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Juntos por el Cambio, entre ausencias, chicanas y desinterés por Alberto Fernández

Tras el discurso presidencial, Fernando Iglesias se consolidó como el opositor más combativo del Gobierno. Tres radicales de peso, ausentes. Defensa a la Corte Suprema y la postura de Larreta y Lousteau.

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Los gobernadores radicales (Gerardo Morales, Rodolfo Suárez y Gustavo Valdés) estuvieron ausentes en la cuarta (¿y última?) apertura de sesiones ordinarias de Alberto Fernández. 

El diputado PRO Fernando Iglesias le dio la espalda al Presidente durante toda la sesión. Los radicales Martín Lousteau y Martín Tetaz se retiraron antes que ninguno del recinto, con un preciso listado de las "mentiras presidenciales". También Javier Milei se apuró en abandonar el recinto y expresar su frustración.

Entre los gritos, el desinterés y la sorpresa por un discurso que consideraron excesivamente alineado con los más duros del Frente de Todos, a la oposición le costó salir a criticarlo. "No dimensiona lo que está diciendo porque no está bien, solo habla de él, es muy extraña la situación", dijo Juan Manuel López, titular del bloque de la Coalición Cívica. Agregó: "es un milagro que haya llegado hasta el 2023".

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Quizás quien más distancia tomó fue la presidenta del PRO, Patricia Bullrich,  apenas destacó en sus redes "por suerte es la última vez que hay que escucharlo. Lo que viene será mejor".

La diputada María Eugenia Vidal, también candidata a presidenta, tampoco pudo decir mucho. "120 minutos de relato. Lo mismo de siempre. Ataque a los medios, a la justicia, a la oposición. Nada sobre cómo bajar la inflación, frenar la inseguridad o combatir el atraso educativo: Albertolandia", posteó.

Por su lado, Rodríguez Larreta se ocupó de aclarar que se hizo presente en la Asamblea Legislativa por invitación del bloque PRO y Juntos por el Cambio, "que viene trabajando día tras día en la defensa de las instituciones republicanas contra los avances que las quieran perjudicar". Luego del discurso, no comentó nada.

LA DESPEDIDA PORTEÑA DE RODRIGUEZ LARRETA

Su mañana había arrancado bien temprano. A las 8.40 ya estaba leyendo su último discurso de apertura de las sesiones ordinarias de la Legislatura porteña, donde luego de repasar las principales políticas que llevó adelante durante los últimos 15 años, se posicionó con un tono distinto, de despedida de una etapa para pasar a la campaña por la Presidencia.

Con la presencia como invitados de la mayoría de los diputados y senadores nacionales de Juntos por el Cambio de CABA (Maximiliano Ferraro, Guadalupe Tagliaferri, Alvaro González, Emiliano Yacobitti), más algunos aliados como Cynthia Hotton, funcionarios recientemente designados como Martín Redrado, Silvia Lospennato y Waldo Wolff, o ex funcionarios como Héctor Lemus y Carolina Stanley, y sus ministros en la gestión porteña, Larreta hizo un repaso de sus 16 años como funcionario porteño, antes de adentrarse a hablar como candidato.

No ocultó que era un momento especial para él, luego de formar parte de la gestión de la Ciudad de Buenos Aires, 8 años como Jefe de Gabinete de Mauricio Macri y 8 como Jefe de Gobierno. A la hora de diagnosticar el presente, expresó que "hoy casi el 40% de los argentinos son pobres, casi 4 millones de personas trabajan en la informalidad y miles de chicos no terminan en tiempo y forma la escuela. Estos son los resultados de décadas de división". 

Y ratificando su estrategia, aseguró que "la solución no puede ser más de lo mismo. No hay teoría política ni ideología partidaria que sea más importante que ser argentino". "El cambio no es gritar. No es buscar problemas ni culpables. El cambio es buscar soluciones y trabajar todos juntos, sin parar, para llevarlas adelante". Y confesó que "en una Argentina tan dividida, sé que esto puede sonar a una utopía, pero se puede, sé que se puede".

En el recinto los aplausos duraron varios minutos. Durante el discurso, se pudo ver que el secretario General y de Relaciones Internacionales, Fernando Straface, fue el que más aplaudió. El legislador porteño Darío Nieto, quien fue secretario privado de Mauricio Macri, el que menos.

LO QUE MÁS MOLESTO: ALBERTO CONTRA LA CORTE

En el Congreso, lo que más molestó a la oposición fue su discurso contra la Corte Suprema de Justicia, que para muchos es pasible de juicio político. "El kirchnerismo no solo detonó la economía, sino que se está yendo del gobierno demoliendo las instituciones republicanas", dijo el presidente del bloque UCR, el cordobés Mario Negri. 

"Decir que el juicio de Vialidad fue un simulacro donde no se cuidó el debido proceso es una guarangada más que sale de la boca del Presidente. Ese juicio se hizo conforme a Derecho y la semana que viene se conocerán los fundamentos de la sentencia", agregó. Y puntualizó que "desde la oposición vamos a seguir diciendo que el juicio político a la Corte es un mamarracho", por eso "felicito a los jueces de la Corte por soportar estoicamente los embates del Presidente".

El momento fue quizás el más álgido en el recinto, cuando se escuchó decir a Fernández "es un honor que me insulte diputado Iglesias". El diputado, junto a otros de la oposición, gritaban desde sus bancas contra las palabras del Presidente, aunque no llegó a quedar claro qué decían. Más tarde, Iglesias posteó "el honor es mío, no lo insulto, lo describo". Aunque no se conocen imágenes de ese momento, se asegura que los insultos no bajaron de "delincuente".

El senador Lousteau explicó por qué se fue, enojado. "Me levanté del recinto y me fui porque no puedo admitir que se diga una barbaridad semejante. El Presidente miente: no puede decir que la Ciudad de Buenos Aires no es parte del convenio de coparticipación", explicó.

Algo similar dijo Tetaz. "Es intolerable que mienta sobre los fondos de la Ciudad y ataque a sus habitantes. Más opulenta es Neuquén o Tierra del Fuego y nadie pide que les saquen los fondos de coparticipación", posteó.

Javier Milei también se fue por la misma razón. "Como representante de los habitantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, me acabo de retirar del recinto frente a los ataques del Presidente a nuestra querida Ciudad. Es inadmisible aceptar con nuestra presencia las mentiras y los ataques del Presidente a la Ciudad", escribió en sus redes.

El PRO discutió por chat qué hacer. No tenían decisión tomada de retirarse, y finalmente coincidieron en que era mejor quedarse, tener claro qué estaba diciendo el Presidente, para tener argumentos en la crítica. "Finalmente no se refirió en forma directa a Mauricio (Macri), aunque por supuesto no se hizo cargo de nada y toda la culpa de lo que pasa es nuestra", ironizó un diputado frente a El Cronista.

Casi al final, Fernández hizo un tibio llamado a dialogar con la oposición. Pero ningún dirigente mencionó el asunto. Una diputada lo explicó así: "son palabras huecas, fuera del contexto del discurso, ni tiene sentido analizarlas". 

En su carácter como presidente de la UCR, ya por la noche, Morales dio a conocer una contundente carta abierta dirigida al Presidente. "En el marco de la conmemoración de los cuarenta años de democracia, sus afrentas a los integrantes de la Corte suprema, especialmente invitados para un evento que tiene carácter constitucional, es una grosería institucional sin antecedentes. Nos hace pensar a todos los argentinos que se trató de un convite para el escarnio público. Esto es inaceptable", expresó.

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