El kirchnerismo parece haber encontrado una forma de poder tragarse el sapo del ajuste fiscal que ante el susto del dólar a $ 300 anunció la flamante ministra de Economía, Silvina Batakis.

La estrategia en proceso es demoler hasta el ridículo al renunciado Martín Guzmán, que con pifies, ego y errores varios dejó su cargo a las 17:47 del sábado 2 de julio.

Ya se vio cómo se machacó con la supuesta irresponsabilidad de una renuncia "por tuiter", que en realidad fue recontra anunciada en persona al Presidente, además de buscada y promovida por los que ahora tiran el "eh mirá cómo se va este tipo".

Pero llegó el momento de echarle la culpa de una supuesta herencia inmanejable en su cartera, que es lo que estaría obligando a su sucesora a anunciar este paquete de "gastar según lo que entre", con olor a Cavallo de 2001. Claramente es mucho más agresivo que los viejos mensajes de tranquilizar la economía que repetía el venido de Columbia, pero ahora el Frente de Todos tiene que decir que sería un sendero consensuado por la coalición.

JUAN VARGAS

No, seguro no es que la disparada de los dólares paralelos y el riesgo país tengan que ver con el pánico que genera una coalición sin timón en la que nunca se sabe cuál es el rumbo económico. No, no es que te quedaste sin dólares en las reservas porque no se pudo ni siquiera empezar a hacer un caño de un gasoducto que nos hubiera permitido aprovechar los recursos naturales que tenemos, pero que igual hay que importar. No, no es que hace dos años y medio regalamos la luz y el gas a los ricos y hasta el gasoil a los extranjeros por un manejo ultra falopa de la política energética. No, no es qué hay una pelota de vencimientos de deuda en pesos atada a la inflación que te llena de preguntas las zonas bajas.

No, el relato es que este estado de cosas border descontrol de precios, border desabastecimiento y que coquetea con una devaluación muy jodida tras cuatro años de licuación de ingresos, es producto de la salida de Guzmán. Más vale que tiene responsabilidad en semejante cuadro, ya sea por impericia, canchereo o sencillamente por no haberse ido antes al no tener banca real de la Casa Rosada. Pero lo que van a leer a continuación al menos insulta un poco la inteligencia y revela la desesperación del que tiene que salir a bancar las políticas que siempre criticó.

Pensar que Guzmán tenía que citar a Silvio Rodríguez y aparecer con Samba en Paka Paka para bajar un subsidio y ahora toca bancar este proyecto de congelamiento de la planta del Estado, el sueño de Gustavo Lopetegui en sus días de vicejefe de Gabinete de Marcos Peña.

El Plan Apunten a Guzmán empezó a escucharse en boca de Roberto Navarro, periodista de la radio El Destape y con acceso al Instituto Patria, durante la mañana del martes pasado, cuando enumeró:

  • Que Batakis "encontró solo $ 40.000 millones en la caja".
  • Que el ex ministro "ocultaba" manejos del gasto al Presidente y que lo hacía para financiar supuestas aspiraciones políticas personales.
  • Y hasta que Raúl Rigo, el tipo más serio en el área de Hacienda y que hace 20 años mantuvieron todos los gobiernos por su conocimiento del presupuesto, no es que renunció, sino que fue "echado por Batakis" por contribuir a las "maniobras de Guzmán".

Rarísimo el armado, la verdad. Es obvio que un Estado con déficit que le pide todo el tiempo plata al mercado o adelantos al Banco Central nunca tiene guita en la caja.

Es cierto que Guzmán tenía una agenda de visitas a provincias, con charlas en universidades y mucha presencia en redes sociales. Cuenta la leyenda que el 24 de agosto de 2021 tras una visita a Tucumán, cuya foto ilustra esta nota, llegó una orden "de arriba" para que la cortara con los baños de popularidad, y la cortó. Pero se ve que eso quedó en el disco rígido del kirchnerismo y ahora sirve para sostener que el ex ministro "gastaba mucho" a espaldas del jefe de Estado. ¿Cómo? Hasta el último día que estuvo en el cargo le pegaban por lo contrario. Basta googlear: que era un recortador serial y que "le ocultaba al Presidente" las condiciones que pedía el Fondo Monetario Internacional. Parece que giró 180 grados.

Y respecto de Rigo, todos saben que renunció el mismo sábado que Guzmán, pero a las 18:17. A Batakis la nombraron al día siguiente a las 21:54, después de que nadie quisiera agarrar. ¿Cómo lo echó entonces al secretario si ya se había ido? A lo sumo si hubo un intento de retenerlo por parte de Alberto Fernández puede ser que se lo hayan impedido. Todo el mundo tiene suerte de que Rigo sea discreto.

Puede haber más. Hay quienes revisan las transferencias a provincias para ver si su gestión benefició a las provincias de Juntos por el Cambio. "Hay que ver cuándo empezó la traición", dice Navarro. "A ver si lo terminamos viendo candidato de ellos", agrega, antes de subrayar que mientras tanto Batakis se tiene que hacer cargo de esto.

Todo esto es entretenimiento de café que realmente nadie puede considerar importante, salvo por un punto: ¿hay alguien de las máximas esferas del Gobierno pensando en esto? Ojalá que no. Ojalá el espacio más cercano a Cristina Kirchner use ese tiempo para preguntarse si todo será cuestión del bimonetarismo de los "adictos a los dólares" o si no habrá un problema parecido pero distinto: la destrucción de la moneda nacional, un fenómeno que nos delata cada vez más cuando vemos los países vecinos.

¿O qué significa que en Bolivia no acepten los pesos argentinos de un paciente moribundo mientras los jujeños ahorran en moneda boliviana? ¿O por qué se aprecia el peso uruguayo y gastar en Montevideo nos parece caro como Londres? ¿O por qué los uruguayos arrasan con los supermercados de Concordia, que son los que más facturan en todo el país? ¿O por qué hay tanta diferencia de planteles con los equipos de fútbol de Brasil, donde además las casas se compran en reales?