

Puede discutirse si en la Argentina, desde 2003, ha funcionado un bipartidismo o la competencia entre dos coaliciones o espacios, como se dice por aquí.
El 25 de mayo de 2003 asumió la Presidencia Néstor Kirchner. La fecha es tomada por sus seguidores y partidarios, desde hace 13 años liderados por su esposa, como fundacional del kirchnerismo. Es por eso que la fecha patria va a ser utilizada para una convocatoria y movilización que reactive la militancia, en momentos de incertidumbre política y electoral.
Esta expresión ha sido dominante en la política argentina en las últimas dos décadas. En los veinte años transcurridos, ha gobernado el país a nivel nacional el 80% del tiempo, un primer período con Néstor, los dos siguientes con Cristina, y tras cuatro años fuera del poder nacional, con uno "neokirchnerista" representado por la fórmula Fernández-Fernández.

Durante estas dos décadas, kirchnerismo y peronismo han tenido una relación compleja. Han sido conceptos antagónicos, pero que se han mantenido dentro de un mismo espacio político. En lo político-ideológico, en estas dos décadas la estructura política fundada y liderada por el matrimonio Kirchner, se ha identificado con los llamados "gobiernos progresistas" de la región -otros los denominan populistas-, que han sido sus aliados políticos más importantes.
Los ocho primeros años, correspondientes al gobierno de Néstor y el primero de Cristina, terminaron en ambos casos con resultados económicos positivos. No así el segundo, donde la economía se frenó, y en el cuarto, que está finalizando, en el cual entró en crisis. Los resultados electorales en las elecciones presidenciales del kirchnerismo fueron obtener sólo el 22% en 2003, subir al 45% en 2007 y alcanzar un máximo de 54% cuatro años más tarde. Seguidamente, en 2015, perdió la elección en la segunda vuelta, siendo derrotado con el 48,6%. En 2019 recuperó el poder, ganando en primera vuelta casi con el mismo porcentaje, 48,2%.
En cuanto al macrismo, el mismo año de 2003, el 14 de agosto ganó la primera vuelta de la elección para Jefe de Gobierno porteño con el 37% de los votos, para perder en la segunda. No es una fecha que ha adquirido valor simbólico o significativo para los seguidores de Mauricio Macri. Pero en términos históricos y analíticos, esa es la fecha fundacional del macrismo, que utilizó distintos rótulos de acuerdo a sus necesidades electorales, como PRO, Cambiemos y Juntos por el Cambio, pero teniendo siempre al ex presidente como su referente principal.

En lo político-ideológico fue una fuerza en la realidad de centroderecha, que comenzó con una postura de renovación frente a la política tradicional, para después asumirse como una fuerza de centro, y evolucionar hasta hoy a ser una expresión nuevamente de centroderecha.
Pero es claro que siempre se mantuvo como la principal oposición al kirchnerismo durante los veinte años transcurridos, durante los cuales el radicalismo no logró reconstituirse como eje de la oposición.
Su base de poder durante este periodo fue la Ciudad de Buenos Aires, que ha gobernado durante los últimos dieciséis años en forma consecutiva, y entre 2015 y 2019 en paralelo al período presidencial de Macri.
Puesto en esta perspectiva, kirchnerismo y macrismo han sido los dos ejes del sistema de fuerzas políticas que han gobernado en la Argentina las últimas dos décadas.

En el caso del kirchnerismo, Cristina sigue siendo la dirigente con más poder, pero sus decisiones ya no parecen imponerse al conjunto de su espacio político. Las luchas internas se han intensificado y la indefinición sobre las candidaturas las profundiza.
La vicepresidenta mantiene la ambigüedad sobre su candidatura, tanto a la Presidencia como a la senaduría bonaerense, sin descartar no presentarse para ningún cargo. Pero en los últimos días dio una definición clara, al decir "Ojo, no me voy a quedar a cuidar nietos".
A su vez, el ex presidente Macri ha renunciado a competir en la próxima elección presidencial. Pero vio frustradas sus intenciones de arbitrar en los conflictos internos de su espacio político. Terminó transformado en parte de ellos.
Pero el mismo Macri, al decir que Juntos por el Cambio iría a una segunda vuelta contra Javier Milei, asumió la existencia de un tercer espacio competitivo, que sin lugar a dudas es un cambio respecto a la política de las últimas dos décadas, centrada en la confrontación entre kirchnerismo y macrismo.

Por su parte la Vicepresidente en su clase magistral pronunciada en La Plata, aludió a Milei como su enemigo principal, consagrándolo como alternativa posible para la elección presidencial de octubre.
Es así como las dificultades internas en los dos espacios principales y el surgimiento de uno tercero competitivo, son señales de que parece estar teniendo lugar una crisis en el sistema político dominante de los últimos veinte años.
Quienes votan en 2023 y tienen menos de cuarenta años son más de la mitad del padrón electoral. Su única vivencia de la política ha sido la del macrismo y kirchnerismo, y quizás por ello muestran inclinación por el tercer espacio que se construye contra dichas opciones políticas en su conjunto.














