Panorama político

El Gobierno frente a un espejo que no ve: fuego amigo contra Massa y la renuncia de Larreta

Desde la otra parte del mundo, a 15.793 kilómetros de distancia, algunos defectos de la Patria se suavizan y otros se ven definitivamente más groseros. La rosca argentina, las traiciones y las deudas, en la mirada de los de afuera

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Gastón Pauls sigue siendo un adicto en recuperación aunque lleva 17 años sin llamar a un dealer. Se lo explicó por radio a Reynaldo Sietecase hace unos pocos días. También le dijo que sigue asistiendo a los grupos de anónimos donde los más viejos aconsejan a los más jovencitos: "Dejá la lupa y mirate al espejo". 

La frase aplica a todos los temas, a todos los seres humanos, a todos los sectores, sean o no políticos. Y por supuesto le cabe a esta Argentina que en 2023 cumple 40 años de Democracia ininterrumpida. También suma deudas continuas.

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Desde donde estoy, a 15.793 kilómetros de distancia, se suavizan algunos defectos de la Patria. Otros se ven definitivamente más groseros.

Con el reloj adelantado ocho horas y media desde Nueva Delhi leí los artículos que los portales nacionales publicaron sobre el partido Argentina-Panamá. Visto desde esa perspectiva el país es una fiesta, Leo Messi hizo su gol número 800 y superó por un tiro libre a Diego Maradona. Aquí todavía le celebran, por cuestiones de subyugación histórica, el gol con la mano a la Selección inglesa.

Contrastan con las fotos de la cancha de River el resto de las noticias. ¿La lupa o el espejo?

La humildad no nos representa. Mucho menos tras el 2022 y las tres estrellas. Lamento decirlo: no somos los mejores en todo ni somos el ombligo del mundo. Apenas ganamos un Mundial de fútbol aunque mirando para atrás nos infle el pecho de orgullo y nos haga creer que se premia el esfuerzo colectivo. No hace falta que enumere las derrotas y las urgencias: inflación, pobreza, indigencia.

Seis periodistas de Buenos Aires, cuatro de Uruguay, una de Venezuela y una veintena que llegaron de países del Caribe, desde Nicaragua a Cuba, Haití, Surinam, Jamaica, Bahamas, Santa Lucía, Guyana, Trinidad y Tobago, Antigua y Barbados, República Dominicana y San Cristóbal y Nieves, compartimos un Programa de familiarización sobre India con el que la Cancillería de esta potencia económica busca consolidar su imagen en el mundo, potenciar vínculos y mejorar cada una de sus relaciones. 

Ninguno de los colegas nos pregunta qué tal fue el partido de la Selección, qué tal la vuelta al país de los campeones del mundo. Confieso que por el trabajo, el cansancio y la diferencia horaria fuimos pecho frío y tampoco nos levantamos de madrugada para mirarlo los periodistas de Argentina.

El único que celebra al campeón es el funcionario de Cancillería que se encarga de las relaciones con Argentina. En su celular tiene la foto del canciller Santiago Cafiero entregándole a su par indio Subrahmanyam Jishankar la camiseta de la Selección nacional. Con el paso de los días algún otro local nos hablará sobre la Scaloneta.

"Vamos por la cuarta estrella" nos dice en castellano el funcionario aunque la mayoría nos habla en inglés. Para muestra de la falta de reflejos basta un botón: muchos diplomáticos pidieron la camiseta oficial de la AFA pero la demora en el bordado postergó las ventas e impidió que en medio del festejo caliente de diciembre y enero los representantes del país aprovecharan el envión. Por falta de remeras se quedaron sin operativo seducción. El fútbol abre puertas pero no hace milagros todavía.

El detalle no es una cuestión de cholulismo y bien aprovecharon los árabes el Mundial. Los campeones también deberíamos.


El crecimiento de un país pobre

Uno se pregunta por ejemplo cómo India, que recién fue independiente 75 años atrás, logró pasar del 70% de hambruna y el 90% de analfabetismo a un crecimiento sostenido y anual del 6%. Si se mide en dólares corriente es la quinta nación mientras que en poder de paridad de compra es la tercera potencia en un podio compartido con Estados Unidos y China. Argentina, en cambio, ocupa el puesto 32 o 33 si se miden dólares corrientes y 22 según el poder adquisitivo. El PBI per capital aquí es de u$s 2.279 aunque por supuesto se mantienen grandes contrastes entre sus habitantes.

Estos días el nivel de polución hace irrespirable el aire, el agua mineral es el bien más preciado que se comparte en hoteles y eventos importantes y se apilan litros en botellas de plástico para su venta en sitios de turismo. Para paliar un poco las demandas y con una parte de la población con grandes carencias el gobierno de Narendra Mondi construyó 2.000 baños en distintas ciudades en un país de un billón y medio de habitantes. Parece poco pero en algunas ciudades es un cambio importante. 

Para seguir la curva ascendente la política del Gobierno local más apremiante es cómo aprovechar este año en que es sede del G20 y cómo mejorar los vínculos de un mundo que se polariza entre Estados Unidos y China. El año que viene además habrá elecciones aunque el clima no anticipa grandes cambios.

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La pobreza y la posición de No Alineado hizo que Argentina tomara distancia. Por eso el actual embajador, un hombre de carrera como Hugo Gobbi, es apenas inquilino en una ciudad que tiene más representaciones diplomáticas que Washington. Aún con sede modesta, Argentina tiene una oportunidad porque India quiere la suya en nuestras latitudes.

Los aceites, animales o vegetales, cereales y combustibles, más servicios como transporte y los de conocimiento, son algunos de los bienes que Argentina les exporta en un intercambio comercial que ha crecido con un récord de u$s 6.394 millones el año pasado. También INVAP (un ejemplo de lo que funciona) construyó una planta de producción de radioisótopos en Mumbay y hay avances en los hidrocarburos, tal como lo explicó el director de la Oil & Natural Gas Corporated Limited (ONGC Vides Ltd). 

En un video presentado al conglomerado de periodistas la empresa estatal mostró sus 32 proyectos en 15 países. El mapa tenía coloreada las islas Malvinas.

En 2012 los indios buscaron negocios de exploración en el territorio en conflicto. La demanda constante de soberanía llevó a la pregunta de El Cronista. El director Saanjeev Tokhi respondió que si bien hubo expediciones no podía responder "directly" (directamente) sobre las islas. Es que hace un mes y medio ONGC firmó un acuerdo con YPF -del que sí habló- para mejorar la cooperación entre ambos países en temas de desarrollo e inversión en el sector de energía.

No es para nada un mundo ideal ni previsible. Y es fácil caer en la tentación de mirar con lupa la paja en un país cada vez más amigo. Por ejemplo, es alto el nivel de polución y hacer algo con la basura en un país gigantesco es una reconocida deuda entre muchos otros problemas visibles que contrastan con la propuesta de un futuro y un mundo mejor en el que se apunta, por ejemplo, a la energía solar para escuelas y barrios humildes.

Pero miremos nuestra casa. Andamos mal. Así son las noticias que llegan en este mundo global.


El ataque público de un examigo

Esta semana el ministro de Economía, Sergio Massa, recibió el impacto del fuego amigo. Su exasesor Diego Bossio se quejó por la decisión de vender los bonos en dólares que ordenó el funcionario a la ANSeS y otros organismos. "A mí Cristina no me hubiera dejado", apuntó el extitular de esa entidad.

Antes que así inició un fuerte cruce con su otrora aliada Cecilia Moreau, actual presidenta de la Cámara de Diputados de la Nación. A Bossio lo llamaron de Casa Rosada pero no para pedirle que no hablara sino para expresarle preocupación. Su reproche seguramente era más para La Cámpora en ANSeS. Viejas cuentas pendientes los desunen.

De inmediato surgieron rumores contradictorios sobre si Cristina Kirchner sigue apoyando a Massa o si el kirchnerismo se divide; sobre la ruptura y la recuperación del vínculo del ministro con el Presidente Alberto Fernández y luego sobre las operaciones comandadas nada menos que desde el corazón del oficialismo. 

La que habló fue Malena Galmarini, titular de AySA y esposa del ministro. Blanqueó lo que se dice en el Frente Renovador y apuntó que los cuestionamientos a Massa salen "desde adentro de la Casa Rosada". Incluso agregó que "no tengo alma de vigilante, así que cada uno sabrá qué hizo". El propio ministro presentó sus quejas en persona.

El dilema no es simbólico ni semántico. El problema es que a cada decisión política se le hace una autopsia en público, no antes sino después de haber sido anunciada, y cimbronazos no solo políticos sino también económicos en un país que aguanta cada vez menos.

La lista de malas noticias continúa: la portavoz presidencial pidió que se depure el periodismo. Probablemente sea sano pero lo que nunca es conveniente sino más bien peligroso es que la limpieza la proponga el Gobierno. Lo mismo aplica a tanto opinador serial que anda dando vueltas.

A la distancia se aprecian más los servicios que en estas latitudes faltan pero preocupa la vulnerabilidad de la red eléctrica mientras el Estado ensaya respuestas y la Justicia dice que investiga.

Agota también la rosca política que debería resolverse en privado. Andrés Larroque ya debe haber perdido la cuenta de cuántas veces dijo que no hay reelección posible para el Presidente de la Nación que insiste aunque no lo ayuda ninguna encuesta. Cristina Kirchner volvió a mostrarse rodeada de expresidentes de la región empoderada frente al papel secundario de Alberto Fernández.

Y la oposición se tensa cada día a la espera de la decisión de Mauricio Macri quien en privado habría manifestado no querer ser candidato pero en público tiene a todos a sus pies. Solo en los últimos días se sentaron con él, varias horas, tanto Horacio Rodríguez Larreta como María Eugenia Vidal. Así el exmandatario se queda con la centralidad.

El jefe de gobierno entregó esta semana un alfil para que no peligre en el tablero su propia posición. "Será parte del equipo del gobierno que viene" anunció tras la renuncia de Marcelo D'Alessandro que aseguró se ocupará de defenderse en la Justicia tocado por el escándalo de presunto tráfico de influencias con la Corte Suprema.

No hace falta que al inteligente lector le enumere los desaguisados de los últimos días. 

Tomo algo que escuché aquí en India de boca de Nagrj Naidu Kakanur, secretario del G20 del Ministerio de Relaciones Exteriores. Lo dijo en inglés por sus interlocutores ya que el proyecto del Gobierno apunta a priorizar el uso masivo del hindi: "What to be done to be done today, not tomorrow" (lo que debe hacerse debe hacerse hoy, no mañana).

Ojalá algún día lo entienda Argentina y el mundo. Y en lugar de especulación frente a cada proceso electoral y en defensa propia, los dirigentes depusieran armas en post de la resolución de las urgencias. Por ahora hay mucho slogan bonito.

Un dato más: el kirchnerismo le prometió a Abuelas de Plaza de Mayo no mezclar la marcha del 24 con la campaña electoral de Cristina Kirchner. Sin embargo la columna de La Cámpora que encabezó su hijo Máximo Kirchner reclamó "Democracia sin mafias" y propuso "una gran remedio (CFK) para un gran mal". 

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