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CORDOBA (Enviado especial).- En unas escandalosas elecciones con graves problemas técnicos en el conteo de votos, el peronismo gana la gobernación de Córdoba con una ajustada victoria de Martín Llaryora (42,76%) sobre el candidato de Juntos por el Cambio, Luis Juez (39,76%) cuando aún no se había terminado la totalidad del escrutinio.
Llaryora aseguró que el PJ había ganado en Córdoba cuando se lleva escrutado el 94% de los votos. En tanto, Juez no reconoció hasta ahora la derrota y acusó a la Justicia Electoral por llevar adelante un conteo manual de los votos.

Las elecciones de Córdoba quedaron teñidas así de una fuerte polémica de alcance nacional ya que el gobernador peronista y precandidato presidencial Juan Schiaretti pretendió en vano lanzar su candidatura presidencial con su compañero de fórmula Florencio Randazzo. Y desde Juntos por el Cambio Patricia Bullrich ,que llegó hasta Córdoba para acompañar a Juez, apuntaba a una "grave falla institucional".
"Hay una tendencia irreversible y ya ganamos. El problema del conteo es de la Justicia Electoral pero la tendencia ya es irreversible", dijo Llaryora al evaluar el resultado.
"Los máximos perjudicados hoy somos todos los cordobeses y en especial aquellos que tendríamos que tener el derecho a festejar por el esfuerzo que hemos hecho en esta campaña. Lamentablemente a esta altura, en una provincia como la nuestra, tendríamos que tener todos los resultados y no los tenemos", cerró en el acto final Llaryora.
Calidad institucional
Juez habló de "una elección descomunal" que hizo Juntos por el Cambio y adelantó que esperará el escrutinio definitivo debido a que se cayó el sistema para el conteo. Bullrich denunció que "el país entero está preguntándose por qué los sistemas fallas cuando hay poca calidad institucional".
"Nos hemos quedado con la mayoría de la Legislatura y el Tribunal de Cuentas completo. Me preparaba para festejar o felicitar al intendente pero no puedo hacer ni una cosa ni la otra", manifestó Juez al lado de la precandidata presidencial de Juntos por el Cambio Patricia Bullrich.
En el oficialismo de Córdoba reconocieron que la demora en la carga y acusaron a la Justicia Electoral. La explicación que se daba es que en aquellas escuelas que no tienen conectividad el conteo lo tienen que hacer manualmente. Ese proceso demoró todo el escrutinio.

La empresa a cargo de la logística y transmisión de los datos, OCASA, emitió un comunicado en el que explicaron que "la contingencia se relaciona con la transmisión del acta, de la cual los fiscales ya tienen copias validadas por las autoridades de cada mesa de votación".
"La eventualidad se explica principalmente por los problemas de conectividad en diversas escuelas de la provincia", precisó la empresa que informó un "plan de contingencia" para avanzar con el escrutinio que consiste en "trasladar la documentación (digital o física) a los 17 nodos, distribuidos estratégicamente, atendiendo a las particularidades tanto poblacionales como geográficas que caracterizan a la Provincia de Córdoba para concluir el proceso de transmisión".
En una noche donde el escrutiño fue muy lento y hubo duros cuestionamientos de la oposición por la carga de datos, Llaryora lograba que el PJ se quede con la gobernación de Córdoba que manejaron desde hace 24 años de manera intercalada Juan Manuel De la Sota y Schiaretti.
Llaryora se mostró como el candidato antigrieta, de la nueva generación y expuso su gestión como intendente de Córdoba capital para derrotar a un desgastado Luis Juez que tuvo que enfrentar los embates internos de Juntos por el Cambio a nivel nacional.
Lanzamiento de Schiaretti
Anoche, Schiaretti buscaba lanzar su candidatura presidencial con Randazzo pero no pudo. El hasta ahora gobernador de Córdoba busca dar pelea por la Presidencia pero no tiene mucha estructura a nivel nacional ya que en las provincias su fórmula no logró presentar candidatos a gobernadores propios para dar pelea electoral y sólo irá con listas cortas de diputados.
La eventual victoria de Llaryora le dará a Schiaretti un envión en su lanzamiento como precandidato presidencial con Florencio Randazzo, que se sumó a los festejos en el búnker oficialista.
En el caso concreto de Llaryora la apuesta es mostrar una suerte de "partido cordobés" como él mismo lo mencionó, donde confluirán dirigentes de todos los partidos incluidos el PRO, el radicalismo y el socialismo bajo la conducción del flamante mandatario peronista.

De esta manera, el nuevo gobernador de Córdoba buscará mostrar, junto con Schiaretti a nivel nacional, que es posible armar una estructura política "más allá de la grieta", como dijo.
Llaryora sustentó también gran parte de su campaña con la obra pública que desplegó como intendente de Córdoba capital. De esta manera, contrapuso el "voto ladrillo" frente al "voto soja" que avalaba a Juntos por el Cambio. El malestar del campo por la crisis económica y las retenciones fue compensado por la muestra de obra pública.
Juntos por el Cambio en ebullición
La figura de Juez quedó desgastada a lo largo de los últimos años y en ello se atribuye gran parte de su derrota. El dirigente de Juntos por el Cambio se presentó ayer por tercera vez para dar pelea por la gobernación y nunca pudo ganar. Así y todo, puso a la oposición a escasos puntos de dar vuelta la historia. En su bunker, hablaban de empate técnico en el desenlace del recuento.
Además, Juez compitió con Llaryora que en calidad de actual intendente de Córdoba capital buscó comparar en todo momento de la campaña su gestión regada con mucha obra pública frente al mandato del radical que entre 2003 y 2007 fue jefe comunal de la ciudad capital pero no logró convencer al electorado.
Bullrich llegó al búnker de Juntos por el Cambio acompañada por Laura Alonso y Damián Arabia. Junto con el diputado radical Mario Negri y el candidato a vicegobernador Marcos Carasso anoche analizaban la derrota y atribuían el resultado electoral, entre otras cosas, al amague que mostraron al electorado a nivel nacional con el principio de acuerdo de Horacio Rodríguez Larreta y el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, que fue duramente cuestionado por Patricia Bullrich.

"No le va a quedar un solo voto a Larreta en Córdoba cuando sean las PASO nacionales", dijo a El Cronista un referente nacional de Juntos por el Cambio en una cabal muestra de malestar contra el jefe de gobierno porteño.
Bullrich confiaba en una votación favorable que le diera un empujón a nivel nacional. Eso no pudo ser y ahora vendrán ahora los pases de factura y reproches por los movimientos de Rodríguez Larreta con Schiaretti que al entender de muchos radicales desorientaron al electorado cordobés.
Cómo le fue al kirchnerismo y a Milei en Córdoba
El kirchnerismo, en manos de Federico Alesandri, quedó en quinto lugar y no logró siquiera sumar más del 3% de los votos, lo que muestra claramente que el frente Unión por la Patria de Sergio Massa a nivel nacional volverá a tener los mismos problemas que tuvo históricamente en Córdoba: el electorado del segundo distrito electoral del país no avala las políticas nacionales que impone el Gobierno.
Massa deberá hacer un milagro si realmente quiere sumar votos en Córdoba del peronismo y no se vislumbra bajo ningún punto de vista un posible acuerdo con el PJ de Schaieretti
El otro gran fantasma de estas elecciones en Córdoba fue Javier Milei que no presentó ningún candidato. Sólo hubo dos candidatos Agustín Spaccesi y Rodolfo Eiben, vinculados a la derecha que no se mostraron nunca con el libertario y sólo obtuvieron no más de 2,5% de los votos.
De esta manera, en Córdoba la figura de Milei apareció en el cartel central del resultado electoral como ocurrió en la mayor parte de los 12 comicios provinciales que ya se llevaron adelante en todo el país.
En Córdoba ni siquiera Milei apareció en la campaña como sí lo hizo en La Rioja, San Luis o Tierra del Fuego donde los candidatos republicanos no superaron más de 15 % de los votos.














