Cumbre del G7: estabilizar los precios de la energía, la preocupación clave de los líderes
Un funcionario estadounidense dijo que el aumento de los costos y la reducción de los ingresos de Rusia serán el centro de la Cumbre del G7, este fin se semana en Alemania.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, espera que los líderes del G7 debatan medidas para "estabilizar los mercados energéticos mundiales", mientras Washington busca más cooperación para contener los altos precios de las materias primas que pesan sobre la economía mundial.
Un alto funcionario de la administración Biden le dijo a periodistas que Estados Unidos anunciaría un "conjunto concreto de propuestas" para aumentar la presión económica sobre Rusia por su guerra en Ucrania, insinuando un posible paquete de sanciones cuando los líderes del G7 se reúnan en Alemania este fin de semana.
Estados Unidos también espera que la energía -cuyo costo se ha disparado desde el inicio de la guerra en febrero, a medida que los países se esforzaban por reducir su dependencia de las importaciones rusas- esté "en el centro de las discusiones", añadió el funcionario.
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"Esperamos que [los líderes del G7] hablen de cómo podemos tomar medidas que reduzcan aún más los ingresos energéticos de Rusia, y hacerlo de una manera que estabilice los mercados energéticos mundiales y disminuya las interrupciones y presiones que hemos visto", dijo el alto funcionario de la administración Biden.
Estados Unidos ha prohibido la importación de energía rusa y ha apoyado los esfuerzos de la Unión Europea para frenar su propia dependencia del petróleo y el gas del país. Pero a los funcionarios estadounidenses les preocupa que algunas de las medidas, incluida la prohibición de la UE de asegurar los cargamentos de petróleo ruso, puedan ser contraproducentes, provocando fuertes subidas de precios que llenen las arcas de Moscú y generen efectos económicos y políticos en Occidente.
Estados Unidos ha debatido con la Unión Europea y los países del G7 posibles soluciones, como la limitación de los precios y los aranceles al petróleo ruso, pero no se ha llegado a un acuerdo sobre nuevas medidas. Biden se ha centrado en los precios de la energía a nivel nacional, incluyendo un pedido el miércoles para que el Congreso suspenda los impuestos sobre la nafta durante tres meses.
El viaje de Biden al G7, que se celebrará en Schloss Elmau, en los Alpes bávaros, comenzará con una reunión bilateral entre el presidente estadounidense y Olaf Scholz, canciller alemán y anfitrión del encuentro. También se espera que Volodímir Zelensky, presidente de Ucrania, se dirija al grupo de forma virtual.
Altos funcionarios estadounidenses afirmaron que la seguridad alimentaria también ocupará un lugar destacado en la agenda, habida cuenta de la subida de los precios y la crisis de la cadena de suministro, así como la mejora de la cooperación en el acercamiento a China.
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La reunión del G7 se produce antes de la cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid la próxima semana, en la que la alianza militar transatlántica tiene previsto aprobar un nuevo "concepto estratégico", un documento que resume su misión y que fue actualizado por última vez en 2010. Por primera vez, el documento abordará cómo ve la alianza los esfuerzos de China por ampliar su alcance militar.
"Obviamente, Rusia sigue siendo la amenaza más grave e inmediata para la alianza, pero el concepto estratégico también abordará los desafíos multifacéticos y a largo plazo que plantea la República Popular China para la seguridad euroatlántica", declaró un alto funcionario de la administración.
La cumbre de la OTAN incluirá por primera vez a líderes de la región de Asia-Pacífico, entre ellos los de Corea del Sur, Japón, Nueva Zelanda y Australia, con el fin de destacar el enfoque a largo plazo de la alianza hacia China.
También se anunciarán nuevos compromisos de fuerzas "para reforzar la postura de defensa y disuasión de la OTAN", dijo el funcionario. Estados Unidos tiene unos 100.000 soldados en Europa, frente a los 70.000 que había antes de la invasión rusa de Ucrania. La OTAN tiene 40.000 soldados en Europa del Este bajo su mando directo.
Funcionarios de la administración Biden evitaron decir si esperaban que se produjeran avances en los esfuerzos para calmar las preocupaciones de Turquía con las solicitudes de Finlandia y Suecia para unirse a la OTAN, pero señalaron que el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken y el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan hablaron con sus homólogos turcos en los últimos días para tratar de avanzar.
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