El último informe del JP Morgan sobre la Argentina muestra un panorama auspicioso para el 2026. Podría decirse inédito en los últimas décadas. “Prevemos que la inflación mensual se modere hasta el 1,5% intermensual en el primer semestre y el 1,1% en el segundo semestre. Nuestro pronóstico contempla la estabilización del tipo de cambio real efectivo (TCER) y un impulso reformista exitoso tras el resultado electoral favorable para la administración Milei”.

Agrega además que “esto es consistente con una inflación de fin de año del 17% anual para 2026. Forjar un consenso político más amplio, desmantelar los controles de capital vigentes y reponer las reservas siguen siendo claves para fortalecer los colchones de Argentina y anclar las expectativas de cara al 2027”.

Esta semana se renuevan contactos de Diego Santilli con gobernadores. El ministro Caputo también es clave en los contactos. Como en muchos aspectos de la vida, el dinero es parte central. Los desafíos lucen alcanzables desde el 10 de diciembre, cuando cambie drásticamente la composición de las dos cámaras del Congreso.

El 26 de octubre fue un terremoto político para toda la oposición del que aún se sienten réplicas. Basta ver la posición de la CGT frente a una reforma laboral que se viene con un envión inédito. La amplia victoria de LLA hace que los caciques sindicales estén groguis, implorando que suene la campana de fin de round. Por si fuera poco, aparecen causas judiciales en las que más que dejar huellas, pusieron DNI y firmas en las tropelías.

DAMIAN DOPACIO

La clave pasa por mirar el futuro que tiene la Argentina. Desde las aerolíneas con nuevos vuelos al país hasta simples inversores, como holandeses que planean desembarcar fuerte en el turismo, no les interesa el pasado sino lo que se viene. Hay chances altas, como nunca antes, de que un gobierno que impulsa la libre empresa esté al frente del país por seis años.

Don’t Look Back in Anger” de los hermanos Gallagher, es una canción sobre seguir adelante y dejar atrás el pasado. El mensaje pasa también por no quedarse trabados en el arrepentimiento ni la bronca. La banda Oasis, que hizo furor este fin de semana en Buenos Aires, anima a liberarse del resentimiento y aceptar el pasado, en lugar de tratar de convertirlo en ira o deseos de venganza. Hasta los inversores financieros deberían seguir los consejos de los Gallagher. Si no fuera por el pasado reciente de la Argentina, el riesgo país normalmente estaría por debajo de los 500 puntos.

La canción se ha convertido en un símbolo de resiliencia, especialmente tras el atentado de 2017 en el Manchester Arena. Y si Argentina ha mostrado algo es precisamente resistencia desde hace 80 años.