Déficit fiscal: qué opciones tiene el Gobierno para no fallarle al FMI y qué esperar los próximos meses
El mayor déficit de enero fue por el pago de obligaciones pendientes (deuda flotante) por unos $ 500.000 millones. En febrero se contrae el gasto, pero no alcanza para la meta fiscal.
El resultado fiscal de enero sorprendió al mercado porque el déficit primario creció 12 veces en términos nominales interanuales hasta los $ 203.938 millones -equivalente a 0,13% del Producto Interno Bruto (PIB)-, con un incremento real del gasto público y una caída de los ingresos en relación a la inflación.
No obstante, el mal dato contiene los pagos postergados en los últimos meses de 2022 y la tendencia de ajuste del gasto continuó en febrero.
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Ricardo Delgado, titular de la consultora Analytica, explicó: "Para cumplir el objetivo fiscal de 2022 el recurso del Gobierno fue pisar el gasto base caja a costo de un aumento de la deuda flotante cercano a los $ 500.000 millones. Si la dinámica del ajuste que vimos desde la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía continuará aún está por verse, pero en términos interanuales a la tercera semana de febrero estamos viendo una caída interanual del gasto real de 1,3%, con aumentos en jubilaciones pero fuertes bajas en la obra pública y los subsidios económicos".
Delgado, que elabora el Monitor de Ajuste del Gasto Semanal (MAGS) de Analytica, señaló que "estas discrepancias numéricas están siempre, porque el pago concreto no coincide con la decisión de pagar".
Por qué aumentó el gasto y el déficit en enero
En el primer mes de 2023, el informe de la Secretaría de Hacienda sobre el resultado fiscal en base caja devela un fuerte impacto en las cuentas públicas de la sequía y el fin del "dólar soja 2", ya que hubo una notable contracción de la recaudación de impuestos al comercio exterior, en tanto que crecieron los pagos para obra pública de energía (Gasoducto Néstor Kirchner de Vaca Muerta), transporte, vivienda, subsidios (Plan Gas y Cammesa) y transferencias a provincias y municipios.
La deuda flotante de casi $ 500.000 millones sirvió para cumplir la meta fiscal con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y cerrar el 2022 con un déficit equivalente a 2,4% del PIB, una décima por debajo del objetivo. La meta de 1,9% en un año de elecciones se presenta cuesta arriba en este escenario.
Guido Sandleris, ex presidente del Banco Central (BCRA) y actual asesor del precandidato presidencial Horacio Rodríguez Larreta, criticó en Twitter que este enero fue el que tuvo "más déficit en 30 años medido en términos del PBI", lo que representa "más inflación y más deuda".
Una proyección privada de déficit primario llega al 2,25% del PBI en 2023
Los analistas de Facimex Valores plantearon: "Nuestra proyección de déficit primario es de 2,25% del PBI para el año. En este punto, volvemos a remarcar que el verdadero escenario fiscal del 2023 es bastante más desafiante de lo que luce a primera vista si se considera el punto de partida que dejó el cierre del 2022 y los propios desafíos del 2023: el impacto de la sequía y la caída esperada para la actividad sobre los ingresos y las presiones sobre el gasto social en medio de un año electoral"
El margen fiscal para el bimestre febrero-marzo es de $ 238.000 millones, aunque esta meta del primer trimestre se podría renegociar con el FMI y correr en algunos miles de millones de pesos mientras se cumpla con el resultado fiscal anual no mayor a 1,9% del PBI de déficit primario.
Una simulación del economista Gabriel Caamaño, titular de la consultora Ledesma, muestra que el gasto primario se debería reducir en 5% real entre febrero y marzo si los ingresos crecen al 95% anual nominal (-2,5% real), mientras que considera que una mejora de la recaudación sería improbable sin "dólar soja 3".
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