Porque sí
Seguramente esta columna hubiese empezado de un modo diferente si hubiese sido escrita unos meses atrás. Pero el sector tecnológico es tan fascinante como dinámico y cambiante. El 9 de marzo ocurrió lo impensado, el Silicon Valley Bank (las empresas tecnológicas eran parte del negocio principal del banco) sufrió el retiro de u$s 42 mil millones en depósitos en sólo diez horas. El colapso fue mayúsculo, y provocó un cimbronazo en todo el sistema bancario a nivel global. Según declaró el exconsejero del banco, Gregory Becker, ante el Senado de los Estados Unidos, el Silicon Valley Bank perdió durante la corrida un millón de dólares por segundo. Esto, sumado a un cierre de 2022 por demás turbulento que afectó, también, al sector tecnológico. Los grandes flujos de dinero prefirieron resguardarse bajo los más conservadores bonos de Tesoro americano.
¿Y ahora qué? ¿Explotó la burbuja? Nada de eso. Quienes escribimos estas líneas empezamos la investigación para nuestro libro Hackear la Argentina cuando nuestro país contaba con cinco unicornios (empresas valuadas por encima de los mil millones de dólares), y terminamos el trabajo con trece de estas compañías. Mercado Libre sigue siendo el faro cuando de desarrollo y crecimiento se trata. Su astronómica valuación de u$s 63 mil millones supera en casi 10 veces a la de YPF (u$s 7 mil millones según el cálculo más optimista) y cuenta con 39 mil empleados. Por citar una comparación, una de las empresas alimenticias más importantes del país, Arcor, emplea a 21 mil personas.
El otro gigante argentino, Globant, colocó su logo justo detrás del remate de Julián Álvarez que le dio el triunfo a la Scaloneta frente a Polonia en el mundial de Qatar. Por primera vez, una marca 100% argentina se entreveró entre los partners históricos de FIFA como Coca Cola, Adidas o Visa. Todo ello producto de un acuerdo de cuatro años en los cuales el unicornio argentino desarrollará nuevas funciones y experiencias para los usuarios de la plataforma de streaming FIFA+. La compañía firmó además un acuerdo con La Liga (Torneo de primera división de España) y abrió en marzo una nueva oficina en Tandil donde ya trabajan más de 300 personas. Su crecimiento es tan sostenido como sorprendente.
Este año, la Feria EconAr en La Rural y a Experiencia Endeavor Sub-20 en el Luna Park convocaron a más de 75 mil personas, y personalidades como Manu Ginóbili o Bizarrap se han unido al ecosistema como inversores o embajadores de la industria del conocimiento. Según el INDEC, las exportaciones de servicios basados en el conocimiento crecieron un 19,4% en 2022 y se generaron 23 mil nuevos puestos de trabajo, llegando a un total de 481 mil personas empleadas por la industria, un 7,4% del total del empleo privado en la Argentina.
¿Qué podemos esperar para 2023? Meta, Amazon y Netflix debieron hacer recortes y ajustar sus cálculos de crecimiento para este año, aunque el panorama global es un poco más alentador que las previsiones de enero.
Pero aún con estas consideraciones propias de tiempos convulsionados y cambiantes, claro que hay futuro. Como escribiera Marc Andreessen, cofundador de Netscape, allá por 2011 en una columna en The Wall Street Journal: "El software se está comiendo al mundo". Hay revoluciones que no tienen vuelta atrás y esta es una de ellas. Y no hay vuelta atrás porque esta industria nació para aportar soluciones creativas a problemas cotidianos. Mercado Libre, OLX, Despegar, Ualá son sólo la punta de un iceberg gigantesco. El talento que sostiene a estas compañías no sólo está en las cabezas de los proyectos sino en todas sus estructuras. En su mayoría jóvenes sub-35, desarrolladores, analistas y arquitectos se han habituado al teletrabajo, a reemplazar horarios por objetivos, y a, como dice Marcos Galperín, "enamorarse de los problemas".
Hackear la Argentina, el libro que publicamos a fines de 2022, se propone llevar las ideas de los máximos referentes del Silicon Valley local más allá del microcírculo en el que se retroalimentan. El recorrido incluye entrevistas con el mismo Galperín (Mercado Libre), Martín Migoya (Globant), Alec Oxenford (OLX), Pierpaolo Barbieri (Ualá), Emiliano Kargieman (Satelogic) y Gino Tubaro (Atomiclab), entre otros. Hoy nos importa hablar sobre estas empresas para pensar en ese país posible que vive en cada emprendedor, en cada start-up desconocido que busca competir de verdad. Quizás estos tiempos de urgencias cotidianas planteen el momento perfecto para darle una chance a esa Argentina posible. Esa que nos invita a apostar y trabajar para verla crecer.
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