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Un fenómeno meteorológico vuelve a encender las alertas en Estados Unidos mientras el invierno avanza. Aunque el vórtice polar concentró la atención en las últimas semanas, los pronosticadores advierten que otro factor, más persistente, podría definir el rumbo del clima extremo en amplias zonas del país.

Los expertos señalan que este patrón no solo influye en las temperaturas, sino también en las lluvias y las nevadas. Su interacción con masas de aire ártico explica por qué algunos estados podrían enfrentar un escenario incluso más severo y duradero en términos de impacto climático.

¿Qué fenómeno meteorológico controla el clima extremo en Estados Unidos?

Los científicos federales confirmaron que el patrón dominante del invierno 2025-2026 ya está activo. Se trata de La Niña, un fenómeno climático que modifica la circulación atmosférica y condiciona cómo y dónde se desplaza el aire frío en Estados Unidos.

De acuerdo con la NOAA, La Niña seguirá influyendo al menos hasta fines del invierno. Cuando el vórtice polar se debilita, este fenómeno meteorológico suele tomar el control del clima, intensificando contrastes regionales y favoreciendo episodios de clima extremo más persistentes.

Los científicos federales confirmaron que el patrón dominante del invierno 2025-2026 ya está activo. Fuente: Archivo
Los científicos federales confirmaron que el patrón dominante del invierno 2025-2026 ya está activo. Fuente: Archivo

¿Qué estados sufrirán clima extremo y qué se puede esperar?

Los pronósticos indican impactos muy diferentes según la región. La señal típica de este fenómeno apunta a condiciones más secas en el sur y a un aumento de frío y nieve en el norte del país.

  • Sur de EE.UU.: menos precipitaciones y riesgo de sequía invernal.
  • Noroeste y norte de las Rocosas: tormentas más frecuentes y nevadas intensas.
  • Grandes Lagos y noreste interior: frío sostenido y acumulaciones de nieve superiores al promedio.

Los meteorólogos advierten que, incluso cuando La Niña empiece a debilitarse en 2026, su efecto podría extenderse varios meses más, manteniendo el riesgo de clima extremo en estados clave.