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Privatización de empresas públicas: cómo están las cuentas y los límites al plan Milei

El ajuste fiscal choca con la racionalización del gasto que ya viene ocurriendo. El peso de Enarsa, los ferrocarriles, Aerolíneas, AySA y los medios públicos ante la privatización que propone Javier Milei

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Con el foco en el ajuste fiscal, el gobierno electo pone el ojo en las empresas públicas, que demandarían, en 2024, recursos por el equivalente al 1% del PBI. Pero llevar un número cercano a cero lo destinado a esas partidas no será nada sencillo. Primero, porque el recorte ya viene ocurriendo. Segundo, porque el grueso del gasto corriente se destina a mantener la red de ferrocarriles y la importación de combustible vía Enarsa y a subsidiar tarifas.

El proyecto de Presupuesto 2024 que envió el ministro de Economía Sergio Massa será rediscutido. Pero sirve como referencia para conocer la orientación de los recursos. Como contó El Cronista, el Gobierno planeó bajar el envío de partidas del Tesoro para financiar gastos corrientes de empresas públicas a 0,6% del PBI. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), tenían un peso equivalente a 1,5 por ciento del Producto en 2021.

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Las transferencias para gastos de capital de las empresas (inversiones), se presupuestaron en $ 1,32 billones, o 0,38% del PBI. Aproximadamente la mitad de esos recursos irían a Enarsa para la red de gasoductos (casi $ 682.000 millones) y un cuarto, a AYSA (casi $ 350.000 millones). Son las partidas que más fácilmente podrá recortar el gobierno entrante, a costa de paralizar las obras.

El mapa de empresas púbicas

El Estado tiene 34 empresas públicas, sin contar YPF ni el rescate de IMPSA, compañías de las que es accionista mayoritario y que no requieren de financiamiento presupuestario. Dentro de ese universo hay realidades muy distintas. Está Arsat, la estratégica empresa de satélites que recibe una pequeña de recursos (tiene presupuestados $ 4700 millones para gastos de operación). Y, en el otro extremo, Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT), cuyos ingresos presupuestados se explican casi en su totalidad por los $ 40.000 millones que aportaría el Estado.

Arsat, un activo estratégico y que "cuesta" apenas $ 4700 millones al año.

Los gastos corrientes presupuestados para las empresas públicas son de $ 2,1 billones. De esa suma, unos $ 730.500 millones irían a la red ferroviaria, para subsidiar tarifas y pagar salarios. Enarsa tiene asignados casi $ 866.000 millones para importar combustibles. En declaraciones recientes, el presidente electo Javier Milei dijo que Enarsa jugaría un rol en la transición. La cuenta no incluye a YPF, que no recibe fondos del Estado.

Trenes y autopistas

Podar recursos para el sistema ferroviario supondría aumentar la tarifa. Abrir un proceso de concesiones similar al de los noventa será difícil si no se le garantiza al sector privado una rentabilidad que, hoy, es inexistente. Para 2024, el proyecto de Presupuesto previó que OFSE, la Operadora del sistema ferroviario, requiere de casi $ 650.000 millones de fondos públicos para operar. Es el 31% de todo el gasto corriente previsto para el sistema de empresas del Estado.

Algo similar, aunque a menor escala, ocurre con la red de corredores viales. El proyecto de Presupuesto 2024 le asigna $ 34.000 millones, que es prácticamente un cuarto de los ingresos estipulados. Los ingresos propios (peajes) cubren menos de la mitad de lo que la empresa necesita para solventarse. Un traspaso al sector privado supondría garantizar recursos para el mantenimiento de la red y los salarios.

AYSA

El otro foco está en AYSA. El gobierno saliente previó transferencias corrientes por casi $ 140.000 millones, para cubrir cerca del 40% de la operación de la empresa. Reducir esa carga (el 6,6% de todas las transferencias corrientes a las empresas) supondrá subir la tarifa para cubrir los costos. AYSA recibiría, eso sí, una porción importante de las transferencias de capital para obras. Son $ 344.000 millones para expandir la red de agua y alcantarillado.

Aerolíneas

Aerolíneas Argentinas tiene presupuestados $ 71.500 millones de transferencias corrientes, con una baja nominal desde los $ 90.000 millones del Presupuesto 2023. La empresa previó cubrir prácticamente todos sus gastos operativos ($ 1,25 billones) con recursos propios, estipulados en $ 1,23 billones. 

Aerolíneas casi se sostiene con fondos propios, pero con política aerocomercial protectiva.

Otros $ 18.500 millones presupuestados son para gastos de capital, que totalizarían $ 87.000 millones. Milei dijo que pretende entregarles la gestión a los trabajadores y darles un año de financiamiento de capital de trabajo. El futuro de la aerolínea depende de la política aerocomercial (cielos abiertos, por ejemplo). Aerolíneas recibiría menos plata que el Correo Argentino, que tiene previstos $ 100.000 millones.

La red de medios públicos recibiría menos que Aerolíneas y el Correo: casi $ 52.000 millones, entre RTA (Radio y Televisión, $ 39.400 millones) y Télam ($ 12.445 millones). Es dinero que cubriría íntegramente el pago de salarios, previstos en $ 40.000 millones y $ 12.000 millones, respectivamente. El resto de la operación se cubriría con recursos propios de ambas compañías.

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  • BB

    benedic .Bartolomeo

    27/11/23

    DALE MILLEI Y EL MESSI, PONGAN LAS CUENTA EN ORDEN, DESPUES SI EN UNA RUTA PASABAN 6000 AUTOS AL DIA BUENO AHORA CON 12 0 13 COBRANDO BIEN PUEDEN SER IGUAL NEGOCIO, ESO SI PASANDO MUCHA SOJA NEGRA JAJAJAJA

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