"Si hay foto, hay video" es la frase de producción televisiva que inmortalizó Gonzalo Bonadeo. Y ocurrió en este caso: después de las dos fotos que desataron la polémica por el cumpleaños de la primera dama, Fabiola Yáñez, durante la estricta cuarentena, aparecieron dos breves videos de aquella noche del 14 de julio de 2020
El sitio El Destape del periodista Roberto Navarro, de cercanía con el kirchnerismo, publicó ambos fragmentos. En uno de ellos se ve a FabiolaYáñez cantando el feliz cumpleaños, con Alberto Fernández sentado en la mesa; mientras ladra la mascota presidencial, Dylan.
En el otro la primera dama agradece y brinda con los invitados.
Una filtración sospechosa
No fue sólo indignación. La difusión de la foto del cumpleaños deFabiola Yáñez que probaba la celebración clandestina motivó a parte de la oposición a pedir el juicio político al Presidente.
Si bien el propio Fernández había intentando minimizar las visitas a Olivos durante el aislamiento, al afirmar públicamente que se trataban de audiencias de trabajo, por la difusión de los ingresos y salidas de la residencia presidencial ya se sabía que aquella noche, la del cumpleaños de Fabiola Yáñez, habían ingresado al menos nueve personas cercanas a ella que se fueron cerca de las 2 de la mañana.

Pareció coordinada la difusión. A los minutos de que El Destape posteara los videos, en un artículo que indica la tesis de que la oposición contaba con esas filmaciones pero pensaba publicarlas más cerca de los comicios, desde la TV Pública los replicaron.
En esa línea, se sostiene la hipótesis de Horacio Verbitsky del "control de daños", por el antecedente del periodista que, sabiendo que el diario Clarín trabajaba en esa noticia, se adelantó a revelar él mismo el Vacunatorio VIP, que generó la primera crisis de la administración albertista y le costó el puesto a Ginés González García.
A diferencia, entonces, de la revelación de la foto a cargo de la periodista Guadalupe Vázquez, esta vezhabría sido el propio Gobierno el encargado de la "filtración".
La aparición de las fotografías generaron una caza de brujas dentro del oficialismo buscar no sólo al responsable de haber realizado esas capturas sino más por quién pudo haberlas difundido posteriormente. El kirchnerismo apuntó al círculo más íntimo del Presidente.













