Pese a la falta de botellas, el vino argentino tendrá récord de exportaciones en 2021
Por los datos a noviembre, el INV proyecta ventas al exterior por cerca de u$s 1000 millones, entre mosto y fraccionado. El record actual, de 2012, es de u$s 922 millones. El sector todavía enfrenta desafíos logísticos y de competitividad por las distintas cotizaciones del dólar
La exportación de vino batirá su récord histórico este año, a pesar de los problemas logísticos a nivel internacional y del faltante de botellas de vidrios en el mercado local.
En noviembre, la venta de vino fraccionado trepó un 21% interanual en volumen, a 200.336 hectolitros, y un 25,2% en dinero, a u$s 75,33 millones, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).
Así, en lo que va del año, hasta noviembre, los despachos al exterior de vinos fraccionados, en su gran mayoría en botella, acumulan una suba de 8,6% en volumen, a 2,03 millones de hectolitros, y de 16,1% en divisas, a u$s 756,06 millones, según el INV.
Con los datos de los primeros 11 meses del año, en el sector estiman, que sólo en fraccionados, las ventas podrían sumar entre u$s 830 millones y u$s 840 millones y, así, superarían el récord de u$s 787 millones de 2012.
Ese año, máximo en la historia, con los envíos a granel, los despachos habían sumado u$s 922,5 millones, según datos del Observatorio Vitivinícola Argentino.
Este año, si bien la venta a granel cae este año un 41%, a 1,07 millones de hectolitros, y un 14,3% en valor, a u$s 67,3 millones, en virtud de una recuperación de precios internacional (por un alza de 60% en su valor unitario), la generación de divisas por ventas de vino en total alcanza, ya en noviembre, los u$s 823 millones, apenas u$s 99 millones menos que en los 12 meses de 2012.
Así, con el cierre de diciembre y embarques demorados por falta de contenedores y barcos, se marcaría un nuevo récord en la industria.
Al respecto, Martín Hinojosa, presidente del INV, destacó: que "Se proyecta cerrar 2021 con valores totales de exportación de vinos cercanas a los u$s 900 millones, importe que, sumado a las ventas de mosto, alcanzarían los u$s 1000 millones".
Los Estados Unidos, el Reino Unido, Brasil, Paraguay, Canadá, México, los Países Bajos, China y Rusia lideran el ranking de países de destino, en ese orden, pero además mercados como China, Brasil, México y Canadá crecen por encima del 50% con respecto a 2020, según datos del INV.
Vino: ante la falta de botellas, impulsarán la venta en envases retornables
José Alberto Zuccardi, presidente de la Corporación Vitivinícola (Coviar), organismo público-privado del sector, es optimista de cara a 2022.
"Nuestro objetivo es llegar a u$s 1000 millones en vinos en botella; es el compromiso que encaramos con el Ministerio de Producción. Venimos muy bien este año, con proyecciones a diciembre de un crecimiento de 22% en dinero. Hay muchos envíos, además, demorados entre 15 y 30 días por la falta de contenedores y buques. De no ser por los problemas logísticos internacionales y por los faltantes de botellas, el crecimiento podría ser incluso mayor", destacó Zuccardi, quien está al frente de las bodegas Familia Zuccardi y Santa Julia, tercer empresa exportadora de vino del país.
"Con la tendencia actual, cerraríamos 2021 con récord histórico. Y esperamos poder alcanzar ese objetivo de u$s 1000 millones, sólo en botellas, el próximo año. Soy optimista. La cosecha viene bien y vamos por buen camino. Pero la mayor amenaza es el tipo de cambio para todos los exportadores. Recibimos por exportaciones dólares al cambio oficial y, si bien importamos al mismo valor, somos un sector exportador, que genera divisas, porque las compras al exterior son menores", explicó Zuccardi.
"El dólar se ajustó muy por debajo de la inflación y de nuestros costos. Muchos insumos subieron en dólares y euros y otros, como la botella, se ajustaron un 80% en pesos sólo este año. Por eso, creemos que urge sincerar el tipo de cambio para las exportaciones, debe encontrarse alguna vía para que mejore y no perdamos competitividad", agregó.
La mejora del próximo año dependerá, además del tipo de cambio, de la posibilidad de que se amplíe la oferta de contenedores en barcos y, también, de la mayor disponibilidad de botellas, ya que se estima que faltan de 20% al 30% de las que requiere esta industria.
"Con la pandemia, el consumo de vino creció a nivel internacional, sobre todo, en las gamas medias. Y el vino argentino está muy bien posicionado en el mundo: la gente está dispuesta a pagar más porque el país está bien considerado como productor de calidad", afirmó el bodeguero.
"Además, las cosechas en el Hemisferio Norte fueron malas, por heladas y lluvias. Para Francia, fue la peor de la historia. Nueva Zelanda también tuvo una mala cosecha, y los precios se elevaron. Es una oportunidad para el vino argentino", destacó.
"Pero tenemos que ganar competitividad para seguir creciendo, el tipo de cambio es un punto muy crítico, ya que pedimos con el fuerte aumento de los insumos, con un dólar oficial que ajustó por debajo de la inflación", advirtió.
Con respecto al grave problema por el faltante de botellas, cuestión que se agravó con el incendio de Verallia -uno de los dos mayores productores- en septiembre pasado, Zuccardi comentó que recién para marzo o abril podría recuperar el ritmo normal de producción.
Además, Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo, adelantó este martes a la industria vitivinícola que se invertirán $ 900 millones en una cristalería de la provincia de La Rioja, lo que podría dar más aire al sector hacia fines de 2022.
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