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La historia de la ex empleada de Coca-Cola que robó información secreta y casi se sale con la suya, pero terminó mal

Shannon You era una buena química, una mala compañera y una ladrona. Planificó usar los datos que había robado para fundar una compañía en China. Y podría haber tenido éxito si ella misma no hubiera sido engañada.

La noche del 8 de agosto de 2017, Shannon You se retiró en una de sus últimas veces de la sede central de Coca-Cola Co., en Atlanta. Coca se debatía por conservar su lugar en la cima del mercado mundial de bebidas, mientras consumidores antaño leales migraban a marcas que evocaban acuíferos silvestres, curaciones con hierbas o rutinas deportivas masoquistas, nada que ver con la cultura de masas o la diversión gaseosa. El plan del nuevo presidente ejecutivo implicaba una reestructuración. Tendrían que irse unos 1200 empleados y a You, una química de pasados los 50 años, se le había informado semanas antes que se encontraba entre ellos.

Cada vez que una compañía despide a un empleado existe la posibilidad de que esa persona se lleve algo consigo. Coca, poseedora del más famoso secreto industrial del mundo, estaba singularmente atenta a ese riesgo. Contaba con un sistema de confidencialidad propio de un organismo de inteligencia, tal como otros conglomerados que manejan información patentada, y tenía un software que rastreaba el uso de datos de los trabajadores. Ese verano boreal, en tanto más y más empleados se enteraban de que los despedirían, el sistema de prevención de pérdida de datos empezó a emitir alertas. "Decir que esa actividad hizo saltar el sistema" sería "quedarse corto", declaró más tarde un gerente de seguridad informativa de Coca. Buena parte de esa actividad derivaba de empleados que pedían archivos personales que habían guardado en sus computadoras de trabajo: declaraciones impositivas, proyectos escolares de sus hijos, información crediticia de los bancos. Pero no fue así en todos los casos.

En concreto, Shannon You tenía acceso a parte de la información más resguardada de la compañía: una serie de detalladas recetas químicas referidas al revestimiento de plástico de 2 micrones de grosor que se hallan dentro de las latas que Coca rellenaba y vendía. Un fiscal federal luego las definiría como "las otras fórmulas secretas" de la compañía. Desarrolladas con un gran costo, posiblemente eran más importantes incluso que la receta tan teatralmente vigilada de la bebida homónima: sin el revestimiento, ese brebaje azucarado y ácido podría devorar el metal de la latita. Las fórmulas del revestimiento no eran propiedad de Coca sino de las compañías multinacionales de pintura y revestimientos a las que estaba asociada. You era responsable de evaluar las fórmulas; era una de las dos personas en Coca que tenía acceso a muchos de los detalles.

El metal de esta lata ha sido disuelto, y queda a la vista el recubrimiento de micrones de ancho.

El informe interno de la compañía sobre las actividades de la mujer esa noche de agosto comienza a las 18.02. You enchufó un disco duro Western Digital en el puerto USB de una computadora, luego trató de pasar los archivos al disco desde una carpeta titulada BPANI, abreviatura de una categoría de revestimiento. Sin embargo, como iba a ser despedida, la red interna la marcó y la transferencia fue bloqueada. Un mensaje en la pantalla le recordó que cualquier transferencia de archivos desde su máquina tendría que pasar por la cuenta de almacenamiento en la nube que la compañía había abierto con la firma Box Inc..

You descartó el mensaje. A las 18.08 enchufó otro disco duro a la computadora y trató de pasar allí los archivos, otra vez sin éxito. A las 19 enchufó de nuevo el primer disco Western Digital, pero en vez de arrastrar y llevarse los archivos, abrió el Excel y trató de guardar los archivos en el disco externo usando el programa. Eso tampoco funcionó. Como tampoco funcionó cuando quiso hacer lo mismo usando el Word a las 20.41.

No fue hasta fin de mes que encontró la solución. El 25 de agosto You usó su teléfono para sacar una serie de fotos del monitor de su computadora donde tenía abiertos los archivos. Y para entonces se enteró de otro atajo más sencillo. Tarde en la noche del 29 de agosto subió varios archivos encriptados de su computadora a su cuenta personal en Google Drive. El sistema de seguridad de Coca la dejó proceder. La noche siguiente volvió a subir más archivos.

A You no le quedaba más tiempo; el día siguiente era el último en Coca. El 17 de agosto, sin que lo supieran sus superiores, la mujer había viajado a la ciudad china de Weihai. Allí se reunió con empresarios que la estaban ayudando a fundar su propia compañía de revestimientos. Para financiar la empresa You había pedido millones de dólares en fondos estatales, y mientras estuvo en la ciudad fue a una entrevista con el fondo de subsidios Yishi-Yiyi.

Al mes siguiente debía viajar a Beijing para presentar otro pedido, esta vez ante el programa nacional de subsidios denominado Mil Talentos. El dinero ayudaría a que la compañía que iba a fundar "creara la primera línea de producción de revestimiento BPANI en China", y rompiera el "monopolio internacional" en el sector mundial de contenedores de alimentos. Los archivos de su computadora en Coca eran centrales para el plan, y al parecer ella era consciente del peligro legal en el que se había metido. "Yo soy la que al final corre con todos los riesgos", se quejó en mandarín a uno de los presuntos cofundadores en un mensaje de voz en WeChat. "Si algo me pasa, el dinero que gané no alcanzará ni para pagar a los abogados".

Tres años más tarde You fue llevada a juicio por fraude electrónico, conspiración para robar y poseer secretos comerciales y espionaje económico. Fiscales federales alegaron que las víctimas de sus delitos fueron siete compañías que, al costo de casi US$ 120 millones, desarrollaron los revestimientos, compañías contra las que ella pensaba competir. Pero la conjura del revestimiento de las latitas podría haber causado otra víctima.

Funcionarios de contrainteligencia occidentales hace tiempo han alertado sobre los programas de subsidios chinos como el de los Mil Talentos. Su finalidad declarada es contactar a científicos e ingenieros chinos que se fueron al exterior buscando oportunidades educativas y profesionales, para llevarlos de vuelta al país con la promesa de respaldo financiero y libertad frente a las trabas burocráticas si deciden fundar empresas. Y eso en parte es lo que hacen. Pero los subsidios también funcionan como botines que inducen a los emprendedores a robar secretos comerciales de firmas extranjeras, y luego usarlos para crear competidores. "La realidad es que se trata de una completa fachada de operaciones de inteligencia", afirma Jay Tabb, ex director Ejecutivo del FBI que estaba al frente de su rama de seguridad nacional cuando You fue procesada. "Ahora sabemos por muchos, muchos casos, que esos programas son una forma que tienen el gobierno y el partido Comunista chino de reclutar gente para obtener información de manera ilegal".

"La realidad es que se trata de una completa fachada de operaciones de inteligencia".

El caso de You confirma esa idea hasta cierto punto. Pero también indica que si el gobierno chino creó un sistema que incentiva el robo de propiedad intelectual, se trata de uno que es balbuceante e imprevisible. You le robó a las compañías multinacionales para las que trabajaba, pero sus socios también parece que estafaron al gobierno chino. A veces, pagar a otros para que roben en tu nombre no es más que una pérdida de dinero.

Muchos de los objetos que tocamos, y otros que no tocamos, tienen un revestimiento. Los teclados de computadoras cuentan con una cubierta especial que no se mancha con la grasa de la piel. Lo mismo sucede con las pantallas táctiles. Pinturas producidas especialmente protegen los puentes colgantes del aire salitroso, ayudan a los aviones furtivos a evadir la detección de los radares y eliminan los crustáceos que podrían adherirse al casco de los barcos. Todos son producidos y vendidos por compañías como Akzo Nobel, Dow Chemical, PPG Industries o Sherwin-Williams.

Las latitas de bebidas de aluminio son especialmente complicadas. Las fábricas más grandes producen unos 16 millones de latas por día; cada una precisa de un revestimiento interno perfectamente uniforme, que se rocía en pocos segundos. Las recetas del revestimiento se calibran en función de la receta de las bebidas, a partir de los niveles diferentes de acidez, azúcar, cafeína, aceites y, en algunos casos, alcohol. El polímero, una vez seco, no puede reaccionar de ningún modo con la bebida, ni siquiera si transcurrieron meses en las góndolas de los supermercados, ante el riesgo de que termine corrompiendo el líquido.

Toda esa complejidad confiere al sector una arraigada resistencia al cambio. Pero You llegó a Coca en un raro momento de inquietud provocado por las preocupaciones en torno a un ubicuo ingrediente de los revestimientos denominado bisfemol A, o BPA en inglés. Un cuerpo de investigaciones creciente aunque no unánime indica que el BPA puede interferir con el sistema endócrino del cuerpo, y elevar el riesgo de una serie de problemas de salud como la diabetes tipo 2 y una pubertad acelerada. En 2010 Francia prohibió el BPA en biberones, y luego expandió la prohibición a todos los envases de alimentos que se vendían en el país. Al año siguiente California, la Unión Europea y China adoptaron prohibiciones en biberones, y luego California agregó el BPA a una lista de químicos que precisaban de advertencias en productos para el consumo.

La perspectiva de más prohibiciones disparó la búsqueda de nuevos químicos para revestimientos. Pero el reemplazo del BPA era complicado; se trata de un químico sumamente bueno para unir otras moléculas de monómeros en resinas epóxicas duras y de poco peso. Las compañías dedicaron varios años y múltiples generaciones de recubrimientos para crear fórmulas que no comprometían la durabilidad. El término técnico en inglés de la categoría es BPANI, es decir "bisfemol A no intencional". La última parte indica que hasta los productos que nominalmente están libres de BPA podrían absorber rastros de su entorno.

Esta foto de You y Xu luego de que ella fuera contratada para trabajar en la compañía

de Xu fue usada como prueba en el juicio.

En la jerga de la cadena de valor de los alimentos envasados, Coca es un "llenador" que compra las latas de fabricantes mundiales como Ball Corp.. No produce recubrimientos, pero como es el principal productor mundial de bebidas con gas, sus decisiones determinan cuál revestimiento encontrará mercado.

You descubrió que estaba en una situación de gran poder en cuanto a ese proceso, mientras Coca seguía buscando mejores presentaciones BPANI. La mujer había llegado en 1990 a Estados Unidos desde China gracias a una beca universitaria, se licenció por la Universidad Kent State en Ohio, luego se doctoró en ciencia e ingeniería de polímeros en la Universidad Lehigh de Pennsylvania. Adoptó la ciudadanía estadounidense en 1999 y se estableció con su hija y su esposo en Delaware, donde ella trabajaba como química senior en el sector de impresoras 3D de DuPont. El gerente que tenía allí la definió más tarde como una de las mejores científicas con las que había trabajado.

En diciembre de 2012, Coca-Cola contrató a You como ingeniera principal en su división de investigaciones mundiales, encargada de ayudar a decidir cuál de las fórmulas de recubrimientos libres de BPA se presentarían ante el poderoso grupo de Asuntos Científicos y Regulatorios de la compañía. La tarea la convirtió en el principal contacto entre Coca y las firmas de recubrimientos, y a poco de su llegada, esas relaciones se tensaron casi de inmediato. Sus características profesionales, al igual que sus intereses de investigación, la inclinaban a la abrasión. "La doctora You era más enérgica en su comportamiento que cualquier otra persona con la que haya trabajado", declararía más tarde ante la Justicia Dan Leschnik, gerente de servicios técnicos mundiales de Nobel NV. "Demandaba información adicional, no sólo hasta el nivel de componentes sino acerca de cantidades específicas de cada ingrediente".

Las compañías nunca antes habían tenido que revelar esa información y eran sumamente reacias a hacerlo. Pero You no temía usar la influencia que derivaba de representar a una de las principales "llenadoras" del mundo. "Frecuentemente nos decía que siempre nos quedábamos rezagados, que íbamos detrás de nuestros competidores, y que ella podría ayudarnos", declaró Leschnik en su testimonio. No sólo ocurría con Akzo: a varios proveedores ella les dijo que estaban rezagados y que por lo tanto precisaban de su ayuda específica. Decía "conocer más sobre la química de polímeros que nosotros", atestiguó Tom Mallen, vicepresidente de cumplimiento y marketing tecnológico en la división de envasado de Sherwin-Williams Co., "y que nosotros le debíamos revelar a ella nuestra química para que pudiera saber a cuál material valía la pena prestarle atención".

En algún punto tenía sentido que You reclamara la mayor cantidad posible de datos sobre una nueva tecnología de envasado. Pero también existían indicios de que no actuaba meramente en nombre de los intereses de su empleador. Directivos de un posible proveedor, la japonesa Toyochem Co., se asombraron cuando ella trató de hacerles firmar un tratado de confidencialidad unidireccional, en cuyos términos sería la compañía, no ella, quienes tendrían prohibido revelar a otros cualquier información patentada. Le dijo a Takayuki Suzuki, gerente de marketing de Toyochem, que esa era una manera de eludir las complicaciones de un convenio tradicional.

Las latitas de bebidas de aluminio son especialmente complicadas. Las fábricas más grandes producen unos 16 millones de latas por día; cada una precisa de un revestimiento interno perfectamente uniforme, que se rocía en pocos segundos.

El énfasis laboral de You no siempre coincidía con sus responsabilidades. "Obviamente se interesaba mucho, mucho en la parte química, sin atender el desempeño del recubrimiento", recordó Mallen, "lo que significó un cambio importante en relación con las personas que habían ocupado ese cargo antes". La química en vez del rendimiento era el tipo de cosas que le interesaría a alguien que pretendiera fabricar un revestimiento en vez de aprobarlo.

Con el tiempo, Sherwin-Williams y otros proveedores dieron con una solución heterodoxa para sus problemas con Shannon You: crearon un acuerdo de confidencialidad a medida de You para que tuviera acceso a los detalles que exigía. De ese modo le confiaron a ella específicamente parte de su propiedad intelectual más valiosa. En dos años You había reunido una base de datos personal con fórmulas de recubrimientos que valía decenas de millones de dólares. Su computadora en la sede central de Coca era el único lugar en el mundo donde convivían esos secretos comerciales.

Hacia 2016 se percataron en Coca que también ellos tenían un problema con Shannon You. Dana Breed fue contratada ese año para supervisar la autorización de nuevos materiales utilizados por la compañía. Al igual que otros empleados que trabajaban junto al cubículo de You en la sede central de Coca en Atlanta, Breed no podía no oír las conversaciones que ella mantenía con los proveedores, y le advirtieron que tendría que usar auriculares para dejar de escucharla. "Shannon era muy animada en sus llamadas", recordó Breed durante el juicio. Era imposible no percibir lo discutible de las negociaciones.

Breed chocó de inmediato con You, quien se negó a aportar siquiera datos básicos sobre las fórmulas. Menos de un año después de la contratación de Breed le notificaron a You que sería despedida como parte de la "iniciativa de adelgazamiento" de Coca. Incluso en ese punto los intentos de la empresa por afrontar su acumulación de fórmulas de recubrimientos fueron improvisados. El departamento de IT nunca fue informado de que ella tenía información excepcionalmente valiosa que debería estar sujeta a una protección adicional. El 3 de agosto, en tanto Coca se aprestaba para trabajar con las compañías químicas para desandar el inusual acuerdo de confidencialidad, Breed entregó a You un disco duro externo y le ordenó que pusiera las fórmulas allí, aunque si You hubiera tratado de cumplir habría disparado las mismas medidas de protección que iban a disparar temporalmente sus posteriores intentos de transferir de datos después de hora. Breed trataba de contactarla todos los días. You no respondía los mensajes ni era posible encontrarla en su escritorio.

El 31 de agosto, su último día en Coca, You encontró trabajo en Tennessee en Eastman Chemical Co..

Allí iba a ganar US$ 157.000 anuales, una leve suba frente al salario en Coca, con una bonificación inicial de US$ 15.000. Al no poder dar con ella, Breed revisó el cubículo vacío de You y encontró el disco duro vacío.

No está claro en qué momento exactamente You empezó a contemplar independizarse, pero la correspondencia con su tía, Fan Hongmei, indica que las dos llevaban una década hablando del tema. Fan vivía en China. En los voluminosos registros de comunicaciones presentados como pruebas en el proceso a You, Fan se muestra como una presencia aduladora, incansable, y la idea de crear una empresa china subsidiada parece haber surgido de ella. Con una hermana y la madre enferma en China, You halló atractiva la idea. Además estaba el dinero. En su postulación al programa de los Mil Talentos, You calculó que el mercado de recubrimiento BPANI en China, que carecía de un proveedor nacional, valdría anualmente unos 20.000 millones de yuanes (US$ 2900 millones).

Hay otra posibilidad: que la fabricación de postulaciones fuera parte de una estafa mucho más grande y cínica.

A comienzos de 2017, Fan conectó a su sobrina por WeChat con Liu Xiangchen, gerente General de una compañía química llamada Weihai Jinhong Group, con sede en Weihai, en la provincia de Shandong. Una foto de Liu descubierta luego por el FBI muestra a un hombre con expresión desconfiada y un mechón de cabello en la frente. Su idea era que la compañía produjera primero los recubrimientos y luego crearan una empresa independiente. A cambio por supervisar el proceso sería el dueño del 5 por ciento de la nueva firma. You sería la directora de tecnología y poseedora de un tercio de la firma. Buena parte del resto de la propiedad quedaría en la familia: Fan tendría una gran tajada, al igual que su esposo y dos tías de Liu.

Liu se presentaba como un experto en conseguir dinero estatal. Para el nuevo emprendimiento Liu se postuló en nombre de You a programas nacionales y provinciales por un total de entre 30 y 50 millones de yuanes.

De marzo a agosto de 2017, mientras se terminaba la permanencia de You en Coca, Liu se abocó a crear una versión alternativa y más consumada de la mujer para presentarla a las postulaciones. Parte del mejoramiento fue meramente cosmético: en un mensaje de WeChat, Liu le pedía a You que se sacara otra foto de perfil. "Si pudieras alisarte el cabello sería grandioso", escribió. Otras mejoras eran más relevantes. En marzo Liu pidió a You una carta de verificación de Coca que la identificara como directora de tecnología de la compañía, una meteórica promoción imaginaria. You primero se resistió pero en una posterior presentación de PowerPoint para la beca de los Mil Talentos indicó que se había "desempeñado como directiva o encargada de tecnología en seis compañías distintas de las 500 de Fortune", una definición que sólo era cierta si se aceptaba una generosa definición del "o". Más significativo era que la postulación de You alegaba falsamente que ella misma había "fabricado la producción del recubrimiento BPANI más avanzado de segunda generación, junto con tecnologías de preparación".

Casi tan importante fue la ficción creada en torno a la tecnología que usaría la nueva compañía. Los investigadores descubrirían luego en el disco duro de You una licencia de Coca que daba permiso a Weihai Jinhong a utilizar su recubrimiento BPANI y sus técnicas de producción. Esa licencia, que se menciona múltiples veces en la postulación a los Mil Talentos, era falsa puesto que Coca no podía otorgar licencias por las tecnologías pertinentes. Pero lo más seguro es que la postulación no fue leída con ojo crítico gracias a una medida adicional que tomó Liu. En un mensaje de WeChat de septiembre, Fan decía que Liu había pagado un soborno de 10.000 yuanes para facilitar el proceso de postulación. Hay indicios de otros sobornos.

La postulación de You a Mil Talentos.

Tras la presentación de You en Weihai en agosto de 2017 en respaldo de la postulación al programa de subsidios provinciales de Shandong, Yishi-Yiyi, y su posterior defensa de la postulación a Mil Talentos en un centro de conferencias de Beijing un mes más tarde, las respuestas eran prometedoras. En octubre Liu le comunicó que "las reseñas del proyecto de inversiones científicas y tecnológicas de Yishi-Yiyi fueron mayormente buenas. Salvo algo imprevisto, el proyecto debería ser autorizado oficialmente". Fan agregó que a fines del otoño boreal podrían iniciar los preparativos de la nueva empresa.

Sin embargo, otros miembros de la familia You empezaron a preocuparse por su emprendimiento. Una hermana en California le envió enlaces a noticias sobre investigaciones del FBI a participantes de los Mil Talentos. Otra hermana en China expresaba inquietudes similares: "¡Los norteamericanos son muy malos! ¡Por todos lados inculpan a los chinos!", le advertía en un mensaje de audio en WeChat. You las tranquilizó pero tampoco ella confiaba en los socios. Su preocupación principal no era que la atraparan sino que la estafaran. En febrero de 2018 Liu recibió la confirmación oficial de que You había obtenido las ayudas de los Mil Talentos y del Yishi-Yiyi, lo que la acreditaba para recibir unos 5 millones de yuanes durante cuatro años. Aunque no todas eran buenas noticias: también Weihai Jinhong había recibido un subsidio empresario, pero una fracción del que había solicitado Liu. Y tras el júbilo inicial, pasaron meses sin que You viera el dinero. "Todo este entusiasmo, un entusiasmo inútil", se quejaba en un mensaje de voz por WeChat a Liu. El recelo terminó por dominar su correspondencia. "Si no tengo el dinero en la cuenta ni siquiera empezaré", amenazó en una serie de mensajes de voz a Liu. "No quiero ni hablarlo. No es que me estoy muriendo de hambre como esos chinos que volvieron porque las cosas no les iban bien". Al contrario, a ella las cosas le habían salido bien en Estados Unidos. "Allá gano mucho dinero. Ustedes solo dicen tonterías. ¿Me quieren estafar?"

En un texto a Fan, Liu se defendió recordando su año de trabajo en aplicaciones falsas, los riesgos que había corrido al engañar al gobierno chino sobre las características de la tarea de You, y la redacción de una fraudulenta autorización de licencia por parte de Coca de 29 páginas. Después de todo eso era You, y no él, quien recibiría el subsidio, un premio que "a ella no le representa ningún riesgo, sólo fama y riqueza". Por su parte, Fan trató de calmar a su sobrina: tras pasar décadas en Estados Unidos se había olvidado cómo se hacían las cosas en China.

Tampoco había apuro en cuanto a la propiedad intelectual que aportaría You. El plan era que la rama de Weihai Jinhong formara primero una sociedad con un proveedor extranjero -la compañía italiana Metlac SpA, una importante firma de recubrimientos de Europa, parecía una buena candidata- para usar de manera legítima las licencias de fórmulas existentes en la producción para el mercado chino. Luego, pasados unos años, You y su equipo podrían incorporar silenciosamente a los productos las fórmulas BPANI que se había llevado de Coca, ahorrando años de pruebas y errores. El producto resultante no sería exactamente el mismo que, digamos, el de Akzo Nobel o Sherwin Williams. "No somos estúpidos -dijo Fan en un mensaje de voz de comienzos de 2018-. Como máximo, la tecnología se parecerá un poco, pero nadie podrá probarlo". Y había muchos precedentes de la estrategia, agregó.

Menos de un mes después You volvió a Weihai para firmar su contrato laboral con Weihai Jinhong. Su incorporación oficializó la nueva empresa del recubrimiento, le fijó una participación del 33,5 por ciento y le asignó un salario de 600.000 yuanes por año. Unas tres fotos recuperadas más tarde del iPhone de You documentan la ceremonia. You aparece sentada al lado del CEO de Weihai Jinhong, Xu Dongguo, cuyo cabello canoso recortado le da un aire militar. En la última foto You estrecha la mano a Xu y sonríe, el puño izquierdo cerrado al costado.

El tiempo de You en Eastman Chemical fue breve y más tumultuoso que su paso por Coca. Eastman, una escisión creada en 1994 de la antaño poderosa Eastman Kodak Co con sede en Kingsport, Tennessee, es un productor importante de polímeros que utilizan las compañías de recubrimientos. Impresionados por los antecedentes de You y su experiencia en Coca, sus nuevos empleadores querían su ayuda para mejorar los compuestos, no los de las bebidas, donde la compañía contaba con un fuerte programa de investigaciones, sino en alimentos, latas de atún y sopas que demandaban sus propios tipos de revestimientos.

Sin embargo, desde el comienzo You mostró un terco empecinamiento en las latas de bebidas. Uno de sus supervisores en Eastman era Deep Bhattacharya, entonces director mundial de tecnología en el sector de recubrimientos y tintas de la compañía. "No era raro descubrir que ella pasaba mucho tiempo tratando de determinar qué hacía Eastman en el sector de las bebidas", declararía más tarde.

Tampoco había cambiado su manera de tratar a la gente. Solía "menospreciar a las personas", agregó Bhattacharya. Acostumbraba decir que era "famosa".

Eso era cierto, al menos en el sector de la química de recubrimientos. Cuando los proveedores de Coca se enteraron de su contratación por Eastman, varios se comunicaron con su nuevo empleador. Sherwin-Williams envió una carta recordando a la compañía química su responsabilidad legal de asegurarse de que ella no usara la información de su contrato especial con Coca. "Muchos de nuestros clientes expresaron su preocupación respecto de que You trabajara en esos proyectos debido a la experiencia que habían tenido cuando ella estaba en Coca", dijo Bhattacharya en testimonio judicial.

Shannon You tenía acceso a parte de la información más resguardada de la compañía: una serie de detalladas recetas químicas referidas al revestimiento de plástico de 2 micrones de grosor que se hallan dentro de las latas que Coca rellenaba y vendía.

Su personalidad laboral también hacía más evidentes sus ausencias prolongadas. El viaje a Beijing ocurrió a las dos semanas y media de haber ingresado a su puesto. La primavera boreal siguiente, en abril de 2018, hizo un viaje de negocios a Shanghai para conocer a miembros del equipo técnico de la compañía y asistir a una conferencia del sector en Guangzhou. El viaje debía durar dos semanas. Mientras estaba allí se entrevistó con posibles clientes, dando a entender que lo hacía a nombre de Eastman, pero se negó a incluir en las reuniones a colegas locales de la firma. Se reunió con Weihai Jinhong y firmó el documento de asociación con el CEO de la compañía, Xu. En todo ese período debía responder correos cada vez más exasperados de sus jefes en Eastman. "Saludos Shannon, hay mucha preocupación por este viaje", empezaba uno de ellos. Al final permaneció más de un mes, luego pidió trabajar una semana más desde su casa de Atlanta.

En ese tiempo You quería contactarse con el proveedor italiano Metlac para combinar la colaboración en el mercado chino. Dio a entender a Metlac que iba a ir acompañada por el CEO de Eastman, Mark Costa. Pero luego avisó que a él se le había complicado. Se ofreció ella misma para hablar con el CEO de Metlac, Pier Ugo Bocchio, no necesariamente sobre Eastman sino acerca de una compañía china que, según lo expresó, estaba "muy interesada en trabajar con ustedes para entrar en el sector". Luego los investigadores encontrarían fotos que ella, en contra de las normas de la compañía, tomó con su teléfono de equipos especializados en los laboratorios de Eastman. También hallaron mensajes enviados por You a vendedores desde su dirección de mail en Eastman en los que los consultaba sobre equipos similares para un laboratorio en China. Nadie en Eastman le había pedido que equipara esos laboratorios, y nadie tenía idea de por qué lo hacía.

El 21 de junio de 2018, You recibió una invitación por mail para reunirse por la tarde con Bhattacharya, otro de sus supervisores y una representante de recursos humanos. Media hora antes del comienzo de la cita, You pasó 11 minutos subiendo archivos de su computadora laboral a la misma cuenta en Google Drive que diez meses antes había usado para eludir las prevenciones de pérdidas de datos en Coca. Durante el encuentro Bhattacharya le entregó una lista impresa de las preocupaciones de Eastman sobre su rendimiento laboral. La conversación pronto se agrió. "Ella se negó a leerlas -declaró Bhattacharya en testimonio judicial-. Me las arrojó desde el otro lado de la mesa". La gerente de Recursos Humanos, Ashley Angles, decidió suspender la reunión. Le pidió a You que trabajara desde su casa el resto del día para tranquilizarse.

Lo que You hizo entonces aceleró el fin de su carrera en Eastman. Se retiró del edificio que alberga la división de investigaciones tecnológicas de la compañía y sus laboratorios. En vez de ir a su casa atravesó el predio de Eastman hasta las oficinas ejecutivas, donde permaneció las siguientes dos horas. Pasó su tarjeta y fue a buscar al supervisor de Bhattacharya. Cuando no pudo encontrarlo pidió ver al director de tecnología, una de las personas de mayor jerarquía. Cuando le informaron que estaba ocupado trató de interrumpir sus reuniones. Entonces le pidieron que se retirara del edificio hasta que por fin lo hizo.

En ese momento el departamento de RRHH de Eastman resolvió despedirla, y todo habría terminado allí si las cosas se hubieran desarrollado de manera diferente. A pesar del reguero de socios empresarios alarmados y colegas consternados que iba dejando a su paso, You podría haber seguido adelante, aprovechando su experiencia en Eastman como antes había hecho con Coca. Pero esa noche, cuando finalmente volvió a su casa, se registró en la red interna de la compañía y copió los documentos que había guardado en Google Drive en un disco duro personal conectado a su laptop de uso laboral. El departamento de IT de Eastman, que cada vez había tenido más preocupaciones en relación con You, se puso en alerta: la mañana siguiente un técnico pudo reconstruir lo que ella había hecho indagando de manera remota en el sistema operativo de su laptop.

La tarde del 22 de junio You fue invitada a otra reunión en la que le informaron de su despido. Según Angles, recibió la noticia con asombrosa ecuanimidad. Luego la directiva le pidió el disco duro con los datos confidenciales. You pareció ponerse nerviosa, recordaría Angles en el juicio, y respondió que el disco estaba en su casa. Reacia a permitir que You se fuera sin recuperar el disco, Angles, junto con un gerente de Seguridad y un gerente de IT, la acompañaron hasta su casa en una caravana improvisada y esperaron mientras lo buscaba.

En el predio de Eastman, un técnico de seguridad en IT examinó el disco duro y encontró algunos archivos personales de You y los datos de Eastman que había robado. También encontró documentos de Coca, organizados cuidadosamente en carpetas con los nombres de las compañías químicas a las que se los había robado. El principal investigador internacional de Eastman, un exagente del FBI, se comunicó con sus excolegas para entregarles el dispositivo de You.

Mientras tanto, You consiguió rápidamente otro empleo como ingeniera principal en XG Sciences, un productor de nanomateriales en Michigan. Volvió a viajar a China, donde Liu le dio algo de dinero, y Xu la guió en el proceso de comprar un lujoso departamento que pudiera contar con un lugar en China donde volcar su dinero.

En septiembre de 2018 You volvió a Estados Unidos y ya en el aeropuerto de Atlanta fue recibida por agentes de la Dirección de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP). Los agentes no lo dijeron entonces pero estaban actuando a nombre del FBI, que desde su oficina de campo en Tennessee, había obtenido una orden de inspección del disco duro recuperado por Eastman. Luego harían lo mismo con las cuentas de You en Yahoo! Y Google. Los agentes mandaron los archivos hallados en los aparatos de You a las compañías cuyos nombres aparecían mencionados; las firmas confirmaron que era información patentada. En el aeropuerto de Atlanta You fue llevada a un pequeño salón de entrevistas, donde los agentes revisaron su laptop, dos teléfonos y un disco rígido. Cuando un agente de la CBP empezó a leerle preguntas que figuraban en una lista, You se la quitó, las leyó ella misma y escribió las respuestas directamente en el papel.

Al recibir los dispositivos, You borró su historial en WeChat, que los agentes ya habían copiado. Siguió adelante con sus planes. En noviembre de 2018 hizo otro viaje a Italia con sus socios chinos y funcionarios de Weihai para reunirse de nuevo con Metlac. Antes la compañía no se había pronunciado. Ahora fue definitiva: no quería participar del pacto propuesto, y tampoco quería trabajar con You. Sin un socio establecido en el sector, el equipo de Weihai Jinhong no podía continuar.

Hay otra posibilidad y es la que You parece haber aceptado: que la fabricación de postulaciones fuera parte de una estafa mucho más grande y cínica. En algún momento Liu y Xu deben haberse percatado de que, en vez de invertir el dinero público en un emprendimiento azaroso con una personalidad volátil, simplemente podrían embolsarlo. "Ahora el principal problema es que no sé en qué está metido Liu Xiangchen", dijo You en un mensaje de WeChat a sus familiares. "¡Sólo dice tonterías todo el tiempo! ¡Sólo tonterías!".

La tía de You había expresado preocupaciones similares. Fan advirtió en WeChan que cuando Weihai Jinhong tuviera parte del dinero del gobierno no tendría que hacer nada respecto del emprendimiento. Liu podría gastar el dinero por su cuenta y atribuirlo al costo de tratar de fundar una empresa, una explicación aceptable en caso de que algún funcionario decidiera dar un vistazo. Podría "utilizarlo como quisiera, en comida y bebida, para comprar regalos, atender relaciones personales, y para eso bastaría con que le emitieran facturas".

Aunque sugestivas, las pruebas descubiertas por los investigadores no resolvieron la cuestión. Los intentos de comunicarse con Liu o Xu por teléfono o mail fueron infructuosos. Bloomberg Businessweek no pudo hallar información de contacto de Fan. Weihai Jinhong no respondió una consulta enviada a través de su página web oficial, y tampoco fueron respondidas las llamadas a la oficina legal de la compañía.

Con todo, hay pruebas de que el mismo gobierno chino había empezado a preocuparse por el fraude generalizado en sus programas de financiamiento tecnológico. Después del fracaso en años recientes de varios proyectos de microcircuitos respaldados por el estado, las autoridades anticorrupción de China anunciaron la investigación del funcionario del gabinete a cargo de la política industrial y de tres directores del Fondo Nacional de Inversiones en Circuitos Integrados, el principal vehículo interno de China en el desarrollo de las capacidades nacionales de producción de chips. Puede que esas pesquisas sean una manera de encontrar culpables por el fracaso de iniciativas tecnológicas de gran relevancia, pero no son el único ejemplo. También hay denuncias de defraudaciones generalizadas en el mercado de vehículos eléctricos, un sector con apoyo estatal.

El 12 de febrero de 2019, un gran jurado federal en Tennessee presentó cargos por defraudación y robo de secretos comerciales contra You y Liu. Dos días más tarde, el FBI detuvo a You en su departamento de Lansing. Los agentes también allanaron su casa en Atlanta y entrevistaron a su esposo en su hogar en Massachusetts (el hombre se quedó sin trabajo después del arresto). En la casa de Michigan, donde You había vivido por meses, los agentes notaron que apenas tenía muebles, y había colchones en el piso y, en el living, una caja que contenía un disco duro Western Digital. En un gabinete en la cocina había un maletín. Cuando los agentes consiguieron abrirla encontraron unos US$ 4000. Allí también estaban todos sus otros documentos personales importantes, como el pasaporte, diplomas y un certificado de matrimonio. Se proponía fugarse.

Los agentes llevaron a You a la oficina del FBI en Grand Rapids, Michigan, y hablaron con ella durante poco más de dos horas. Cuando Bill Leckrone, investigador del caso, le pregunta sobre Weihai Jinhong, ella insiste al principio que sólo ofició de enlace, colaborando para que Metlac pudiera entrar en el mercado chino. Ante la pregunta por el papel de su tía, responde que Fan posiblemente quería darle a su sobrina una excusa para volver a China y pasar tiempo con ella.

El 22 de abril de 2021, el jurado llegó a un veredicto de culpabilidad en todos los cargos. En mayo de 2022 You fue condenada a 14 años en una prisión federal.

Cuando Leckrone revela cuánto de la vida digital de You había llegado a conocer, la mujer admite un papel cada vez más grande. Pero aclara que los planes referidos a la compañía "sólo eran palabras". El contrato que había firmado era "sólo un papel" y no significaba nada. "Nunca tuve la intención de desarrollar nada", dice. Sí parecía que se había guardado las fórmulas de los recubrimientos: una de las frases que decía a sus socios era que tendrían que pagar para que ella les diera algo.

En agosto de 2020 un gran jurado federal presentó un nuevo pedido de procesamiento que agregaba la acusación de espionaje económico, porque You supuestamente había actuado para beneficiar a un gobierno extranjero mediante la empresa que apoyaba, y también se agregó entre los acusados a la tía. Durante el juicio a You celebrado en abril de 2021 en Tennessee, sus abogados sostuvieron que las fórmulas de cuyo robo se la acusaba no eran secretos comerciales y llamaron al estrado a un abogado de patentes llamado J.D. Harriman. Este abogado alegó que un experto en química razonablemente formado podría haber dado con las fórmulas por su cuenta a partir de datos disponibles al público, con lo que contradijo el testimonio de directivos de compañías de recubrimientos que lo habían precedido. La defensa también llevó al estrado a la directiva de Coca Yu Shi: en aquel tiempo, You y la investigación general de la empresa sobre recubrimientos habían estado bajo su supervisión.

El otro testigo de la defensa fue la hija de You, Linda Xu, científica informática en Google. Xu habló de la crianza en una familia pequeña e itinerante que a veces tenía que separarse en tanto sus padres conseguían y perdían puestos de trabajo. Cuando su madre empezó a trabajar en Coca los padres se enamoraron de Atlanta, y You quería jubilarse allí.

En el proceso Xu recordó dos vacaciones a Italia cuando ella estaba en la universidad y su madre seguía en Coca. La familia se alojó con los Bocchio, la familia propietaria de Metlac. "Hubo muchos brindis que puedo recordar -dijo- en que festejaban que habían obtenido la autorización de algo, y hablaban con entusiasmo de la apertura de mercados en Estados Unidos, Europa y Asia".

El 22 de abril de 2021, el jurado llegó a un veredicto de culpabilidad en todos los cargos. En mayo de 2022 You fue condenada a 14 años en una prisión federal. Coca-Cola y Eastman se negaron a comentar acerca de la causa. La abogada de You, Corey Shipley, no respondió mensajes, como tampoco lo hicieron representantes de Metlac.

"El gobierno fabricó totalmente la causa", sostiene You. Son pocos minutos antes de las 17 del 13 de octubre, y ella habla desde la penitenciaría de baja seguridad en Aliceville, Alabama, donde cumple la condena. Responde a una carta -que había recibido la noche anterior- en la que se le pedían comentarios sobre este artículo. Habría llamado más temprano, explicó pidiendo disculpas, pero estaba cumpliendo sus tareas en la fábrica de la cárcel.

"Son prejuicios", afirma sobre la causa en su contra. "Soy ciudadana naturalizada, tengo una buena educación y soy muy conocida en el sector, y viajé a China a hacer negocios. Por eso me apuntaron". Todo es político. Tennessee es un "estado republicano", agrega. "El juez está totalmente del lado del gobierno". Y el jurado no entendió los matices de los secretos comerciales. "Esto no es como un robo, drogas o asesinatos -señaló-. Yo tenía en mi casa unos archivos que alguien me mandó. Y ellos dicen que eso es una prueba".

La conversación no es larga, los internos de Aliceville sólo pueden hablar 15 minutos. You propone otro llamado la tarde del día siguiente, y tal vez más después. Tiene mucho por decir; está trabajando atentamente en su apelación y señala que un día después hablará con su abogado. Al horario convenido por la tarde no se comunica. Meses después, en respuesta a otro mail, escribe que su abogado le aconsejó que por el momento no hablara con la prensa. "Los contactaré después de la apelación -escribe-. Ansío contarles la verdad".

Esta nota se publicó en el número 354 de revista Apertura.

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