Palermo Viejo

Así es el bar de vinos por copa con la mejor terraza de Buenos Aires

Overo también funciona como club privado para los amantes del vino. En un antiguo hotel, incluye restaurante, sala para escuchar vinilos, microcine y catas exclusivas para socios.

Mientras muchos lugares gastronómicos cerraron o se reinventaron con la pandemia, otros abrieron... ¡Y armaron revuelo! Una de esas novedades es Overo, un bar de copas en Palermo que funciona también como club privado de vinos y espacio de encuentro para los amantes de la bebida nacional, los vinilos y el cine.

Así es el nuevo polo gastronómico bajo techo en Palermo


El cocinero Pol Lykan y Daniel Rigueras, dos amigos emprendedores y vecinos del barrio, tenían el sueño de convertir un petit hotel en un club de vinos con sala para catas, living donde escuchar vinilos, terraza para ver atardeceres y un microcine para ciclos de películas fuera de catálogo.

Encontraron el lugar perfecto en 2019: una antigua casona ubicada frente a Plaza Armenia. Se dedicaron a las profundas remodelaciones y cuando llegó el momento de abrir... Comenzó la cuarentena por la pandemia. Lejos de achicarse, esperaron. Y en noviembre pasado abrieron sus puertas.

El patio, como la terraza, son sede del bar al aire libre

"Empezamos en marcha blanca. Es decir, casi en silencio, para adaptarnos a la nueva forma de trabajo en pandemia. Hoy ya somos conocidos no sólo por las etiquetas que trabajamos por copa -más de 300, todas nacionales- sino por nuestra oferta gastronómica", comenta Lykan, con larga experiencia en el rubro como dueño del clásico Freud&Fahler, que cerró en 2020 después de casi 30 años.

  Pol Lykan y Daniel Rigueras, los emprendedores que apostaron a invertir en gastronomía en pandemia  
"Con Daniel, mi socio, nos conocemos hace mucho tiempo: somos vecinos y nuestras familias son amigas. Juntos, partimos de una idea que venía girando en mi cabeza hacia un tiempo, algo que imaginé en mis caminatas por el barrio, cuando iba a mi anterior restaurante. Era una fantasía, pero posible", explica el chef sobre el origen de Overo.

Tras muchas charlas y paseos por la zona, Overo se hizo realidad. En el patio de la planta baja y en la terraza funciona un bar muy relajado, abierto al público en general.

Allí se puede disfrutar una singular oferta de vinos argentinos, con etiquetas que van de los $ 300 a los $ 8.000, de bodegas de Chubut hasta Salta, y se pueden probar por copa.

La propuesta se complementa con raciones de comida pensadas específicamente para acompañar al vino. Para ello, Lykan mandó a construir un horno de barro del que salen jugosas empanadas de carne, panes caseros y pinchos de vegetales, mollejas con chimichurri y postas de cordero.

Al club de vinos, que ya tiene 200 socios, se accede pagando una mensualidad de $ 2.900 a $ 4.700. 

A cambio, se recibe en domicilio una caja con 3 ó 6 botellas, respectivamente, de diferentes etiquetas cada 30 días, seleccionadas por un equipo de sommeliers. La cuota incluye degustaciones y catas exclusiva, así como el uso privado de estos espacios:

  • Un microcine con proyector 4k, sonido Dolby Atmos 7.1, pantalla de 150", con butacas de cuero y mesa auxiliar para apoyar la copa, el agua y la ración de comida
  • Una sala de vinilos con cómodos sillones
  • Una cava de 1.000 botellas de vino argentino


"El diferencial de Overo como club de vinos es que contamos con espacios pensados especialmente para que los miembros puedan encontrarse", apunta Rigueras. La premisa es "sentirse como en casa", a tal punto que ya muchos socios usan el lugar como home office.

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