En medio de la guerra comercial por los aranceles, el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó sus pronósticos de crecimiento económico global. Y también estimó de cuánto será la mejora en Argentina.
En este sentido, al país le fue "peor" que al mundo. En abril, el crecimiento económico global se calculaba en un 2,8%, mientras que ahora fue revisado y se ubica en 3%. En cambio, Argentina salió al revés. En la reunión anterior del FMI, proyectaban una mejora del 5,5% del PBI durante este año, mientras que ahora bajaron esa estimación a un 4,5%. Otros organismos multilaterales (como el Banco Mundial) también fueron en esa dirección.

Los datos están en el" World Economic Outlook", que el organismo publica dos veces al año con datos de todos los países sobre crecimiento de PBI, inflación, balanza comercial y desempleo. Son publicados durante cada asamblea semestral del FMI y el Banco Mundial. Una se realiza en la primavera norteamericana y otra en otoño (la actual).
El pronóstico mundial mejoró gracias a que el impacto de los aranceles que Estados Unidos le impone a las importaciones fue menor a lo esperado. "El shock de los aranceles asociado con su efecto en el resto de la economía llevaron a una reducción del 0,5% en el crecimiento de la economía global (en abril de 2025). En ese momento, el crecimiento se estimaba en 2,5%", explica el documento sobre la postura que tenía en abril.
Pero el efecto de los aranceles fue menor al previsto -cayeron de un 23% al 17,5%, según Kristalina Georgieva, la directora gerente del FMI-. Eso, más una mejora en las condiciones financieras impulsó "una revisión al alza del 0,2% en la proyección de crecimiento global de 2025 y ahora se ubica en 3%".A Argentina, en cambio, los pronósticos le empeoraron. El crecimiento económico, es decir la mejora del PBI sería del 4,5% durante este año, mientras que en abril ubicaban esa cifra en 5,5%.

La caída de un punto del PBI es analizada por los economistas, para medir el alcance de esta contracción. Desde el Gobierno lo desdramatizan.
Esta disminución también impacta en otras proyecciones de 2026. En abril, se creía que el PBI argentino subiría un 4,5% el año próximo, mientras que ahora se lo estima en 4%.
Pero el dato que probablemente más preocupe al gobierno de Javier Milei es el relacionado con inflación: en abril, el FMI proyectaba que la inflación argentina durante 2025 sería del 35,9% anualizada. Con la revisión, estiman que la suba de precios será del 41,3%.
Ese número supera cualquier proyección del Gobierno. No obstante, se trata de una medición interanual. Para ajustarse a los parámetros más clásicos, el dato que mirarán el ministro de Economía (Luis Caputo) y su equipo es el de inflación al finalizar el año ("End of period" en el lenguaje del FMI).
Allí también hay una suba. En abril, el FMI la proyectaba en 20%, mientras que ahora considera que el 2025 cerrará con un 28% de inflación. Aunque el equipo económico hubiera preferido estar más cerca de la proyección original del FMI, Caputo y los suyos creen que si la inflación anual se ubica por debajo del 30%, el objetivo está cumplido. Por ahora, el FMI los estaría validando.
Para el 2026, el FMI proyecta una inflación anual del 10% y allí si hay una ligera caída con respecto al número anterior que manejaba: era de 12% en abril. De esta forma, el organismo parece proyectar que el costo de vida caerá durante el año que viene un poco más rápido.
A comienzos de agosto, en el "staff report" donde se analizó cómo venía el acuerdo entre el FMI y la Argentina, se publicó que la inflación de 2025 rondaría entre 20% y 25%.
Balanza comercial
La balanza de cuenta corriente, que marca el ingreso y egreso de divisas, marca un déficit para Argentina. Sería un 1,2% del PBI, lo que triplica la proyección de abril, cuando se ubicaba en 0,4%.
Cuando se firmó el préstamo de u$s 20.000 millones, se partía de una balanza comercial negativa del 0,4%. En la revisión publicada en agosto, el FMI ya estiraba ese déficit al 1,7% del PBI, muy por arriba de la situación cuando se celebró el convenio entre el organismo y el país.
"El crecimiento de las importaciones fue por mayor facilidad para acceder a dólares y menores restricciones en la operatoria de importar", detalló el FMI en su revisión de agosto. "Este cambio marca un desarrollo sin precedentes en la trayectoria macroeconómica del país. El déficit de balanza será compensado por el fuerte ingreso de capitales (...) La llegada de capitales están proyectados que superen a los pronosticados en la aprobación del programa (el préstamo a Argentina)", analizó el staff report en agosto.
Allí suponían un pronto ingreso de Argentina al mercado de la deuda internacional, que estimaban para comienzos de 2026. La disparada del riesgo país del último mes va en sentido contrario a esa expectativa.
El déficit de balanza comercial proyectado ahora está a mitad de camino entre el menos negativo -de abril (0,4%)- y el más elevado (el de agosto, de 1,7%). Algunos economistas y empresarios sostienen que hay caída de importaciones debido a que varias empresas se sobrestockearon antes de las elecciones, antes que el escenario electoral acelere la dolarización.
El FMI sostiene que, en 2026, el déficit de cuenta corriente estará en 0,4%. Es lo mismo que proyectaba en abril, cuando acordó con Argentina.
Menores precios
Más de la mitad de las exportaciones argentinas provienen del agro. En ese sentido, el FMI marca una caída de los precios de esos comodities.
"Después de un arranque fuerte en el comienzo del año, el precio de los comodities cayó tanto por oferta abundante como por los aranceles (a las importaciones)", explica el FMI. Desde marzo hasta agosto, un indicador utilizado por el organismo para alimentos y bebidas se contrajó un 4,8%, con caídas en café, cereales y azúcar.
"Los precios de los cereales cayeron un 11,1% en medio de fuertes perspectivas de cosechas en los mayores productores, como Estados Unidos, Rusia, Brasil y Argentina", observa el organismo multilateral.
Más tecnología, menos empleo
El ritmo de las inversiones se viene acelerando en sectores como tecnología -con eje en IA-, pero el resto de los sectores no muestra esa misma dinámica, con una ligera desaceleración, según Pierre-Oliver Gourrinchas, economista jefe del Fondo Monetario Internacional en una conferencia durante la mañana del martes.
La guerra comercial, y la carrera por imponer aranceles, todavía no paralizó el comercio global, que incluso creció. Eso fue porque varias operaciones se cerraron antes que Estados Unidos impusiera aranceles, acelerando compras previas a las medidas proteccionistas de Trump.
"Hay un ligero debilitamiento del dólar estadounidense", según Gourrinchas. Según el economista, eso podría ayudar a los países emergentes a pagar sus deudas soberanas, ya que dispondría de más fondos por un dólar menos fuerte. En la economía estadounidense se espera una caída en la cantidad de empleos creados, pero la tendencia no termina de ser nítida.
Empleo
Otro de los aspectos que cambió entre abril y octubre es la proyección del desempleo. En abril, estimaban que el 6,3% de la población económicamente activa no encontraría empleo. Ahora, con la revisión, calculan que la falta de trabajo puede afectar al 7,5%.
En la revisión de agosto, el FMI notó un deterioro en los indicadores de empleo, cuyos salarios habían mejorado en 2024. Tomaron datos del primer trimestre (enero-marzo) con un deterioro de los "empleos formales".
En agosto, el FMI manifestó que una mayor tasa de empleo se generará a través de reformas en la legislación laboral. Para eso, el Gobierno necesita acordar con otras fuerzas políticas después de las próximas elecciones legislativas.
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