Vino argentino: cayeron las exportaciones y un dato clave preocupa a las bodegas
Las exportaciones de vino en botella habían sido record en facturación en 2021. Pero cayeron en 2021 y se cedieron mercados contra competidores como Chile. Las bodegas ya no sólo están en alerta por las menores ventas externas: aseguran que ya pierden rentabilidad en sus ventas externas
Las exportaciones de vino cerraron 2022 con números en baja. Según los datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), la Argentina exportó 265,7 millones de litros el año pasado, lo que se traduce en una caída del 21% contra los volúmenes de 2021. Para los bodegueros, los números serán difíciles de revertir en 2023 y ya les preocupa no sólo el retroceso en los envíos, sino la pérdida de rentabilidad de su negocio exportador.
Del total de vino argentino exportado el año pasado, 198,2 millones de litros (74,6%) correspondieron a fraccionados (es decir, en botella), que tuvieron una caída del 10%. El 67,5 millones (25,4%) fueron vinos a granel, que tuvieron una baja del 41,8 por ciento.
En tanto, en valores, las exportaciones de vinos de 2022 cayeron 8%, a u$s 825,5 millones. En fraccionados, la baja fue del 6,6%, a u$s 768,6 millones. En 2021, se había logrado el record de u$s 822,6 millones. En granel, la caída fue del 23,4%, a u$s 57,3 millones.
"En términos generales, tenemos un problema de competitividad por el tipo de cambio. Afecta al vino granel y al envasado. Las bodegas hacen un gran esfuerzo por mantener los mercados, que llevan años construirlos", explicó Milton Kuret, director ejecutivo de Bodegas de Argentina, entidad que nuclea a 250 bodegas, que constituyen el 70% del mercado interno y el 90% de las exportaciones de vinos fraccionados del país.
La principal causa que genera una fuerte pérdida de rentabilidad es el incremento de costos, que, por las heladas, aceleró las subidas y la escasez. "La suba de los costos se vio agravada por el tema de las heladas. Tenemos alzas de más del 100%. Eso hizo que se limitara la oferta de vinos a granel para que las bodegas compren", agregó Kuret.
Actualmente, las etiquetas de gama baja -las de menor valor- son las que pierden mayor rentabilidad en el exterior. "Tomamos la decisión de no venderlas. Hay vinos que ya no se pueden reponer y, encima, tenemos una cosecha que será cara. El año pasado ,retiramos 350.000 cajas de la venta de 9 litros, es decir 3 millones de litros", contó Marcos Jofré, CEO de Trivento, la etiqueta de vino argentino más vendida en el mundo por tres años consecutivos.
"Hay varios segmentos de entrada, de etiquetas medias, en los que no podemos competir con Chile, España, o Italia. Hemos perdido competitividad", agregó José Zuccardi, presidente del grupo familiar -una de sus bodegas, Zuccardi Valle del Uco, es reconocida como la mejor del nuevo mundo- y titular la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), el ente público-privado del sector.
A Zuccardi, no le sorprendieron los datos de INV. "Lo veníamos anticipando. El tipo de cambio significa una pérdida de competitividad en el mercado internacional. Hay que tener en cuenta que veníamos en 2021 con récord de venta de embotellados", remarcó el empresario, quien ya en marzo alertaba por el atraso cambiario.
En 2021, el sector había tenido un record, de u$s 822,6 millones, en la exportación de vinos fraccionados, que en volumen (220,3 millones de litros) registraron el segundo mejor año desde 2010 (228,1 millones).
Qué pasará en 2023
En off the record, otro de los mayores exportadores de vinos del país, cuyas ventas al exterior cayeron 9% en 2022, expresa preocupación a corto plazo. "La falta de previsibilidad y la suba de costos hace qu esea imposible poder planear el año", enfatizan en ese grupo.
Las heladas tardías complican más el escenario. "Hoy, tenemos escasez de oferta. Los tenedores del vino, frente a esta situación, prefieren no vender. Están esperando las nueva cosecha", contó Kuret. La especulación de los productores hace que el precio de la uva ya esté subiendo.
Si bien se espera que la cosecha este año sea menor que en 2022, todavía no hay números. "No tenemos las cifras oficiales. Podemos hablar de hectáreas afectadas. Pero es difícil traducirlo a pérdidas. Eso lo vamos a saber en el momento de la cosecha", agregó el CEO de Bodegas.
En el sector, hablan de fuertes subas en los precios de la uva: en algunos casos, podría llegar a un alza del 400% en un año. "A la cosecha en baja, hay que sumarle la situación del mercado. Existe especulación, lo que hace que los precios se disparen aún más", sentenció Kuret.
"Es una cosecha desafiante. Las heladas tardías plantean una escasez en algunos tipos de vinos. Esto se deriva en un ajuste en los precios de las uvas. Eso tendrá un efecto depresivo del mercado porque, hoy, el poder adquisitivo está muy ajustado", definió Zuccardi.
Los bodegueros no tienen dudas; El precio de la uva subirá por encima del 100%. "Ese valor lo tiene que validar el mercado. En el canal supermercado, no se aceptan subas por encima del 4%. Se va a dar un escenario difícil, vamos a seguir perdiendo rentabilidad. No hay posibilidad de trasladar el aumento de costos a los precios de los productos", resaltó Jofré, de Trivento.
Pero, para Coviar, no faltará uva en 2023. "El observatorio vitivinícola arrojó números preliminares y esto indica que no faltará vino para el mercado interno y externo", dijo Zuccardi.
Chile, el principal competidor
La principal amenaza para el mercado local es Chile. "Tenemos 20 tratados de libre comercio. Hoy, trabajamos con el 8% del comercio mundial. Ahora, Chile lo hace con el 60% y más de 35 tratados de libre comercio. Esa es la diferencia", reconoció Martín Hinojosa, presidente del INV.
Desde el sector mantienen, reuniones continuas con el Gobierno. "No necesitamos un dólar diferencial. Nuestro negocio es a largo plazo, necesitamos una medida que sea a largo plazo", dijo Zuccardi, distanciándose del 'Dólar Malbec' que venían reclamando las bodegas.
En ese sentido, todos coinciden en la necesidad del quite de retenciones, que hoy está en torno al 4,5%. "La quita de las retenciones es vital. Podría ayudar al sector. En otros países, no existe algo así para el vino", concluyó Jofré.
Compartí tus comentarios