Neumáticos: pese a la presión del Gobierno, la audiencia finalizó sin acuerdo
Finalizó la audiencia en el Ministerio de Trabajo entre el Sutna y las fábricas de cubiertas. No hubo acuerdo y se estableció un cuarto intermedio hasta mañana a las 13.
"Compañeros, buenas tardes, casi noche...", dijo Alejandro Crespo, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna), poco después de las 20. Habían pasado seis horas desde el inicio de la audiencia número 35 por el conflicto sindical que su industria arrastra desde mayo y el dirigente gremial del que toda la Argentina habló en la última semana -casi, a la par de Pablo Moyano, con quien tiene buena sintonía pese a sus diferencias de orígenes- se subió al atril montado en Alem al 600, frente al Ministerio de Trabajo. "¡U-ni-dad! ¡De-los-trabajadores! ¡Ahora que la crisis-la paguen los patrones!", bramaban los cientos de manifestantes abarrotados sobre la avenida.
"Bajo para lo siguiente. No ha concluido", informó Crespo. Hacía apenas segundos desde que, desde adentro del Ministerio, llegaba la noticia no deseada, pero más esperada, del miércoles: la falta de acuerdo en torno a la disputa, por la cual la producción nacional de neumáticos está paralizada desde el viernes y, esta semana, ya arrastró a dos de las principales automotrices del país. Ford paró el lunes los dos turnos de producción de su planta de General Pacheco y hoy fue el turno de Toyota, el mayor exportador de vehículos de la Argentina. En ambos casos, por falta de cubiertas.
"No se ofreció nada", aseguró Crespo. "Estamos ahí arriba", dijo y señaló atrás, hacia la torre de Alem 650, "y aún no tenemos ningún tipo de ofrecimiento de las patronales, ningún cambio en la posición".
Se refirió a las versiones que circularon a lo largo de este miércoles, según la cual el Gobierno aseguraba que las empresas -Bridgestone, Fate y Pirelli- estaban dispuestas a mejorar su oferta, de elevar a 66% el 50% acordado para la paritaria (ya vencida) julio 2021-junio 2022. El Sutna la rechaza por insuficiente y, además, exige el pago al 200% de las horas trabajadas en fin de semana. Las empresas habían ofertado un bono por ese concepto, aunque retiraron esa propuesta en las últimas audiencias previo al colapso de la negociación.
"Nosotros estamos dispuestos a acordar, ¿o no?", le preguntó a los presentes. "Lo que no vamos a aceptar es que se nos imponga una rebaja salarial", reiteró la frase con la cual, en la noche del martes, le había salido a contestar públicamente a Sergio Massa. En su visita al Congreso hoy para presentar el Presupuesto, el Ministro de Economía cruzó a la diputada Romina del Plá, del Partido Obrero, al asegurar que Crespo -que milita en el mismo frente de izquierda- era quien estaba mintiendo en este conflicto.
Hace una semana, Crespo se atrincheró en el Ministerio de Trabajo y llamó a un paro general por tiempo indeterminado en reacción a la, denunció, intención del Gobierno de "imponerle" el cierre de la paritaria vencida e iniciar la negociación de la que debería regir ahora, con una pauta del 38%. Eso detonó la paralización de las tres fábricas de cubiertas y, por arrastre, a la industria automotriz. Las suspensiones de Ford y Toyota ya cuestan u$s 20 millones diarios en términos de exportaciones. Si para el resto de las terminales, algo que podría ocurrir menos de una semana, la pérdida ascendería a u$s 40 millones cada 24 horas.
"Es un lujo que la Argentina no puede darse por el capricho, la extorsión, de unos pocos", bramó Massa el martes, en una reunión convocada de urgencia con automotrices, autopartistas y los gremios de ese sector (Smata y UOM). El Ministro prometió ahí que, si el conflicto no se destrababa en la audiencia del miércoles, liberaría las importaciones de neumáticos para que las terminales pudieran trabajar. Una opción que, le explicaron en ese momento, no es fácil de implementar por las certificaciones técnicas y homologaciones de seguridad que exige una cubierta, sobre todo, para un vehículo a exportar. "Esa solución es un parche", graficó Martín Zuppi, responsable de Fiat, Chrysler y RAM en Stellantis.
"Hasta ahora, no tenemos propuesta", insistió Crespo. "El sindicato", aseguró, "trató resolver esto de varias formas". Recordó que, durante la administración Macri, acordó un convenio de 67% extendido en 15 meses. "Ahora también podemos tener un marco de este tipo porque lo necesitamos. Pusimos sobre la mesa todas las formas de solucionar el problema. Si es por 15 meses, que vengan por 15 meses...", agregó. "Después", dijo, en relación a la opinión pública, "intentan colocar que los trabajadores no queremos negociar: queremos negociar. El sindicato está mostrando muchas alternativas de salida".
Crespo precisó que los salarios base son de $ 475 por hora en Pirelli, $ 605 en Fate y cerca de $ 700 en Bridgestone. "Sabemos, con claridad, que un aumento sobre eso no le hace nada a las empresas", afirmó. "¿Estamos dispuestos a negociar? Levantemos las manos", arengó, con cientos de palmas en alto como respuesta.
Reconoció el perjuicio que el conflicto está provocando. "Va a haber problemas que se van a seguir generando en el país por esta demora. Pero vamos a seguir. Nos quedamos acá hasta que nos den respuesta", señaló.
"No se puede tener una negociación eterna, con toda la opinión pública mirándonos. Preferimos que esto se termine hoy", reconoció. "Pero tampoco podemos aceptar que nos impongan lo que ofrecieron las empresas. No porque queramos hacer del reclamo una forma de existencia. En otros años, hemos cerrado un acuerdo razonable. No podemos aceptar esta propuesta", enfatizó.
Subrayó un punto. "Los trabajadores del neumático estamos aquí, trabajando por intereses de nuestras familias, no por ningún otro", recalcó, no inocentemente: Gobierno y empresas sugieren que tiene intencionalidades políticas más amplias que un mero reclamo salarial. "Queremos una mejora. Si la propuesta mejora nuestra situación, lo consideramos. Vamos arriba a seguir dando todas las respuestas posibles hasta que esto se arregle", prometió.
Alzó su dedo índice. "Del otro lado de la mesa, hay dos partes más. Un Ministerio, el Gobierno...", se escuchó el abucheo de la masa, "y una patronal; tienen que actuar de manera correcta: están afectando a muchos trabajadores".
"No somos nosotros los que no están negociando. Actúan de forma necia, de encapricharse y decir algo que no tiene sentido", cerró.
Horas antes, Massa había cruzado a los diputados de izquierda, que lo acusaron de haber tomado partido por las empresas en el conflicto. "Llamar a que se rompa la inflexibilidad y que se termine con el capricho de no querer sentarse con la otra parte no me parece que sea tomar parte", respondió el Ministro.
Visiblemente molesto, fue en ese momento cuando agregó que Crespo, que aseguró que no había diálogo con el Gobierno, era quien estaba mintiendo en esta disputa. .
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