China quiere crecer en la Argentina y apunta a ganar más obra pública
El presidente de la filial local de la firma estatal Power China, Tu Shuiping, detalló los proyectos de la empresa: construir dos represas hidroeléctricas, ampliar Cauchari y tender una línea de transmisión de energía eléctrica.
La reactivación de la economía vendrá con mayor presencia del Estado y con más dinamismo en la obra pública, según lo que aspira el Gobierno.
China, en silencio, apunta a ser socia estratégica de la Argentina y reforzar su presencia en América Latina, en plena guerra comercial con los Estados Unidos.
Tu Shuiping, presidente de la filial local de la contratista estatal Power China, detalló en diálogo con El Cronista que el próximo gran objetivo de su empresa es asegurarse el contrato para construir la represa hidroeléctrica Portezuelo del Viento, sobre el Río Colorado, en Mendoza.
Bajo la figura de Sinohydro Argentina (una de las subsidiarias de The Power Construction Corporation of China), la empresa asiática se presentó en un consorcio junto a IMPSA (ex Industrias Metalúrgicas Pescarmona), Construcciones Electromecánicas del Oeste (CEOSA) y Obras Andinas (OASA) como el único oferente para Portezuelo del Viento, que costaría unos u$s 1023 millones.
Pero en la mira de China no solo está el postergado proyecto en Mendoza, que enfrenta la resistencia de La Pampa, Neuquén, Río Negro y Buenos Aires, sino también la construcción de otra represa hidroeléctrica como Chihuido.
Sobre el río Neuquén, Chihuido es otro proyecto sumamente demorado en los últimos años. Se licitó en 2014 y ganó por un monto de u$s 2000 millones la empresa Helport, de Eduardo Eurnekian, quien prometió financiamiento de Rusia, que nunca llegó.
La crisis económica desatada en 2018 llevó al anterior Gobierno a enterrar los avances y provocó la desazón de Alemania, que impulsaba a Voith Hydro.
Otras obrasLos proyectos de Shuiping para ampliar el alcance de Power China en Argentina no se quedan ahí. Está trabajando para sumar 200 megavatios (MW) de potencia en la segunda fase de los parques solares de Cauchari, en Jujuy.
Las plantas fotovoltaicas de 300 MW netos fueron otorgadas a fines de 2016 en la ronda 1 del programa RenovAr.
El ex presidente, Mauricio Macri, las inauguró en octubre del año pasado, pero nunca llegaron a funcionar.
Tras sucesivas demoras en la obra de una estación seccionadora en la Puna (ET Altiplano), para conectar la energía del parque al sistema nacional, estaba previsto que Cauchari entrara en operación comercial a fines de julio, algo que tampoco sucedió.
Finalmente, este sábado 15 de agosto sería la fecha indicada para que Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado (JEMSE) empiece a vender electricidad a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA).
El gobernador radical Gerardo Morales tomó un préstamo por u$s 331,5 millones con el Exim Bank (Banco de Exportación e Importación) de China, que otorgó el crédito a cambio de utilizar la tecnología de Power China.
Además, las autoridades de la provincia del norte colocaron un bono verde en Estados Unidos por u$s 210 millones a 5 años, con una tasa de interés de 8,625% anual. Este título podría ser reestructurado.
El memo de Power China para la Argentina se completa con otro proyecto crítico: la línea de transmisión eléctrica en Extra Alta Tensión (EAT; 500 kilovoltios, kV) que correrá entre las Estación Transformadora (ET) de Río Diamante, en Mendoza, y la nueva ET -a construir- en Charlone, Buenos Aires.
Así, se permitirá evacuar generación de energía renovable en el Noroeste Argentino (NOA), Cuyo y el suoeste, mediante la construcción de 490 kilómetros de línea y 600 MVA de transformación.
La obra tendría un costo aproximado de u$s 386 millones y no está entre las prioridades oficiales.
El secretario de Energía, Sergio Lanziani, la incluyó en su Plan Quinquenal Federal de Obras Eléctricas pero sin asignarle prioridad ni urgencia. No es imprescindible.
"Estamos convencidos de que aportando nuestro know how y nuestra financiación podremos ayudar al país a concretar el ambicioso plan federal que tienen en miras de ejecución; estamos muy interesados en desarrollar las obras y cualquier proyecto energético que le interese al Gobierno argentino", dice el memo que distribuyó Shuiping.
El ejecutivo chino cree que hay en el país una gran oportunidad de inversión en infraestructura.
Además de la obra pública en el sector de la energía, también existen posibilidades en puertos y aeropuertos. La Hidrovía también será mirada por los ojos chinos.
Shuiping remarcó en la conversación con este diario que ya invirtieron con sus socios u$s 1542 millones en Argentina, de los cuales u$s 1200 millones son fondos propios.
Desde julio de 2019 Power China está construyendo el dique El Tambolar en San Juan, por u$s 482,9 millones.
Otro de los documentos de esta empresa estatal asiática apunta a las represas de la Patagonia, en Santa Cruz, que fueron concedidas a Gezhouba, otra firma china.
Las represas Condor Cliff y La Barrancosa (ex Néstor Kirchner y Jorge Cepernic) costarán más de u$s 4000 millones y aportarán 1300 MW, mientras que una obra comparable, como la de Coca Codo Sinclair en Ecuador, a cargo de Sinohydro (subsidiaria de Power China) tendrá un costo cercano a los u$s 1980 millones y sumará 1500 MW.
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