Vacaciones en Buenos Aires: opciones de lujo para descansar sin salir de la ciudad
Alojarse en un hotel en la propia ciudad se volvió un plan en sí mismo. Con opciones de lujo y gastronomía de primer nivel, crecen las ofertas de staycation en Buenos Aires.
Hotel equivalía a viajar, nadie lo discutía, pero la pandemia impuso cambios en los hábitos y así resignificó la palabra. Desde entonces, los hoteles se transformaron en lugares para hospedarse sin viajar, todo un contrasentido.
Tal es así que hasta existe un nuevo término en inglés para referirse a esta acepción: staycation, de combinar stay (quedarse, estar) y vacation (vacaciones). Comenzó a usarse en el verano de 2008, cuando el precio de la nafta en los Estados Unidos trepó a niveles récord, después quedó en desuso hasta que la pandemia le quitó el polvo de encima.
Lo cierto es que, tres años más tarde, sigue vigente. Según el informe The Sykes Staycation Index 2023, publicado en Inglaterra el último mes de abril: "El staycation parece estar aumentando, ya que los británicos buscan tomar descansos más cortos y frecuentes en lugar de escapadas más largas y costosas".
Eso que sucede en la otra punta del mapa puede trasladarse a la Argentina, las cifras lo evidencian. Según informan en Four Seasons Buenos Aires, "el 15 por ciento de la ocupación corresponde a argentinos, mientras que antes de la pandemia era del 3 por ciento".
En Palladio Hotel BsAs MGallery sucede algo similar, el 20 por ciento de los huéspedes es argentino.
En Sofitel Recoleta los argentinos acaparaban el 12 por ciento de su ocupación en 2020; en 2021 llegaron al pico del 80 y el año pasado la cifra se estabilizó en un 27 por ciento, bastante más alta que en las épocas prepandémicas.
"Ser turista en la ciudad de residencia es un fenómeno global, que se ve reforzado por eventos deportivos y espectáculos", aseguran en Despegar.
El recuerdo del olvido
Todo lo vivido durante 2020 y 2021 reforzó la idea de que las oportunidades nacen de las crisis. Con los lockdowns y las restricciones para viajar, la industria hotelera tuvo que apelar a la creatividad para moderar el impacto en las finanzas. Lo cierto es que muchas de esas iniciativas que nacieron como parches todavía funcionan.
"En esa época lanzamos paquetes exclusivos para argentinos, en pesos; hasta ese entonces nunca habíamos tenido tarifas adaptadas al mercado local. Ahora contamos con cuatro propuestas vigentes, la decisión de mantenerlos se debe a que realmente es algo que funciona", señala María Eugenia Motter, Marketing & Communications Manager de Palacio Duhau Park Hyatt Buenos Aires.
En Palladio Hotel BsAs MGallery también implementaron acciones que continúan al día de hoy. "Durante la pandemia incorporamos servicios para incrementar la participación del público local, como las noches de música y cocktails en La Terraza, nuestro espacio al aire libre en el piso 11. También comenzamos con las Estadía Relax, que incluye servicio de spa", ejemplifica Paula Carracedo, gerente de Marketing del hotel.
Claro que no cualquier hotel califica para el staycation; como la consigna es ser turista en la propia ciudad, se privilegian aquellos que ofrecen instalaciones de lujo y servicios acordes, el hotel se transforma en un destino en sí mismo.
Por eso, en sus paquetes para residentes argentinos, casi todas las cadenas hoteleras incluyen bonus track como masajes en el spa o cena en sus restaurantes. Los precios arrancan en $ 60.000 para estadías de último momento y rondan un promedio de $ 100.000.
"Los argentinos vienen a disfrutar del hotel, de sus restaurantes, del bar, del spa, vienen a relajarse. En verano, además de las propuestas gastronómicas y el servicio, nos eligen para disfrutar de la única piscina cinco estrellas al aire libre que hay en la zona de Recoleta", señala Gabriel Oliveri, gerente de Marketing de Four Seasons Buenos Aires.
Los hoteles cinco estrellas cuentan con un gran as bajo la manga: el servicio de concierge, esa persona que se encarga de conseguir imposibles, como reservas en restaurantes donde ni siquiera trabajan con lista de espera o tickets para conciertos que están sold out. Así una estadía puede convertirse en un pase a lo inalcanzable.
"Los huéspedes que son turistas en su ciudad eligen actividades culturales y paseos guiados, ya sea regulares o privados. Otro pedido constante son las reservaciones a restaurantes, sobre todo a los de moda que trabajan sus reservas con meses de anticipación, aquí entra en juego nuestro rol, conseguimos ubicaciones privilegiadas en espectáculos o mesas imposibles", señala el Chief Concierge de Sofitel Recoleta.
Cambio de paradigma
Los hoteles también supieron reconvertirse como espacios atractivos para los locales a través de sus propuestas gastronómicas: ciclos con chefs y bodegas o veladas amenizadas por DJs sets, son algunos ejemplos.
Palacio Duhau Park Hyatt puso en la agenda foodie el ciclo "Food & Wine Experience" que se realiza en los jardines del palacio y convoca a referentes de la gastronomía local, desde cocineros hasta bartenders y baristas.
El lineup consta de tres fechas anuales, cada una bajo un eje temático diferente. En lo que resta de 2023 quedan dos pendientes: septiembre, dedicada a las "Jóvenes promesas", y octubre, "Arte y gastronomía".
También realizan ciclos semanales, como los "Martes Botánicos", en la terraza del restaurant Gioia, donde ofrecen tapeo, cócteles con gin y DJ sets; o los "Viernes de jazz", con música en vivo en Duhau Restaurante & Vinoteca.
Desde su apertura, en 2012, Four Seasons Buenos Aires buscó sacudir la gastronomía local y hacer de sus espacios gastronómicos un punto de encuentro entre público nacional y extranjeros.
"Hace 10 años, en Buenos Aires, fuimos el primer 5 estrellas que tuvo restaurantes para el gusto local. Era inentendible que la propuesta gastronómica de los hoteles pasara por las cocinas francesa e italiana cuando el turista viene al país a probar la comida argentina y el local también la busca", cuenta Oliveri.
Nuestro Secreto marcó una revolución porque significó la llegada de una parrilla a un hotel cinco estrellas, algo inédito por entonces. También marcaron un hito con Elena, el primer restaurante de hotel de América latina en ingresar al ranking 50 Best Restaurants.
Y Pony Line, el bar, trajo las DJ sessions a la hotelería de lujo e hizo de la hamburguesa su plato icónico. Oliveri lo resume así: "Four Seasons Hotel Buenos Aires es un destino gourmet en sí mismo, tanto para los turistas como para los locales".
En el hotel Palladio también se ocuparon de armar una oferta gastronómica atractiva para los locales: organizan menús maridados con bodegas, pop ups con cocineros invitados, como el que hicieron hace poco con Darío Gualtieri, y hasta tuvieron su propia feria de vinos a fines del año pasado.
Es cierto, los hoteles quizás ya no sean sinónimo de viajar, pero sí de vacacionar porque nada relaja tanto como pedir room service, visitar un spa y elegir entre dos o tres almohadas para dormir.
La versión original de esta nota se publicó en el número 354 de revista Apertura.
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