DEUDA SOBERANA

FMI, el día después del acuerdo: adónde deberían ir los dólares que generan los argentinos

A partir de una entrevista a Sergio Chodos, el experto en finanzas Michael Pettis planteó que la discusión sobre la mayor o menor "indulgencia" del acuerdo gira sobre el destino de las divisas que genera el país. En su lógica, políticos de EE.UU y Europa "deberían inclinarse hacia una mayor condonación de la deuda".

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En su nuevo acuerdo con la Argentina, ¿cuán indulgente debe ser el Fondo Monetario Internacional? ¿Debe presionar para que una mayor cantidad de los dólares que genera el país vía exportaciones vaya al pago de servicios de la deuda? ¿O por el contrario permitir que parte de esas divisas contribuyan a apuntalar el proceso de crecimiento de la economía con más importaciones para el la industria y la producción?

En gran medida, ésa es la pregunta fundamental que subyace en la negociación del acuerdo de Argentina con el Fondo. Y de la respuesta a la misma por parte de los países miembro del FMI surgirán las condiciones finales que tenga el "principio de acuerdo" que ya fue anunciado tanto por el gobierno de Alberto Fernández como por las autoridades del organismo multilateral de crédito. 

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Para el experto en Finanzas y destacado analista de la economía global Michael Pettis, profesor de la Peking University (Beijing, China) y formado en la Universidad de Columbia, la misma en que se desempeñaba el ministro de Economía Martín Guzmán hasta llegar al Gobierno, las posturas que vienen mostrando el gobierno argentino y el FMI son, aunque encontradas, "coherentes". 

Y plantean "implícitamente", aun sin que ambas partes sean del todo conscientes, la cuestión sobre "cómo reciclar los dólares que genera la Argentina". 

Qué es la indulgencia en materia de deuda

En un extenso hilo en Twitter, que recoge los principales pasajes de la entrevista que Sergio Chodos, representante argentino ante el FMI, le concedió este domingo al diario Perfil, Pettis se centra en las alternativas que se presentan al país y a los acreedores antes escenarios más o menos "indulgentes" con el uso de esos dólares.

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En forma resumida, Pettis plantea que un acuerdo más "indulgente" recicla esas divisas a través de la cuenta corriente, impulsando las importaciones que el sistema productivo argentino y en especial la industria necesitan para crecer, lo cual finalmente termina sirviendo principalmente "a los agricultores, trabajadores y productores estadounidenses y europeos". 

En contraste, un acuerdo "menos indulgente" y más exigente en materia de pagos de servicios de la deuda, los dólares se reciclarían a través de la cuenta capital y los pagos de deuda "para servir a los acreedores estadounidenses, europeos y argentinos".

Así, el experto reflexiona sobre la posición argentina en la negociación con el organismo multilateral a partir de la entrevista a la que calificó como "muy interesante" y a la vez "wonkish" (detallista).

¿Hubo un "aprendizaje" del Fondo?

Entre otros pasajes, Pettis rescata aquel en el que Chodos se queja de que "la intervención del FMI en 2018 creó una estructura de pago de la deuda insostenible desde el principio", y sostiene que esto "se vio exacerbado por la fuga de capitales que terminó acomodando (e incluso fomentando)". Al respecto, Pettis señaló que "es difícil estar en desacuerdo".

Tras destacar que el Gobierno argentino había pedido la "indulgencia del FMI para permitirle gastar más en infraestructura y bienestar que se necesitan con urgencia", el experto en Finanzas apuntó que esto maximizaría el crecimiento interno y mejoraría la posición de los acreedores extranjeros de Argentina.

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En cambio, apuntó, la posición inicial del FMI de ser menos indulgente con el uso de esas divisas "permitiría a Buenos Aires aplicar políticas económicas poco realistas e insostenibles que debilitarían la confianza empresarial y conducirían a una menor inversión y crecimiento a largo plazo".

"Cada lado está discutiendo implícitamente, se dé cuenta o no, sobre cómo reciclar los dólares que gana Argentina, que gana principalmente a través de las exportaciones ahora que las entradas de capital han caído tan drásticamente", explicó Pettis.

Cuáles son las perspectivas del nuevo acuerdo

En la entrevista, Chodos había señalado que el incipiente acuerdo con el FMI es resultado de dos años de trabajo y de intentar explicar las bases de la posición argentina al Fondo, lo que hizo en cierta forma, sostuvo, hizo cambiar la posición del organismo en relación a la situación económica argentina y los márgenes de la negociación de este Acuerdo de Facilidades Extendidas, con plazos mayores al Stand By de 2018.

"Hubo un proceso de comprensión y aprendizaje mutuo, quizás de entender los elementos distintivos de la Argentina. Por dónde puede salir y por dónde no", señaló Chodos.

Mencionó ese descubrimiento respecto de que "la tolerancia de Argentina a la deuda no es la misma que la de otros países", o que la inflación es multicausal, la claridad respecto de que "la contracción monetaria récord no funciona a tasas del 80%" y también que "los acuerdos voluntarios (de precios) son parte de cómo atacar holísticamente la inflación". 

Consultado sobre si para el Kristalina Georgieva y el FMI este "plan pragmático" puede asociarse a una mirada más heterodoxa de la solución a la crisis de la deuda argentina, Chodos señaló: "Quiere decir que deben primar el realismo y la capacidad de este programa de ser ejecutado y ejecutable y que no descarrile como en 2018 o 2001; como en los 21 programas que tuvo la Argentina con la misma lógica de ajuste primero y apertura indiscriminada. (Es) un programa que se ajusta a las realidades argentinas para funcionar".

En este sentido, el negociador argentino ante el Fondo reseñó que en cada revisión del acuerdo durante dos años y medio habrá un desembolso que "se repaga entre cuatro años y medio y diez". De manera -sumadas los períodos de revisiones y los de repago-, el último pago "sería en septiembre de 2034, si se otorga en marzo de 2022", informó Chodos. Hasta ahora se pensaba que el pago del último desembolso sería en 10 años.

Esto ayudará a que la economía se recupere y puede encadenar varios años seguidos de crecimiento, siempre siguiendo la lógica negociadora argentina.

¿Apoyar o no apoyar el acuerdo con el FMI?

Volviendo a la tesis de Micheal Pettis, si la economía global estuviera restringida por ahorros escasos y capital caro, "probablemente estaría mejor con menos indulgencia". Pero si la economía mundial "se viera limitada por una demanda débil, el mundo estaría mejor con más indulgencia".

"Es por eso que diría que los políticos estadounidenses y europeos deberían inclinarse fuertemente hacia una mayor condonación de la deuda, no una menor".  Esto sin olvidar que Argentina sería solo la punta de un iceberg de sobreendeudamiento de los países en desarrollo, indica el experto. 

Así, en su visión, este enfoque simplemente reconoce que la reestructuración de la deuda es una cuestión comercial incluso más que financiera. 

Y recordó la mirada de Marriner Eccles, ex presidente de la Reserva Federal (1934-48), el banco central de Estados Unidos, para quien cuando los países están luchando con su deuda externa, cada dólar de servicio de la deuda significa un dólar menos de importaciones de trabajadores y agricultores estadounidenses. Para Pettis la historia parece repetirse.

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