Con una máquina fabricada por ellos, crearon un Laverrap para perros
Flavia Marcos y su marido Pablo identificaron una necesidad en su barrio y buscaron la solución. Así nació Lavedog, una estación de baño autoservicio.
Flavia Marcos es traductora pública, madre de tres y dueña de un perro. Cuando identificó una necesidad propia y de su barrio no dudó en hacer un estudio de mercado y abrir su propio negocio junto a su marido, Pablo Galloni, que como buen ingeniero fue es responsable de construir una máquina para convertir si idea en realidad.
Fue así que el año pasado nació Lavedog, una estación de baño para que los propios dueños puedan bañar a sus perros y evitar mojar y ensuciar sus propios departamentos. Una idea simple que soluciona una problemática muy actual.
"En nuestro barrio, Flores, hay muchos departamentos con poco espacio para, por ejemplo, bañar los perros", explica la emprendedora que fue la encargada de hacer el relevamiento. A la vez Marcos, que vive cerca de Plaza Irlanda, notó al cantidad de vecinos que tenía perros y de razas grandes.
Según la última Encuesta Anual de Hogares de la Ciudad de Buenos Aires (EAH) que se realizó en 2022, la cantidad de perros que hay en la ciudad es de 493.676, es decir, 16 perros cada 100 personas. En 2018, el relevamiento anterior, había 477.250 perros.
El estudio que hizo Marcos fue más allá. "Empezamos a buscar si algo similar ya existía en otros países y encontramos que había iniciativas similares en Europa, en Chile y en Brasil", cuenta.
Sin embargo, los dueños de Lavedog adaptaron esas propuestas a la cultura local. "En muchos de los casos son máquinas ubicadas, por ejemplo, en un estacionamiento en la cual la persona entra, baña su perro y sale", detalla.
Los emprendedores argentinos buscaron generar una experiencia completa. Lo primero que hizo el ingeniero fue diseñar su propia máquina de lavado y secado.
Y, además, pusieron un local en Boyacá al 900 y lo dividieron en área: de espera, de lavado y secado y una zona de premios. "Si bien damos turnos, hay una zona de espera fuera del local para evitar posibles peleas entre los perros y bajar estrés", señala Marcos, quien, como buena traductora, también estudió el lenguaje con el que tiene que referirse a sus clientes. "Quienes vienen al local no hablan de mascotas y tampoco son sus dueños. Son los tutores de sus perros", advierte.
Justamente es el gran diferencial de Lavedog con las ya conocidas peluquerías caninas. "Hay muchas personas que quieren bañar ellos mismos a sus perros pero en sus casas no tienen lugar o quieren evitar que se ensucie. Y eso es lo que nosotros proponemos", diferencia.
En total la inversión inicial fue de unos US$ 20.000. "Adaptamos todo el local y seguimos haciendo inversiones. Ahora compramos delantales para que los tutores no se mojen y les ofrecemos café a quienes esperan", cuenta.
Cómo es el sistema de lavado
El proceso es muy simple. La máquina tiene incluso una rampa para no tener que hacer fuerza al levantar a los perros y que queden a la altura de su tutor. "No hay que agacharse y evitamos dolores de cintura", dice Flavia.
Una vez que se inicia la secuencia, que se activa con un código QR, la máquina hace todo: primero sale el agua, más tarde el shampoo -el tope de línea, asegura la emprendedora- y, por último enjuague y secado. "La temperatura del agua se regula de acuerdo al clima y, si la persona quiere, puede traer su propio shampoo", suma.
El local ofrece, además, el alquiler de toallones para el secado y vende accesorios y productos. "Después de cada bañado se limpia y desinfecta el lugar y cada noche ponemos pulguicida", asegura.
La cantidad de secuencias va a depender del tamaño del perro y si es de pelo largo o corto. Sin embargo, no hay límite de tamaño, ni de peso. "Se ha bañado acá un Boyero de Berna e, incluso, un perro de 54 kilos", cuenta.
En cuanto a los precios: la primer secuencia sale $ 9.600, dos secuencias $ 13.000 y tres $ 16.000.
Lo que viene
Si bien comenzaron hace muy poco, los emprendedores ya están pensando en sumar una zona de secado separada para el inverno.
Por otro lado, ya recibieron varias ofertas para replicar el negocio en otros lugares como Córdoba, Mar del Plata y el sur del país.
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