Mindset Latam: lo bueno, lo malo, lo feo
Pensar global es el gran desafío que proponemos en este espacio, compartiendo la idea de no quedar atrapados en la agenda de corto que nos propone nuestro país y poder reconocer y decodificar con claridad, las señales que vienen de un mundo dinámico que nos trae nuevas oportunidades.
El presente tan particular de nuestro país compromete seriamente la capacidad de una visión integral y una inteligencia geopolítica. En términos de Americas Market Inteligence (AMI) que agrupa los países de Latam en "lo bueno, lo malo y lo feo", nuestra percepción difícilmente pueda librarse de la "fealdad" persistente que nos acompaña.
Sin embargo, es el mismo reporte de AMI que nos recuerda una doble heterogeneidad de nuestra región que nos acerca intersecciones inesperadas. Por un lado, las dinámicas económicas y políticas propias de cada país, y por otro, las oportunidades hacia adentro de los ecosistemas productivos y de negocios.
La dimensión del cambio y los desafíos que vienen
"Se pueden encontrar enormes oportunidades en sectores selectos incluso en los países menos atractivos. Los mismos sectores pueden enfrentar amenazas ominosas en países aparentemente prometedores. La debida diligencia del mercado, cuando se lleva a cabo correctamente, analiza muchos factores, desde el riesgo país hasta el riesgo regulatorio/legal/ político para la competencia y, por supuesto, la demanda de los clientes." (John Price, director general de AMI). Esto debería ser un mantra para los empresarios.
Los argentinos siempre creemos que somos los campeones, hasta de las calamidades. Pero revisemos: la economía global está atravesando una recuperación "accidentada" (en palabras del FMI).
Primero, la pandemia no sólo aceleró tendencias estructurales previas (digitalización, teletrabajo) sino que dejó también mayores desbalances macroeconómicos en todo el mundo (fiscales, monetarios e inflacionarios).
Y si pensábamos que nos estábamos adaptando, en 2022 la guerra volvió a sacudirnos y a demostrarnos que lo más sólido es aquello que es permeable a reconstruirse. El factor geopolítico se impuso con un fuerte salto de los precios de la energía y los alimentos, retrasando la normalización de las cadenas de suministro, entre otros efectos que aún están por verse. Y más. El 2023 comenzó con fuertes turbulencias en el sector financiero a partir de la caída y el rescate de varios bancos (Silicon Valley) complejizando el proceso de normalización monetaria y elevando los riesgos de la economía global.
Los negocios se desacoplan de la política
Este nuevo orden mundial se refleja en cada geografía. Así, difícilmente hace pocos años imaginábamos un contexto donde la probabilidad de retener el poder de los oficialismos sería realmente baja. Sin embargo, eso es lo que estamos observando en la mayor parte de los países de la región. Siguiendo a Andrés Malamud (Integrante del Comité Externo Consultivo de ABECEB), con excepción de México y en menor medida de Paraguay, el contexto político en Latam es inusual: predomina la fragmentación, presidentes que no reeligen, y presidentes electos con poco margen y corta base de sustentación.
Hay interrelaciones que sin dudas se están resignificando. El auge de México es notable, una IED del primer trimestre del año que proyecta doblar la de 2022, el impacto de la reorganización en la cadena de suministros genera grandes negocios con foco en la industria y una apreciación de la moneda con revisiones de crecimiento al alza. ¿Cuánto de López Obrador hay detrás de estos resultados?
Al mismo tiempo, Brasil tracciona con el agro en punta, con política de incentivos clara, la economía se preparó para aprovechar todos los espacios que el contexto global presenta. El caso de la argentina Crucianelli es muy gráfico en este sentido. Es la primera empresa líder del sector agroindustrial que firma un joint venture con una compañía brasileña, el Grupo Piccin SA. Juntas fabricarán sembradoras de tecnología de vanguardia para el mercado brasileño, uno de los más importantes de Latinoamérica.
Pero hay tensiones y contradicciones hacia adentro de la región. Hace pocos meses, se encendieron todas las alarmas de la economía boliviana: la población tenía trabas para acceder a los dólares, el banco central dejó de publicar la cifra de reservas (en un tobogán sin fin) y los bonos de deuda se desplomaron a la mitad de su valor, significando el fin del acceso al financiamiento internacional. Detrás de una economía estable, se gestan las causas de un modelo con problemas de sostenibilidad. El incipiente populismo se traduce en incertidumbre. Una "argentinización" oculta.
Con sus claroscuros, los inversores globales sienten optimismo sobre las operaciones en Latam: un 51% espera realizar cuatro o más operaciones en los próximos dos años. Y no sólo eso; el 48% de los encuestados también espera que crezca el valor de las operaciones, según el último informe global In an Uncertain World, Latam M&A is on the Rise de KPMG.
"Las oportunidades de fusiones y adquisiciones en América latina son abundantes, y la ejecución exitosa de estas transacciones depende en gran medida de tener un profundo conocimiento de las culturas, costumbres y regulaciones locales que, de lo contrario, pueden tomar a los inversionistas por sorpresa", recomienda JP Trouillot, Socio de KPMG Estados Unidos, Líder de Deal Advisory & Strategy para América latina.
En definitiva, no quedan dudas de que el contexto para nuestros países está lleno de oportunidades, pero como se suele decir, a las oportunidades hay que ayudarlas. Y esa es la misión del CEO: buscar y encontrar, con un GPS que no debe guiarse por las primeras impresiones y luego, prepararse para el desafío. Lo que sucede en México con la geopolítica y el auge del nearshoring, en Brasil con la política de incentivos y en Bolivia con el populismo, nos muestra que el desacople entre la macro y la micro, y el ciclo político no es un fenómeno exclusivo de Argentina.
Sólo aquellos que traduzcan su inteligencia en una visión correcta y tengan la capacidad de alinear una estrategia virtuosa, serán los que muestren los caminos correctos.
Compartí tus comentarios