La ambiciosa idea del Gobierno de tratar seis proyectos en sesiones extraordinarias ahora deberá tomar forma en una hoja de ruta que organice el armado de las comisiones, los dictámenes y las sesiones. El Cronista pudo saber cuál es la estrategia que comenzaron a trazar para llevar adelante las reformas, que deberá delinearse sobre una base de acuerdos que permitan una aprobación express.
De todas las iniciativas que enviará el presidente Javier Milei para esta primera etapa de su segundo tramo de gestión, lo prioritario, según aseguran en los pasillos de Balcarce 50, es el Presupuesto 2026. El nuevo texto -que asoma con ser el resultado de las negociaciones con los gobernadores- aterrizará primero en la Cámara de Diputados.
El dictamen deberá conseguirse desde cero, ya que el que habían conseguido se vence con el recambio legislativo. Además, allí se piensa llevar adelante lo que conforma una parte de la “reforma tributaria”, que son las iniciativas de Inocencia Fiscal y el denominado “Compromiso Nacional para la Estabilización Fiscal y Monetaria“. Los tres proyectos se coordinarán dentro la agenda de interlocución que dirige el presidente de la Cámara baja, Martín Menem.
Según pudo saber El Cronista de fuentes parlamentarias, el trabajo en comisión no comenzará sino hasta la semana que viene, cuando esperan conseguir dictamen e ir a sesión en la misma semana. Aunque la convocatoria es hasta el 30, el apuro es porque durante la semana 22 al 26 de diciembre las fiestas interrumpirán la agenda legislativa. A priori, el lunes 15 y el martes 16 habrá reuniones de comisión.

De esta manera, se asegurarían de que el Presupuesto se encuentre en manos del Senado para antes de que termine el año. Lo pueden hacer porque el reglamento no especifica un plazo entre el dictamen y la sesión, como sucede en la Cámara alta.
El Gobierno llamará a otra convocatoria para el 20 de enero y hasta fines de febrero para continuar con el tratamiento de los proyectos. De hecho, el proyecto de modernización laboral que tendrá a la exministra de Seguridad -y exministra de Trabajo- Patricia Bullrich como protagonista del debate en el Senado, generó discusiones sobre cómo llevar adelante esta estrategia.
Mientras que en Balcarce 50 veían más viable que la laboral y la tributaria se traten directamente en febrero, la jefa de bloque de LLA que protagoniza de todas las mesas políticas del Gobierno insistió con que la modernización laboral debería adelantarse en diciembre y algunos ya prevén que el segundo round de las extraordinarias podría llegar a ser trastabillado.
Por caso, este martes el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, al anunciar el envío de las reformas ya adelantó que muchas de estas iniciativas recién podrán dar comienzo a ser tratadas en el período del 2026. No solamente por los proyectos que no están en la convocatoria de extraordinarias, sino que también algunos que sí y que tendrán impulso fuerte recién el año que viene.

En tanto, Bullrich buscará abanderarse de la reforma incluso como presidente de la comisión de Trabajo y Previsión Social, la cual planea devolverle a la cordobesa Carmen Álvarez Rivero una vez que culmine el debate en la Cámara alta.
También tiene en mente crear una comisión Bicameral para tratar el nuevo Código Penal, una iniciativa que se trabó porque desde otro sector del oficialismo alegaban que tratar de conseguir un dictamen avalado por ambas Cámaras podría ralentizar el proceso legislativo.
A su cargo también estará el debut de la Ley de Glaciares o “Adecuación del régimen de presupuestos mínimos para la preservación de los glaciares y del ambiente periglaciar”.
Los números de Milei en el Congreso
¿El Gobierno tiene los votos para un tratamiento tan rápido? Lo cierto es que, como contó este medio, la gran mayoría de los gobernadores se predisponen a aprobar el Presupuesto 2026 siempre y cuando el ministerio de Economía incluya la ejecución de las obras públicas prioritarias para las provincias. Como La Libertad Avanza engrosó su bancada hasta 95 miembros “propios”, necesitará de 34 adhesiones más para el quórum.
Estas se pueden conseguir fácilmente entre los aliados del PRO y la UCR, los bloques que manejan los mandatarios provinciales afines. Si efectivamente la Nación incluye la deuda de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires, como espera el jefe de Gobierno Jorge Macri, hasta los más díscolos del bloque amarillo estarán asegurado. Con ellos, se aseguraría un piso de 113 votos.
También el oficialismo puede pescar bancas entre los peronistas no-kirchneristas, como Tucumán, Catamarca y Salta, que podrían aportar otros 9 diputados, sumado también a Misiones, Santa Cruz, San Juan y Neuquén, provincias relativamente cercanas al Gobierno y que suman otras 8 bancas.

Así, llegan a 130 votos de base sin ayuda de Provincias Unidas, que de todos modos podría colaborar -al menos para el Presupuesto- también con los diputados que responden a los gobernadores de Córdoba, Chubut y Santa Fe.
Con todo, se suma la posibilidad de que el propio bloque de Unión por la Patria tenga sus votos verdes. De por sí, el santiagueño Gerardo Zamora, que maneja 7 bancas en la bancada de Germán Martínez, es otro de los mandatarios en conversaciones con el Gobierno.
Su incidencia va a ser más que nada notoria en el Senado, donde él participará de un bloque aparte llamado Frente Cívico por Santiago junto a su par, Elia Moreno -que de todos modos se mantendrá dentro del interbloque de José Mayans-.

En tanto, en la Cámara alta Bullrich tiene una tropa más reducida para alcanzar los acuerdos, aunque muchísimo más fuerte que la del Congreso anterior. Con 20 bancas, deberá conseguir otras 17 para alcanzar el quórum: el PRO y la UCR -que, de todos modos, es más rebelde en el Senado- tienen para aportar 13 diputados.
A ellos se le suma la tucumana de Osvaldo Jaldo -quien recientemente inauguró el bloque Independencia en el Senado-, Beatriz Ávila. Los 4 restantes también pueden buscarse entre Salta, Misiones, Córdoba, Chubut, Corrientes, Santiago del Estero, Catamarca y La Pampa, sin necesidad de acudir a una negociación con el kirchnerismo.
En definitiva, los árbitros del quórum van a ser, en ambas Cámaras, los gobernadores. De las negociaciones que avanzó el ministro del Interior, Diego Santilli, y autorice el de Economía, Luis Caputo, se desatará el esquema final de alianzas de Milei en el nuevo Congreso.


















