Grieta por el 24 de Marzo: Alberto Fernández se diferencia del kirchnerismo y tendrá su propio acto por el Día de la Memoria

El Presidente se fijó un compromiso a la misma hora que Máximo Kirchner y su agrupación marchen hacia la Plaza de Mayo. La vicepresidenta reapareció con figuras críticas.

En la tarde del martes, luego de idas y vueltas, el presidente Alberto Fernández terminó de darle forma a la actividad con la que conmemorará el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, en un clima enrarecido por los notorios enfrentamientos que dividen al oficialismo y que llevaron a organizar actividades por separado.

El primer mandatario había recibido una invitación para partir hacia La Rioja y compartir la jornada de reflexión con el gobernador de esa provincia, Ricardo Quintela. La Casa Rosada, no obstante, desistió de la invitación y optó por concentrar la actividad en Buenos Aires.

A las 10 de la mañana, Fernández participará de un acto en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), donde se entregarán los legados reparados a familiares de ocho investigadores que fueron detenidos y desaparecidos. En ese acto, también se reconocerá a los que fueron cesanteados, exonerados, exiliadoss, dados de baja y a quienes el gobierno militar les impidió continuar con sus investigaciones.

La actividad presidencial en el barrio de Palermo toma distancia de la movilización convocada por La Cámpora y otras agrupaciones que pululan en la órbita kirchnerista, que se concentrarán frente al predio de la antigua Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) para marchar desde allí hasta Plaza de Mayo.

Las organizaciones kirchneristas anticipan una multitudinaria convocatoria, tras su último despliegue, el pasado 10 de diciembre, con motivo del aniversario de la restauración democrática en 1983. En aquella ocasión, compartieron la Plaza de Mayo con otras agrupaciones, con cierta distancia del escenario principal que compartió el binomio Fernández.

La actividad definida por el jefe de Estado llegó cuando la distancia se agiganta con el sector que se encolumna con la vicepresidenta Cristina Kirchner. Fernández definió su agenda horas después de marcar que "no existe una presidencia colegiada" y que las decisiones las toma él. 

En el entorno presidencial provoca suma inquietud el mensaje entre líneas que La Cámpora y su jefe político, Máximo Kirchner, pueda enviar cuando llegue hacia las inmediaciones de la Plaza de Mayo. Con igual preocupación esperan la eventual aparición de una carta de la Vicepresidenta.

Fernández volvió a marcar la cancha: "No se puede tener una presidencia colegiada"

Sin diálogo estas semanas con Cristina, Fernández se reunió por videoconferencia con Kristalina Georgieva, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), a la que aseguró el "firme y decidido compromiso con el cumplimiento de los objetivos del programa". El mismo programa que aborrece la titular del Senado y un importante sector del frente electoral.

A la misma hora, Cristina Kirchner visitaba a la Asociación Madres de Plaza de Mayo y compartía una reunión con Hebe de Bonafini, quien se expresó en durísimos térmnos en las últimas horas contra el Presidente y pidió, incluso, realizar un paro general contra el Gobierno.

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