Ni default ni suba de impuestos: JxC espera la letra chica del acuerdo con el FMI
La coalición opositora tuvo su "retiro espiritual" en Olivos. Durante cinco horas dialogaron sobre el futuro de la unión y lograron calmar los ánimos después de algunos cruces internos.
Solo 200 metros separaron a los principales referentes de Juntos por el Cambio de la Quinta de Olivos. En el club La Escondida, tan cerca y tan lejos de la residencia presidencial, los dirigentes opositores dialogaron durante cinco horas sobre las reglas de juego internas y el futuro de la coalición, pero también hubo lugar para la coyuntura.
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Entre los participantes, hubo tres invitados ausentes (los radicales Martín Lousteau, Gustavo Valdés y Rodolfo Suárez). A contramano, se sumaron dos que no estaban en los planes previos: Ernesto Sanz y Ramón Puerta. El primero, fundador de Cambiemos en 2015. El segundo llega para apuntalar a Miguel Ángel Pichetto y su Peronismo Republicano.
El resto de los asistentes fueron, por el PRO, Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Cristian Ritondo, Humberto Schiavoni; el radicalismo llevó a Gerardo Morales, Alfredo Cornejo, Mario Negri y Luis Naidenoff; y de la Coalición Cívica estuvieron Maximiliano Ferraro, Juan López y Maricel Etchecoin.
Estaban previstos tres bloques. El primero, titulado "el equipo", fue una dinámica en la que compartieron las expectativas sobre el encuentro y sobre el futuro de la coalición. El segundo, llamado "las reglas", fue para debatir el funcionamiento interno de la coalición. Se trabajó para avanzar en la conformación de mesas provinciales, análogas a la mesa nacional.
El último segmento se reservó para la coyuntura. Y allí había un tema excluyente: el entendimiento con el FMI. Es que el acuerdo debe pasar por el Congreso de la Nación, y ante la división del Frente de Todos sobre este tema se habrían esgrimido diversas posturas.
Todos estuvieron de acuerdo en que debe esquivarse el default, por lo que hay que acompañar al acuerdo. Sin embargo, resolvieron que no avalarán nada que implique un aumento de impuestos. Fue un punto en el que hizo especial énfasis Macri y en el que el resto estuvo de acuerdo.
Respecto al modo en el que se votará en el Congreso, no hubo una resolución, ya que esgrimen que "todavía no sabemos qué va a mandar el Gobierno". De hecho, al salir de la reunión, Morales aclaró que "cuando llegue la carta de intención veremos la estrategia parlamentaria".
Pichetto, por su parte, había aclarado que considera "positivo el principio de entendimiento", aunque aclaró que no van a avalar ningún "aumento de impuestos". Además, achacó la "irresponsabilidad del oficialismo de no tener unidad" en este tema. Bullrich también fue clara al respecto, y aseguró que "nunca vamos a empujar a la argentina al default".
En esa línea, también se encargaron de aclarar que el responsable de lograr acuerdo es el Gobierno. En resumen, acordaron cinco puntos: no al default, hay que honrar las deudas, no convalidar subas de impuestos, el tema se tratará en el Congreso, el Gobierno es irresponsable por dividirse en este tema.
Pero además de este tema puntual se avanzó en la institucionalización del espacio. Se conformará una mesa federal y habrá mesas provinciales con participación de todos los partidos. También habrá un equipo de coordinación intercámaras en el ámbito del Congreso. "Impregnamos de radicalismo a todo Juntos por el Cambio" decía, entre risas, uno de los radicales que participó del encuentro.
Por otro lado, también hubo espacio para la discusión de políticas públicas, en la que seguirán trabajando los equipos técnicos de los partidos. Por ejemplo, se presentará un proyecto de ley de emergencia sobre el narcotráfico, habrá propuestas para normalizar la educación y se presentará un proyecto unificado para la reforma del Consejo de la Magistratura.
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