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El mercado ya comenzó a proyectar qué pasará en 2026 con el dólar, tras un año marcado por la salida del cepo cambiario, el salto de la divisa en la previa de las elecciones legislativas y posterior calma tras el triunfo del Gobierno.

En ese sentido, la visión de las consultoras anticipan un fortalecimiento del peso argentino. “Se prevé que ambos tipos de cambio se debiliten para finales de 2026 debido a la disminución de las tasas de interés y a una inflación mucho mayor que en EE. UU,”, señaló el último informe de FocusEconomics.

El documento, con la participación de 40 firmas, pronosticó que el peso se ofrezca a $ 1745,9 por dólar estadounidense y a $ 1946,9 en 2027.

Al respecto, el economista Fernando Marull anticipó cómo será el comportamiento de la divisa para el próximo año. En diálogo por Radio Mitre, se mostró optimista respecto a la normalización del mercado cambiario y proyectó un escenario de menor volatilidad.

“Es un poco lo que espera el mercado: un dólar que posiblemente tenga menos volatilidad, menos estrés que tuvo en 2025″, sostuvo el analista, quien a su vez anticipó tasas de interés más bajas, en niveles cercanos al 25%.

Por qué cuesta perforar el piso del 2% de inflación

Por otro lado, Marull analizó el último dato de inflación de noviembre y explicó las causas del repunte del indicador, que mantiene una leve pero consistente suba desde mitad de año.

Para el especialista, la tendencia alcista de los precios desde mayo (cuando estaba en 1,5%) hasta el 2,5% actual tiene una explicación clara: el traslado a precios de la suba del dólar.

El dólar viene subiendo más o menos hace 6 o 7 meses al 5% mensual”, explicó el economista. Según su análisis, esta fue la única variable relevante que se aceleró, dado que las tarifas y los salarios se mantuvieron en un ritmo de aumento cercano al 2%.

Al ser consultado sobre por qué este impacto no se sintió antes, Marull argumentó que hubo un rezago en el traslado: “Hace tres o cuatro meses no se trasladaba tanto el aumento del dólar porque la demanda estaba débil y había ruido electoral”.

Sin embargo, pasado el escenario electoral y con un dólar más estable, los comerciantes comenzaron a “trasladar los aumentos pendientes”.

De todas formas, el economista consideró que, según los datos de alta frecuencia de las primeras dos semanas de diciembre, la inflación mensual podría desacelerarse en el corto plazo y ubicarse cerca del 2,1% en el último mes del año, gracias a la estabilidad en el precio de la carne.