Kicillof va por la reelección, sin desdoblar y con el deseo de que Cristina esté en la boleta

No sólo Cristina Kirchner leyó Diario de una temporada en el quinto piso, el libro de Juan Carlos Torre que la Vicepresidenta le envió a Alberto Fernández como regalo de cumpleaños. También lo leyó Axel Kicillof que a medida que avanzaba en la lectura comentaba el texto con su jefa política. De todos modos él no se metió en la polémica pública.

La última vez que el bonaerense y el Presidente se vieron en privado fue en el marco de la reunión de gobernadores armada por el jefe de gabinete, Juan Manzur, y el ministro del Interior, Eduardo ‘Wado' De Pedro, en la que se acordó una presentación conjunta ante la Corte por el traspaso de partidas a la Ciudad en materia de seguridad. Esta semana fue noticia el planteo del mandatario. "En el Conurbano y en el interior la situación social no da más", lanzó su dardo según dijo para el Fondo Monetario Internacional aunque seguramente también para el Ministerio de Economía y la Presidencia de la Nación.

Kicillof mantiene el equilibrio entre su vínculo con la Casa Rosada y Cristina Kirchner a quien ve como mínimo una vez por semana. De todos modos es evidente su inclinación en la grieta interna y puntea con ella casi a diario la agenda económica y política. 

Pero además fue todo un dato la presencia del gobernador en el acto de asunción de las autoridades de la CGT zona Oeste donde Máximo Kirchner mandó un fuerte mensaje a Alberto Fernández. Allí Kirchner apuntó que la gestión del secretario de Comercio, Roberto Feletti, no alcanza para frenar la inflación y recordó el respaldo de la ahora Vicepresidenta a las gestiones de Kicillof y de Augusto Costa durante su gobierno. 

Todo el kirchnerismo comparte el mismo diagnóstico y el reclamo al Presidente por coordinación y políticas más duras con el poder económico.

En línea con el kirchnerismo duro el bonaerense y su equipo esperan otras señales desde el gobierno nacional, un viraje para recuperar el contrato electoral con su propio votante, dicen. El aumento de la Tarjeta Alimentar anunciado por Fernández en Almirante Brown fue bien recibido pero insuficiente. Preocupan especialmente los subsidios en materia energética.

En ese marco y frente a la caída de imagen del gobierno nacional, a pesar de algunas señales de recuperación, varios intendentes hicieron llegar planteos para desdoblar las elecciones. Kicillof se encargó de abortar esa posibilidad: transmitió que irá por la reelección y que no piensa separar la convocatoria a comicios de la provincia y municipios de la elección nacional. Salvo que la intención de voto lo obligue a desistir.

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Desdoblar si o no

Kicillof ya tomó la decisión, a contramano de la estrategia que piensan otros gobernadores a los que la ley no los obliga a desdoblar. Como en otros años en que el peronismo corría riesgos, en el 2023 escalonarán el calendario y provincializarán sus campañas.

No es el caso de Buenos Aires. El gobernador quiere a Cristina Kirchner en la lista. Lo más probable es que ella sea nuevamente candidata a senadora nacional.

CRISTINA VS MACRI

En el Frente de Todos hay un análisis compartido. Nadie cree que la Vicepresidenta o su hijo piensen en no jugar. Pero si en Juntos por el Cambio el candidato a presidente fuera Mauricio Macri, en Todos la fórmula presidencial podría querer encabezarla Cristina Kirchner.

Esperan que ella así lo decida incluso a riesgo de sufrir una derrota. Su presencia en la lista provocaría un efecto arrastre en el Conurbano bonaerense y garantizaría una trinchera para el kirchnerismo duro en la casa de gobierno provincial y en distintos municipios.

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