La mejor noticia para jubilados y pensionados ANSES: eliminan para siempre un requisito obligatorio
Ocho días después de publicado el decreto que eliminó la Fe de vida, esta medida ya entró en vigencia este martes y facilitará la vida de más de 4 millones de jubilados y pensionados ANSES.
Luego de que el Congreso definiera eliminar el trámite de Fe de vida de forma obligatoria para jubilados y pensionados de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), este martes 25 de julio empieza a correr la medida.
Así, cerca de 4 millones de jubilados y pensionados que previamente debían certificar la supervivencia todos los meses para cobrar sus haberes ya no deberán hacerlo gracias a la Ley 27.721 que el Gobierno efectivizó la semana pasada.
Desde el año pasado, diversos bancos, la mayoría de estos del ámbito público, ya habían eliminado la obligación de gestionar la Fe de vida mes a mes para cobrar, beneficiando a 3,2 millones de individuos.
Además, prácticamente todas las entidades ofrecían soluciones virtuales o automáticas para el trámite en línea con las exigencias de ANSES luego de que la Fe de vida volviera a ser obligatoria tras un año de suspensión por la pandemia del Covid-19.
Sin embargo, desde este martes la eliminación de la Fe de vida ya no será una decisión independiente de cada una de las entidades financieras, sino que ahora se trata de una política de Estado para facilitar el acceso a sus haberes a jubilados y pensionados sin la posibilidad de sufrir atrasos.
De esta forma, ninguno de los 7,3 millones de titulares del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) ni de los beneficiarios de las Pensiones No Contributivas (PNC) que paga la ANSES deberán hacer la supervivencia mes a mes, igualando las condiciones para todos sin importar el banco en el que se cobra.
Eliminan la Fe de vida para jubilados y pensionados ANSES: los detalles
A través del Decreto 365/2023 publicado el pasado lunes 17 de julio en el Boletín Oficial bajo las firmas del presidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete Agustín Rossi y la titular del Ministerio de Trabajo, Raquel "Kelly" Olmos, se promulgó la Ley Nº 27.721 que define eliminar la Fe de vida.
Ahora, tal como dicta el Código Civil en caso de que una resolución no especifique fecha de entrada en vigencia, ocho días corridos después de la publicación oficial de la medida esta ya corre desde este martes 25 de julio
En su artículo 1°, el decreto indica que "los beneficiarios de jubilaciones y pensiones del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y del Sistema de Pensiones no Contributivas quedan eximidos de la obligación de presentar la declaración de supervivencia o fe de vida".
Además, tampoco se podrá solicitar cualquier otro "trámite complementario con igual fin", lo que dejar "sin efecto toda demostración de subsistencia a cargo del beneficiario como condición para el cobro de sus haberes y demás beneficios previsionales".
Así, se modifica la Ley 26.704 que, hasta este lunes, habilitaba a los bancos a solicitar a jubilados, pensionados o sus apoderados una "acreditación en cuenta abierta a su nombre en entidad bancaria o en institución de ahorro oficial" para el cobro de sus haberes.
El cambio corre para el artículo 2° de la mencionada legislación, el cual ahora estará redactado de la siguiente manera: "Los haberes o prestaciones de la seguridad social que integran el SIPA como aquellas comprendidas en el Sistema de Pensiones no Contributivas a cargo del ANSES no requerirán, en ningún caso, de la realización de acción deliberada alguna a cargo de la persona beneficiaria o apoderada para acreditar supervivencia".
De esta forma, los bancos y otras entidades que paguen jubilaciones y/o pensiones "tienen la obligación de rendir como impagos los fondos pagados con posterioridad a la fecha de fallecimiento de la persona titular del beneficio".
Rodolfo Raffo Raffo
Lamentablemente cierto: la mejor noticia que pueden recibir los jubilados es la anulación del "sistema de fe de vida".
Hay otra noticia que parece no puede ser cierta con este gobierno que sería incrementar los niveles jubilatorios sobre todo los más miserables y a su vez bajar los de privilegio que resultan vergonzosamente altos.