De la maternidad al liderazgo: los desafíos que enfrentan las mujeres en el ámbito corporativo
Aún sigue existiendo una brecha entre el talento femenino y el masculino en los puestos de decisión. En primera persona, las líderes de hoy nos cuentan cómo lo lograron y qué hacen para que haya más como ellas en el futuro.
El camino de las mujeres hacia un puesto de liderazgo tiene puntos en común con el de los hombres, pero también tiene aristas que aún deben seguir limándose para que más talentos femeninos lleguen a estas posiciones. Entre ellos, la maternidad y bajar un poco la vara de la autoexigencia al momento de aceptar un ascenso.
Según datos de PageGroup, en Argentina el 19 por ciento de quienes integran los consejos directivos en las empresas son mujeres y el 14 por ciento está a cargo de la presidencia. Y los números empeoran cuando pasamos a la región.
Según la experta en Personal Branding, Soledad Depresbitero, aunque hubo avances, aún cuesta que haya más líderes femeninas. "Las mujeres en América Latina han aumentado su presencia en roles de liderazgo, pero el porcentaje sigue siendo mucho menor que el de los hombres. En 2024, según McKinsey & Company, solo el 8 por ciento de los puestos en comités ejecutivos están ocupados por mujeres en la región, y en países como México y Brasil, esas cifras son aún más bajas. Las barreras como la seguridad personal, el doble rol de las responsabilidades familiares y la falta de capacitación y redes de apoyo persisten. Sin embargo, no pierdo las esperanzas."
"Si bien hay algunos avances, sin duda a las mujeres les sigue costando llegar a espacios de liderazgo. Hay sectores económicos donde el pipeline casi no tiene mujeres, por ejemplo la construcción, la minería o en petróleo y gas. En construcción las mujeres son el 5 por ciento, en minería promedian el 11 por ciento y en oil & gas el 19 por ciento. En estos casos, quienes ocupan espacios de decisión en su mayoría son hombres, y no se puede afirmar que estemos frente a un techo de cristal. Aquí el problema radica en la base de la pirámide y se tienen que enfocar los esfuerzos en la incorporación de mujeres desde abajo", describe Carolina Villanueva, fundadora de Grow- género y trabajo.
Como explica Tamara Vinitzky, directora ejecutiva de Desarrollo de Negocios de Banco Comafi, "algunas empresas, algunos líderes, por convicción buscan generar igualdad de oportunidades y que después quede el mejor. Otros, sin demasiada convicción, lo hacen por necesidad, porque se les exigen cupos, por pedidos de su casa matriz del exterior, pero en definitiva tienen que salir a buscar qué mujeres con buen nivel, con buenas capacidades hay para cubrir un determinado rol. Y otros se siguen preguntando por qué continuamos hablamos tanto de mujeres. La realidad es que el día que la igualdad de oportunidades exista creo que no será un tema necesario, pero hoy en día no hay igualdad y por eso se sigue hablando del tema".
"Este año, en el Coloquio IDEA, me sorprendí gratamente al ver que cada vez somos más mujeres las que participamos de este espacio. Años anteriores la cantidad de mujeres no era representativa, era buscar una aguja en un pajar, pero ahora, si mirás las fotos, nos perdemos en la multitud", añade Vinitzky.
Entonces, las ejecutivas coinciden en que la cultura organizacional y social es parte de lo que se debe transformar. "No creo que sea algo que nos cueste a las mujeres, sino que históricamente hemos tenido más barreras de acceso a roles de liderazgo. Un estudio de IBM, realizado a más de 2500 personas de diferentes empresas del mundo, reveló que los encuestados estimaron que una paridad de género en el liderazgo podría ocurrir en 10 años. A su vez, el 45 por ciento de las organizaciones considera el avance de más mujeres en roles de liderazgo como una prioridad formal, pero este movimiento aún no refleja un cambio sustancial en la paridad de género en el liderazgo, de acuerdo con el mismo informe", analiza Paula Horita, líder de Inteligencia Artificial (IA) y Software para IBM Argentina, Uruguay y Paraguay.
Lucila Ferrari, gerente de Recursos Humanos de Natura Argentina, señala que "resulta fundamental seguir visibilizando el tema, mantenerlo en agenda, para movilizar a las empresas a acompañar ese cambio. Sigue siendo conversación e incluso lo podemos ver en cifras como la brecha salarial que en nuestro país sigue existiendo y asciende a más del 27 por ciento. E invitar a la reflexión para generar cambios coherentes y consistentes en torno al tema es la única manera de cambiar esta situación".
Desde una industria masculinizada, Claudia Borbolla, gerente de Asuntos Públicos de Total Austral, observa que "temporalmente, estamos en una época de transición, y nos toca ser el punto de inflexión de un cambio cultural. Es importante no claudicar, seguir firme con la convicción de que se han de valorar los esfuerzos y capacidades de igual manera entre hombres y mujeres. Empezar con el prejuicio de que no llegaremos no es la manera, debemos ser optimistas y ponernos un objetivo a cumplir".
"El camino hacia el liderazgo femenino no solo está evolucionando, sino que también se está fortaleciendo. Las mujeres líderes de hoy estamos reescribiendo las reglas y, con cada paso, inspiramos a más personas a avanzar. El futuro es inclusivo y colaborativo, y nuestra participación es clave para construir organizaciones más equitativas, humanas y exitosas", complementa Verónica Climent, head de People & Culture de Santander Argentina.
En consonancia con lo dicho, hoy muchas mujeres desembarcan al board de una organización como un acto inédito. Es el caso de Sofía Córdoba, gerente de Calidad en Grupo Bimbo Argentina, que es la primera en ser parte del Comité Directivo. "No solo me enorgullece a mí, sino a esta compañía que apostó sin sesgo, y con mucha confianza, rompiendo paradigmas", anuncia.
Encontrar el valor
"En el mundo empresarial lo más difícil para una mujer es ser validada, entonces ahí toma mayor relevancia y, por ende, un esfuerzo extra, la formación profesional y los vínculos que una va generando, de quién se aprende, sobre todo lo estratégico", dice Romina Marceletti, directora de Cultura y Experiencia de las Personas de Konecta.
En este sentido, esta ejecutiva señala que "si una tiene la oportunidad de ser decisora en entornos empresariales, es fundamental promover entornos seguros, equitativos y positivos".
En esta tarea de autoconocerse y valorarse se reconoce Sol Arce, directora de RR.HH. de Holcim. "Al comienzo tuve más obstáculos que habilitadores. Muchos eran obstáculos propios, falta de confianza, no poder proyectar, estaba creciendo en culturas más limitantes", recuerda.
Hoy, en la industria de la construcción esta directiva traslada lo aprendido a otras mujeres y genera proyectos que puedan impulsar una mayor presencia femenina en su sector. "Lo que me ayudó es haber conocido modelos viables de liderazgo, es decir, una opción que no me obligaba a sacrificar una cosa en pos de la otra", dice Arce.
En otro sector masculinizado como el logístico, Livia Armani, COO SpaceGuru, reconoce que tuvo que en ocasiones tuvo que "poner más esfuerzo, porque primero tienen que conocerte, probar que somos idóneas para que confíen en nosotras. No tuve miedo al sentarme a una mesa, no pienso en estereotipos de género, pero se requieren más mujeres que se animen a ocupar estos espacios. Visibilizarse para incentivar a futuras líderes".
Del mismo modo, en el mundo fintech, Valeria Czarnota, chief People Officer de Interbanking, sostiene que uno de sus principales objetivos "es fomentar que todas las voces, especialmente las de las mujeres jóvenes que buscan participar y desarrollarse en sectores como el tecnológico y el financiero, sean escuchadas y valoradas. De este modo, promovemos la creación de espacios seguros donde cada persona pueda ser auténtica, expresarse libremente y contribuir al éxito colectivo".
"Programas como las becas de Chicas en Tecnología y el taller Digital Mindset, son ejemplo de algunas de las acciones que implementamos en nuestro compromiso con el desarrollo profesional y laboral de las mujeres", agrega Czarnota.
"Las mujeres debemos hacer un esfuerzo en trabajar nuestra visibilidad, mostrar que sí podemos, que sí sabemos, que sí estamos disponibles para los desafíos. En un mundo donde los mayores decisores son hombres esto se hace aún más difícil, las mujeres deben hacer un esfuerzo en demostrar", refuerza Lucía Dellagiovanna, head de Talentos, Relaciones Institucionales y Sustentabilidad del Grupo Los Grobo.
Es por eso que para Andrea Mortvin, CFO de Smurfit Westrock Argentina & Chile, el trabajo de quienes ya son líderes es "ayudar a habilitar el empoderamiento de las más jóvenes, quienes están comenzando su camino en el mundo corporativo, mostrándoles con el ejemplo que es posible lograr una carrera sin tener que resignar nada".
Estefanía Calderón, general manager de Monks Argentina, señala que el esfuerzo estuvo en escucharse y que la escucharan. "Los comités directivos están mayormente formados por hombres, entonces hacerse escuchar en una mesa así es muy complejo, porque hay otros códigos: se escucha al que habla más fuerte."
"Si tenemos la voluntad de alcanzar posiciones de liderazgo, debemos trabajar en hacernos más visibles, incrementar nuestra red de contactos y estar preparadas para cuando llegue el momento o la oportunidad, sin abandonar nuestra esencia. En mi opinión, el mayor éxito se alcanza cuando podés alinear tus tareas a tu propósito y desplegar al máximo tu vocación", impulsa Belén Wagener, Compliance Officer en Telefónica Movistar Argentina.
Coincidentemente, Natalia Dimare, HR&GA manager South Region de Sumitomo Chemical, aconseja: "Ser fieles a nosotras mismas, con la plena convicción de lo que podemos aportar sin que nada ni nadie nos haga dudar, atreviéndonos a ejercer con la misma seguridad que lo hacen los hombres, sin miedo a que nos excluyan".
"Como líder tengo la responsabilidad de abrir puertas para las nuevas generaciones, demostrando que es posible alcanzar posiciones de liderazgo. Me esfuerzo por ser una referente accesible y crear espacios de mentoría donde las mujeres jóvenes se sientan acompañadas y motivadas. Además, es importante promover procesos de selección inclusivos que garanticen una mayor representación femenina en áreas estratégicas", dice Sofía Arrobas, chief Business Development Officer Naranja X.
Por su parte, Mariana Vázquez, directora Regional Personas y Cultura de Universal Assistance, sostiene que "son las más jóvenes las que están haciendo el camino más fácil a las que tenemos más recorrido. El mayor desafío de los jóvenes para desarrollarse profesionalmente es su inteligencia emocional, como canalizar expectativas, como administrar el exitismo que el contexto exige".
Silvina Diakow, directora de Administración y Finanzas de Cruz del Sur, empresa miembro de CEDOL, recomienda "vencer el temor y tener en confianza en una misma. Las mujeres que ocupamos posiciones de liderazgo, tenemos la responsabilidad de empujar a que haya más talento femenino en puestos importantes".
¿Ser madre o la carrera?
Ser madre y líder en las empresas a menudo está rodeado de falsas creencias que limitan el camino profesional de quienes alcanzan o quieren llegar a estos roles. "Entre los mitos más comunes se encuentra la creencia de que las madres no pueden ser líderes efectivas porque la maternidad reduce la productividad y de que deben elegir entre familia y desarrollo de carrera", sostiene Mariana Previgliano, head de People & Culture Argentina, Chile y Perú de PageGroup.
"Desde mi experiencia ejerciendo roles de liderazgo y maternidad, puedo decir que hay momentos donde es necesario tomar decisiones que impactan momentáneamente en la familia y otros donde el impacto está en lo laboral, pero elegir cuándo y cómo impactan está en nuestro control", agrega Previgliano.
Un camino similar atravesó Sandra Olive, managing partner de Backer & Partners, quien desaceleró conscientemente su carrera en los primeros años de sus hijos, pero sintió el peso de la carga mental. "Trabajaba fuera de casa, al igual que muchas otras mujeres y el papá de mis hijos. Sin embargo, la mayor parte de la responsabilidad del hogar recaía sobre mí: la casa, los chicos, el cuidado de los mayores. Todo eso se sumaba a mis compromisos laborales, lo que no era fácil de manejar."
También, hay mujeres que a partir de su experiencia con la maternidad tienen la posibilidad de diseñar acciones para acompañar a las madres en su proceso de maternar. Es el caso de Familia Zuccardi, que optó por generar centros culturales, y dentro de éstos sumar un jardín de infantes.
"Es un aporte muy grande. Desde que tenemos estos espacios, creo que le hemos dado a la mujer la posibilidad de no tener que elegir o de congeniar más fácilmente la maternidad y la vida laboral. Hoy todas las chicas y mujeres que trabajan con nosotros tienen la posibilidad de tener a sus hijos en el horario de trabajo (de 9 a 18) en nuestros jardines maternales, lo que implica que sus bebés y sus hijos están cuidados, máximo a 100 metros de su puesto de trabajo", explica Julia Zuccardi, responsable de Hospitalidad y Turismo de Bodega Santa Julia.
Además, a los dos meses, cuando vuelven a su trabajo, su hijo está en el jardín. "No tienen que dejar de amamantar porque cada vez que su bebé necesite pueden alimentarlo y acompañarlo un ratito. Para nosotros es súper positivo porque un montón de chicas súper talentosas pudieron seguir trabajando con nosotros. Eso es espectacular. Creo que lo más difícil en este camino es justamente eso: cómo congeniar los deseos profesionales con los tiempos y las necesidades de un hijo. Estando a cargo personalmente del área de Responsabilidad Social, creo que es un aporte a las mujeres para que hagan un camino de liderazgo o profesional sin que tengan que tomar decisiones tan drásticas entre un mundo u otro", reflexiona Zuccardi.
En este mismo sentido se suma Agustina Ramet, directora de Legales, Asuntos Corporativos y Sostenibilidad Softys: "Lo que más me costó en mi carrera es lograr un equilibrio entre la vida profesional y personal. Actualmente estoy embarazada, y ya tengo una hija de cinco años, y en este período siento que logré un buen balance, pero no fue fácil. Después, en lo laboral es importante ser perseverante y esforzarse por generar una influencia positiva en los demás. El camino es largo, pero muy gratificante".
"No sentí el peso de la carga mental hasta la llegada de la maternidad. Hoy, aunque no me abruma, forma parte de mi agenda. Entre reuniones, por ejemplo, me ocupo de hacer las compras online para asegurar que no falten alimentos en casa. Las tareas relacionadas con la crianza y la maternidad se han integrado a mi rutina laboral, son un renglón más en mi checklist diario", ejemplifica Laura Gutiérrez, líder de Comunicación y Comunidad de Unipar Argentina.
María Moret, vicepresidenta de Medtronic para Latinoamérica Sur, reconoce que rechazó "ciertas posiciones de crecimiento porque prioricé a mi familia y eso me permitió estar segura de los pasos que estaba dando".
A su vez, como madre de dos jóvenes mujeres destaca la importancia de tener conversaciones claras con sus hijas. "Les enfaticé la importancia de que ellas armen sus propias familias, pero que a la vez se sientan satisfechas con su desarrollo profesional. Eso al final del día les permitirá tener un equilibrio justo".
Mirar hacia adelante
Romina López Frontini, gerente de Marketing y Experiencia de Galicia Seguros, indica que "como mujeres, debemos abrazar más nuestra confianza. Muchas veces tenemos el síndrome del impostor y no nos sentimos lo suficientemente preparadas, aun cuando lo estamos. Debemos animarnos a postularnos a esos puestos, a hablar más fuerte, a hacer valer nuestra voz".
"Me gusta fomentar un ambiente donde se celebran los logros y se impulsa el desarrollo de todas las personas. Creer en uno mismo y trabajar de manera constante para alcanzar nuestras metas es clave para el éxito. Si nos apoyamos mutuamente y nos atrevemos a dar ese paso hacia adelante, podemos abrir más puertas y allanar el camino para las futuras generaciones de mujeres líderes", incentiva Sol Fernández Ballart, directora de Café de Nestlé Argentina.
A esto, María Celeste Plee, directora de Compliance en Bitso, considera que "para que las mujeres lleguemos a posiciones de liderazgo, es fundamental que aprendamos a negociar y a pedir mejores condiciones. Esto veo que está muy bien establecido para el género masculino y a nosotras todavía nos cuesta implementarlo. Romper los sesgos que pueden limitarnos es esencial y debemos apoyarnos mutuamente en este proceso de negociación".
Como señalaron todas estas líderes: la presencia femenina en los roles de toma de decisión evolucionan, pero aún a paso lento.