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Trabajos del futuro: todo lo que te conviene aprender para estar listo para tu próximo puesto

Las nuevas tecnologías, las problemáticas ambientales y las necesidades de cuidado ante la extensión de la expectativa de vida marcarán el escenario laboral. Cómo prepararse para las oportunidades que vendrán.

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La sostenibilidad, el reconocimiento de la diversidad, el avance tecnológico y la extensión de la expectativa de vida son los motores de cambios sociales que permiten proyectar las oportunidades laborales del futuro. Además de nuevos perfiles, habrá nuevas formas de trabajar, con formatos más flexibles, como un aprendizaje inexorable dejado por la pandemia. La adaptación a las demandas del mercado laboral no será rápida y coexistirán situaciones de desempleo con problemas para cubrir puestos de trabajo, por la falta de oferta acorde a las necesidades. Esas son algunas de las conclusiones de un relevamiento realizado por APERTURA entre expertos en el mercado de trabajo, las nuevas tecnologías y la formación académica.

Una buena noticia es que, a pesar de que la inteligencia artificial y la automatización van ganando terreno, no desplazarán a los recursos humanos, sino que se planteará el desafío de la convivencia. "Una investigación realizada por ManpowerGroup y titulada ‘Reinicio de la Revolución de las Habilidades' revela que se están creando más puestos de trabajo de los que se eliminan", afirma Luis Guastini, director general y presidente de ManpowerGroup Argentina. "De hecho, se estima que para 2025 las tareas se dividirán por igual entre las personas y las máquinas, mientras que 97 millones de nuevos empleos surgirán en la inteligencia artificial (IA), la economía verde y la economía del cuidado", añade.

Respecto del mercado local, el trabajo arroja que el 93 por ciento de los empleadores que están en un proceso de automatización prevé aumentar o mantener su plantilla, en comparación con sólo el cinco por ciento que planea reducirla. "En este sentido, se espera que en un futuro la digitalización continúe creando la mayor cantidad de puestos de trabajo", insiste Guastini.

Los centros de formación ya están analizando los cambios que se suceden en el mercado laboral para sumar propuestas. "Todo parece indicar que, si bien muchos trabajos desaparecerán en el futuro, muchos otros aparecerán o se desarrollarán", apunta Alicia Caballero, directora de la Unidad de Vinculación Tecnológica (UCATec) y exdecana de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Católica Argentina (UCA). Consultada sobre cuáles serán los nuevos trabajos, enumera: "Seguramente estarán más vinculados con los servicios; las personas, especialmente los adultos mayores; el medioambiente; la biotecnología; la gestión; el arte; el entretenimiento; el marketing basado en el mayor conocimiento del mercado; el procesamiento de la infinidad de datos que se generan; la información y la robótica". Aclara, asimismo, que la innovación compartirá escenario con las prácticas tradicionales. "Hay actividades que, más allá del avance de la tecnología, seguirán siendo esencialmente humanas, como la medicina o la educación. Y otras, como las ingenierías, que a su vez generan el avance de las tecnologías", asevera.

Escenario actual

Pero para saber qué deparará el futuro, es importante conocer la situación presente. Y lo que se observa es un desfasaje entre oferta y demanda de trabajo. Según un estudio de Adecco Argentina basado en consultas a directores de Recursos Humanos de diversas compañías, las empresas creen que los perfiles más difíciles de encontrar en los próximos meses serán los operativos y de producción (28 por ciento) y perfiles de IT (27). Le siguen los comerciales, ventas y marketing (22) y los de ingeniería (20). Ante la pregunta de qué tipo de perfiles incrementarán en su dotación, las respuestas fueron que los operativos y de producción (47 por ciento), seguido por los comerciales, de marketing y ventas (26). También, los administrativos (20 por ciento), los perfiles de IT (18), y en menor medida los perfiles de ingeniería (17), financieros y contables (6) y los directivos y gerenciales (4).

Para 2025 las tareas se dividirán por igual entre las personas y las máquinas.
Fuente: Manpower Group.

Para Alexandra Manera, directora de Recursos Humanos del Grupo Adecco Argentina & Uruguay, las habilidades requeridas en el futuro no serán muy diferentes a las que ya se están imponiendo. "Hay algunos aspectos que se volvieron protagonistas luego de los tiempos de cambio que vivimos en los últimos meses, tales como comunicación, resolución de problemas, pensamiento crítico y liderazgo. Aspectos que forman parte de las conocidas ‘habilidades blandas'", señala. Insiste en que los líderes encargados de forjar la próxima generación de desarrollo están cada vez más convencidos de que las habilidades blandas son claves para conectar y motivar a los colaboradores. "Por parte de las compañías, ya se encuentran adaptándose al nuevo mundo con nuevas necesidades por satisfacer. Los líderes comprendieron que para tener un trabajo en equipo exitoso y alcanzar objetivos se debe priorizar a las personas, conocerlos y priorizar las necesidades de cada uno con escucha y compañerismo", comparte.

El especialista Alejandro Melamed avizora que en la próxima década los trabajos que tendrán mayor demanda serán aquellos que tengan que ver con tareas intelectuales, no repetitivas. "Lo que se llama ‘economía del conocimiento'", resume. "Dentro de las áreas de trabajo donde se visualizan mayores oportunidades, tenemos todo lo que tenga que ver con datos, inteligencia artificial. También aquello que esté relacionado con la economía del cuidado, desde la medicina, hasta todos los aspectos asociados al cuidado de las personas y de los lugares", describe.

La sostenibilidad y el impacto ambiental también se traducirán en la necesidad de cubrir puestos específicos. "Todos aquellos que trabajen en lo que se denomina ‘la economía verde'", grafica Melamed. "Eso implica el cuidado y la reparación de los problemas, los descuidos y los desastres que estamos haciendo en el medioambiente." Finalmente, para el experto, las profesiones vinculadas con la ingeniería y la informática seguirán siendo "omnipresentes".

Desde ese sector, Blas Briceño, vicepresidente de la Cámara de la Industria del Software (Cessi) a cargo del programa de empleo y formación Software as Future (SaaF) 2031, advierte que, pese a que actualmente hay una demanda alta (y en crecimiento) de profesionales vinculados con las carreras de programación, "se están creando nuevas tecnologías y herramientas que cuentan con inteligencia artificial que favorecen la simplificación de los procesos de desarrollo de software". En consecuencia, manifiesta, "la tendencia para los próximos años estará más relacionada con el análisis de problemas y el descubrimiento de alternativas de desarrollo de software, además de la supervisión y programación que se va a hacer con herramientas muy distintas a las que se usan en la actualidad".

Respecto de las habilidades que se requieren para las profesiones IT, destaca la capacidad creativa y el trabajo colaborativo y en grupo. Sobre esto último explica que "el desarrollo de software involucrará, cada vez más, a muchos actores de forma simultánea". Como los desafíos en estos puestos serán cada vez mayores -dice- las respuestas deberán provenir de colectivos cada vez más heterogéneos.

Por su parte, Luis Galeazzi, director ejecutivo de Argencon, entidad que nuclea a empresas de la economía del conocimiento, proyecta que las que crearán oportunidades de empleo serán las actividades vinculadas con las tecnologías de la información (computación, inteligencia artificial, ciencia de datos). Pero también "las ciencias biológicas o ciencias de la vida, al igual que lo relativo a la generación de nuevas fuentes de energía y el tratamiento de ciencias del suelo; y, en líneas generales, todo lo vinculado a ciencias exactas, matemáticas y físicas", subraya.

93 por ciento de los empleadores que están en un proceso de automatización planea aumentar o mantener su plantilla.
Fuente: Manpower Group.

Su opinión se aproxima a la de Galo Soler Illia, investigador del Conicet y decano del Instituto de Nanosistemas en la Escuela de Bio y Nanotecnología de la Universidad Nacional de San Martín, para quien las profesiones del futuro serán las que se conocen como las STEM (acrónimo en inglés de "ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas"). "Son la base de todo; se construye a partir de ellas, son las que modifican el mundo", afirma.

Habilidades

Las profesiones que se impondrán en el futuro requerirán de habilidades específicas que se podrán potenciar y hasta crear. Y la buena noticia: será posible también la reconversión o la convergencia desde otros campos. "Hay una posibilidad permanente de que las carreras se ‘confundan', es decir, quien se inició en una carrera puede cruzarse a otra y sumar conocimientos", opina Galeazzi. "De ese híbrido, y del conocimiento complejo que da la formación en distintos saberes, se pueden obtener nuevas habilidades. El mundo se orientará a la conjunción de conocimientos", completa.

Las exigencias del futuro obligan a un proceso de cambio y adaptación desde el presente. Y sobre esto advierte Caballero. "Yo insisto en que hay mucho análisis acerca de cómo serán los trabajos del futuro, pero bastante menos tiempo se dedica a pensar y trabajar en la educación del presente que permita a los niños y jóvenes de hoy acceder a ellos y también a crearlos", alerta. "Hay conocimientos que son esenciales para la adecuada asimilación de los saberes: matemática, lengua (escrita y oral) y ciencias", añade. Destaca la importancia de la versatilidad y la "apertura mental", así como "la capacidad de trabajar en equipo y, particularmente, en grupos interdisciplinarios".

En materia de educación formal, Soler Illia hace hincapié en poner manos a la obra: "Vamos a necesitar desarrollar tecnología y eso implica formar personas que no estudien de los libros, sino que hagan, que vivan, dentro del laboratorio y que experimenten la creación y trabajar desde el lugar del conocimiento". "Cuando enseñás desde los libros, los estudiantes aprenden de una manera. Pueden ser buenos profesionales, sin duda, pero si desde jóvenes los metés en un laboratorio y les enseñas a hacer ciencia, no a leer sobre ciencia, si no a enfrentar problemas originales y a resolverlos, hay una gran probabilidad de que puedan usar su imaginación y su formación para resolver problemas que no han sido planteados", recalca.

Para Melamed, la clave no está en las capacidades tomadas individualmente, sino en desarrollar tres tipos de alfabetizaciones: la humana, la de los datos y la tecnológica. "Son como tres grandes segmentos y las capacidades y habilidades requeridas se pueden agrupar en esa dirección", sintetiza.

Define como "datos" las destrezas asociadas al entendimiento, la interpretación y la accionabilidad. "Los predictivos serán cada vez más importantes", aporta. Respecto de las capacidades vinculadas con la tecnología, menciona desde la programación hasta el desarrollo de innovaciones; al tiempo que la alfabetización humana -indica- tiene que ver con "la conexión, el liderazgo, la innovación, la creatividad y la empatía".

Los nuevos perfiles no serán fáciles de hallar y se profundizará un problema que las tecnológicas tienen muy presente. Según la Encuesta Global de Escasez de Talento que realizó Manpower en 2021 entre más de 45.000 personas en 43 países y territorios, en 15 años habrá un pico máximo de escasez de talento. De acuerdo con Guastini, esto responderá a que "la dificultad de encontrar habilidades blandas y conocimientos técnicos, tanto en el país como a nivel mundial, está aumentando a un ritmo sin precedentes".

97 millones de nuevos empleos surgirán en la inteligencia artificial, la economía verde y la economía del cuidado.
Fuente: Manpower Group.

"Estamos experimentando un fenómeno global sumamente complejo, que combina un incremento del desempleo y un aumento de la escasez de talento, es decir, hay personas que buscan trabajo y no lo encuentran y empresas que requieren recursos con competencias muy específicas y tampoco los hallan. En este sentido, el 72 por ciento de los empleadores encuestados en Argentina reportó tener dificultades para cubrir posiciones", agrega.

A la complejidad que menciona Guastini se agrega que la competencia por el talento ya no se reduce a mercados locales, sino que es una verdadera puja entre países. La biotecnológica Terragene, con sede local en Alvear, en las proximidades de Rosario (Santa Fe), marca esa situación. La empresa se inclina por profesionales del ecosistema STEM, como doctores en Ciencias, biotecnólogos, ingenieros químicos, ingenieros en Sistemas, en Electrónica, Mecánicos e Industriales, así como en carreras relacionadas con el comercio internacional, el Marketing, la Comunicación, las Relaciones Humanas y las Ciencias Económicas. "Son perfiles muy requeridos y con muy baja oferta. En particular las del ámbito científico, competimos con la deserción hacia el exterior de profesionales con doctorados", admite su gerente de Recursos Humanos, Daniel Brusa.

La reconversión, coinciden la mayoría de los consultados, es posible. "Los conocimientos previos ayudan y suman valor a la hora de emprender cualquier carrera", remarca Briceño. Y suma: "En particular, para las carreras IT y el desarrollo de software, el dominio de conocimientos de otras disciplinas es muy importante ya que la tecnología y la creación de herramientas digitales están orientadas a todos los negocios".

Condiciones de trabajo

La pandemia aceleró transformaciones en todos los ámbitos sociales, incluyendo los modos de producción y comercialización y las relaciones laborales. Para muchos especialistas, este cambio no se va a revertir, pero no es aplicable en todos los casos.

"La flexibilidad es un concepto clave para los trabajos del futuro y del presente también porque ya lo estamos viendo", señala Manera.

Desde ManpowerGroup Argentina, Guastini informa que, al consultar a empresas argentinas de diferentes industrias cómo trabajará la mayoría de su fuerza laboral en los próximos tres meses, los sectores que respondieron que planean implementar el modelo híbrido son los de Recursos Humanos (48 por ciento), Finanzas (44), Administración (43), Tecnología de la Información (41) y las áreas de Ventas, Recepción y Atención al cliente (33).

Para las compañías que deciden hacer una transición hacia esa modalidad, la firma recomienda cuatro pasos: identificar roles adecuados para realizarlo, definir el esquema a implementar y los beneficios esperados, detectar posibles dificultades y crear estructuras de apoyo organizacional para abordar los probables obstáculos. 

La versión original de esta nota se publicó en el número 339 de revista Apertura.

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