"Se cayó por la ventana": muere el presidente de una petrolera rusa que se opuso a la guerra en Ucrania

El presidente de la petrolera Lukoil, una de las pocas empresas rusas que ha criticado la guerra en Ucrania, murió tras caer por la ventana de un hospital en Moscú, según los medios de comunicación rusos.

Ravil Maganov, uno de los ejecutivos más veteranos del segundo productor de petróleo de Rusia, murió seis meses después de que el consejo de administración de la empresa hiciera pública una declaración en la que pedía un rápido final del conflicto.

Los medios de comunicación estatales rusos, citando fuentes anónimas de las fuerzas del orden, dijeron que la muerte de Maganov se estaba tratando como un suicidio.

Mash, un medio de comunicación estrechamente vinculado a la policía rusa, afirmó que Maganov estaba siendo tratado por problemas cardíacos y que recientemente se le había diagnosticado una depresión.

Baza, otro medio de comunicación afín a las fuerzas del orden, recogió que Maganov se cayó de un balcón en un lateral del hospital donde se estaban realizando reparaciones y sugirió que podría haber resbalado mientras salía a fumar. La policía encontró un paquete de cigarrillos en la sala de Maganov, informó Baza.

Maganov, de 67 años, trabajó en Lukoil durante casi 30 años y fue nombrado presidente en 2020.

Estaba recibiendo tratamiento en el Hospital Clínico Central de Moscú, un centro operado por el departamento de gestión de la propiedad presidencial de Rusia y normalmente reservado a la élite. Mijail Gorbachov, el último líder de la Unión Soviética, falleció el martes en el mismo hospital tras una larga enfermedad.

Lukoil fue fundada a partir de activos petrolíferos estatales durante la desintegración de la Unión Soviética por Vagit Alekperov, ex secretario de Estado de Energía soviético. Es una de las pocas empresas energéticas importantes de Moscú que no están bajo el control del Estado.

Alekperov dimitió de la empresa en abril, tras ser incluido en las sanciones de Reino Unido y Australia.

En marzo, el consejo de administración de Lukoil emitió un comunicado en el que expresaba su "más profunda preocupación por los trágicos acontecimientos en Ucrania" y su "sincera empatía con todas las víctimas, afectadas por esta tragedia".

Aunque prudente -el consejo de administración de Lukoil se abstuvo de criticar personalmente al presidente Vladimir Putin o de culpar a Rusia de invadir Ucrania-, el llamamiento a poner fin a la guerra fue poco habitual entre las empresas rusas, que en su mayoría siguen manteniendo un incómodo silencio.

Lukoil confirmó el jueves la muerte de Maganov, pero no comentó cómo murió.

"Lamentamos profundamente anunciar que Ravil Maganov, presidente del consejo de administración de Lukoil, ha fallecido a raíz de una grave enfermedad", declaró en un comunicado. "Ravil Maganov contribuyó inmensamente al desarrollo no sólo de la empresa, sino de todo el sector ruso del petróleo y el gas".

El hermano de Maganov, Nail, es consejero delegado de otro importante productor de petróleo ruso, Tatneft.

Varios ejecutivos energéticos rusos de rango medio han muerto en circunstancias inusuales desde que estalló la guerra.

Un día después de la invasión a gran escala en febrero, Alexander Tyulyakov, subdirector de la tesorería del monopolio del gas Gazprom, fue encontrado muerto en el garaje de su casa en Leninsky, un barrio elitista de San Petersburgo.

Los investigadores trabajaban con la teoría de que la muerte de Tyulyakov era el segundo suicidio en el mismo suburbio en menos de un mes, después de que Leonid Shulman, un ejecutivo de la filial de transporte de Gazprom, fuera encontrado muerto en su baño a finales de enero.

En julio, la policía encontró a Yuri Voronov, responsable de una naviera que trabaja con Gazprom, muerto en una piscina de su casa en el mismo suburbio, cerca de San Petersburgo, por una herida de bala en la cabeza.

Los medios de comunicación rusos relacionaron la muerte de Voronov con una disputa empresarial y dijeron que Shulman estaba deprimido tras separarse de su mujer y sufrir una grave lesión en la pierna.

En abril, el ex vicepresidente de Gazprombank, Vladislav Avayev, su mujer y su hija de 13 años fueron encontrados muertos a tiros en su piso de Moscú. La policía dijo que Avayev probablemente mató a su familia en un asesinato-suicidio, pero no ha dado un posible motivo.

Sólo un día después, Sergei Protosenya, ex alto ejecutivo del productor de gas Novatek, fue encontrado ahorcado en su chalet en España junto a su mujer y su hija adolescente, que habían sido apuñaladas hasta la muerte.

La policía también llegó a la conclusión de que Protosenya había matado a su familia antes de ahorcarse, según los medios de comunicación españoles, a pesar de no haber encontrado ninguna nota de suicidio ni huellas dactilares en las armas homicidas. El hijo de Protosenya declaró posteriormente que creía que su padre había sido asesinado.

Novatek también pareció poner en duda las conclusiones de la policía al afirmar que habían surgido "especulaciones" en los medios de comunicación sobre el tema, pero la empresa estaba convencida de que estas especulaciones no tenían "ninguna relación con la realidad".

En mayo, un antiguo ejecutivo de Lukoil, Alexander Subbotin, murió de un ataque al corazón en una casa alquilada en una zona de baja categoría en las afueras de Moscú, según los investigadores.

Mash informó de que la casa pertenecía a un chamán y a su esposa, que practicaban la medicina esotérica con veneno de sapo, sangre de gallo y "la ayuda de los espíritus".

El medio de comunicación afirmó que Subbotin había visitado a la pareja "con regularidad" y que había acudido a una sesión de espiritismo para curarse de una resaca. Cuando Subbotin cayó repentinamente enfermo, el chamán le dio un tranquilizante de raíz de valeriana y lo dejó en un sótano en lugar de llamar a una ambulancia, indicó.