Diana Mondino, una funcionaria clave que ayer dio su último ‘mal paso' en la gestión libertaria
Su despido cerró un ciclo de fuertes conflictos que Mondino enfrentó en el rol de canciller de una administración cuya política exterior disruptiva rompió con décadas de tradición diplomática argentina.
La gestión de Diana Mondino en el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, bajo el gobierno de Javier Milei, representó un experimento diplomático tan audaz como controversial, que concluyó de manera abrupta con su destitución luego de votar a favor de Cuba en la ONU en rechazo al embargo estadounidense. Este episodio cerró un ciclo de fuertes conflictos que Mondino enfrentó en el rol de canciller de una administración cuya política exterior disruptiva rompió con décadas de tradición diplomática argentina.
En su breve período, Mondino personificó el espíritu de confrontación y realineamiento internacional que Milei imprimió a su gobierno, y, con sus propias declaraciones y acciones, avivó numerosos conflictos internacionales y debates internos.
Mondino asumió como canciller renunciando a su banca en el Congreso para dedicarse a la proyección de una política exterior radicalmente distinta a la que Argentina había sostenido históricamente. En una de sus primeras decisiones, descartó la adhesión de Argentina al BRICS, bloque de economías emergentes que incluía a China, India y Brasil, y se enfocó en una agenda claramente alineada con Estados Unidos e Israel, un enfoque que suscitó un quiebre con la región.
Su firma en diciembre de 2023 de la invitación al proceso de acceso a la OCDE mostró el giro hacia instituciones tradicionales del hemisferio occidental, privilegiando alianzas en el mundo desarrollado. Sin embargo, su retiro del BRICS, que prometía acceso a importantes fuentes de financiamiento como el Nuevo Banco de Desarrollo, trajo consigo fuertes críticas en los sectores de negocios y políticos. A nivel regional, el repentino desmarque argentino del bloque impulsado por Brasil alimentó tensiones con este país y con China, que pusieron en entredicho la renovación del swap con el gigante asiático.
Las tensiones con la región se multiplicaron con la agresiva retórica de Milei, quien atacó en múltiples ocasiones a mandatarios y figuras de diversos países, desde el Papa a los presidentes de China, Colombia, México Nicaragua, Costa Rica, Chile, Cuba, México, Brasil y España, entre otros.
Mondino, aunque públicamente defendió estas posturas, enfrentó serias dificultades en el ejercicio de su función como representante diplomática, con varios gobiernos respondiendo a sus declaraciones y acciones con críticas directas.
Pero también tuvo lo suyo en cuanto a declaraciones polémicas. Cuando en octubre de 2023, en una entrevista, Mondino comparó el matrimonio igualitario con "tener piojos" y celebró la idea de un "mercado de órganos", generó una fuerte polémica. Expresó que, desde su visión liberal, "si alguien quiere vivir su proyecto de vida sin bañarse y tener piojos, es su elección", frase que provocó una ola de indignación en el ámbito social y político.
En su gestión como ministra, también surgieron serios cuestionamientos éticos. En diciembre de 2023, dos ONG acusaron a Mondino de conflicto de intereses al firmar un decreto que desregulaba la actividad financiera mientras era accionista del banco Roela, una entidad en la que ella y su hermano, Guillermo Mondino, tenían participación.
Los problemas en su entorno inmediato también marcaron su gestión. En marzo de 2024, surgieron acusaciones de nepotismo cuando el periodista Jorge Rial reveló los salarios de algunos familiares de funcionarios de Milei, entre ellos el hijo de Mondino, Francisco Pendas, quien, aunque Mondino había negado su nombramiento como vocero, figuraba en la nómina estatal con un sueldo de más de dos millones de pesos mensuales.
La relación de Mondino con China experimentó uno de sus momentos más tensos cuando, en mayo de 2024, durante una visita a la Estación de Espacio Lejano, declaró que "no se pudo identificar si participan civiles o militares porque son todos chinos, son todos iguales".
Esta declaración racista enfureció al gobierno chino y al grueso de la comunidad internacional, comprometiendo aún más la ya frágil relación diplomática entre ambos países.
Meses más tarde, en junio de 2024, publicó un mensaje en Twitter burlándose del cierre del Ministerio de la Mujer, lo que provocó reacciones dentro y fuera de la administración y añadió combustible a la percepción de un gobierno que buscaba confrontar a los sectores de derechos humanos y a la oposición.
Sin embargo, fue el voto de Mondino a favor de Cuba en la ONU lo que resultó su último error dentro de la gestión libertaria. Alinearse con otros países en rechazo al embargo de Estados Unidos contra Cuba cruzó una línea para Milei, cuya política exterior se enfoca en evitar cualquier postura crítica hacia Washington.
Este acto, visto por Milei como una traición a sus directrices, desencadenó el cese inmediato de Mondino, cerrando abruptamente una gestión plagada de controversias.
La figura de Mondino resultó clave en la configuración de la política exterior del gobierno libertario, marcada por la ruptura con el statu quo y el énfasis en una agenda liberal que, en sus propias palabras, buscaba "una libertad absoluta en el orden económico y social".
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