se ajustan a su idea de independencia?
A la vez, las críticas a la Corte le dieron a Alberto Fernández campo abierto para apuntar contra el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, al ser beneficiado con la coparticipación por el fallo de la Corte. Aunque en sus diatribas contra la oposición el Presidente se cuidó de no mencionar de manera directa a Macri, quizás por temor a que los legisladores del PRO se levanten del recinto.
Los cuestionamientos a la Corte también le sirvieron a Alberto Fernández para respaldar fuertemente a Cristina Kirchner a quien señaló como una perseguida política por las causas judiciales que la investigan. Aunque el Presidente habló de una "inhabilitación" electoral de la vicepresidenta. No usó la palabra "proscripción" como hubiera preferido la misma Cristina Kirchner que recibió a Alberto Fernández en la explanada del Congreso con un frio saludo.
Es cierto que el jefe de Estado enumeró varios elogios a la vicepresidenta. Aunque también retaceó palabras y como por desliz destacó que cuando finalmente deje el cargo nadie podrá atribuirle "un solo hecho por el cual me haya enriquecido". ¿Un mensaje por elevación a todos los kirchneristas con causas judiciales?
El Presidente no recaló en autocríticas. Para Alberto Fernández la Argentina está hoy en el mejor de los mundos. La economía volvió a crecer. "Algo que no sucedía desde el 2008", dijo. El consumo en la calle no se ve -según dijo- desde el 2004. Creció la recaudación impositiva. Y la inflación es un problema estructural de la Argentina.
No sólo esto: ante el problema mundial que existe en términos de inseguridad alimentaria y falta de energía por la guerra en Ucrania la Argentina se encuentra en "una posibilidad extraordinaria" al entender del jefe de Estado.
En la calle hubo escasa movilización oficialista de apoyo. Hubo retaceo de avales al Presidente de parte de La Cámpora. Y en el recinto se destacó la ausencia de Máximo Kirchner y Axel Kicillof, señales inequícovas de que el kirchnerismo no abraza la reelección presidencial.
Sin embargo, el mensaje zigzagueante de Alberto Fernández se llevó hasta el final. Cerró su discurso ante el Congreso con un manto de dudas sobre sus pasos futuros. Dejó abierta la posibilidad de un nuevo mandato y el Presidente dio por hecho que el camino encarado para la economía durante su gestión es la más adecuada.
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