OPINIÓN

Estados Unidos encerrado en su laberinto libertario neoliberal

La increíble grieta del Gobierno con los antivacunas, los incoherentes argumentos de los libertarios y las apelaciones al patriotismo.

"¿Podría la versión actual de Estados Unidos haber ganado la Segunda Guerra Mundial?", se preguntó en mayo en New York Times David Brooks. Su respuesta fue negativa: "Esa victoria requirió cohesión nacional, sacrificio voluntario por el bien común y confianza en las instituciones y entre ellos. La respuesta de Estados Unidos a Covid -19 sugiere que ya no tenemos cantidades suficientes de ninguna de esas cosas".

Simultáneamente, el presidente de Estados Unidos Joe Biden confiaba que con la extensa vacunación el 4 de julio el país celebraría el Día de la Independencia habiendo superado la pandemia y todos los estadounidenses andarían sin barbijo. Pero la situación empeoró con el surgimiento de la variante Delta, agravada porque un 25% de la población (casi 80 millones de personas) se niegan a vacunarse a pesar de que, afirmó Biden, "la vacuna es segura, eficaz y gratuita".

El jueves 9 de septiembre pasado, en un pronunciamiento fuerte Biden anunció un nuevo plan, frustrado porque "tenemos las herramientas para combatir el virus". A continuación, lanzó un plan con seis ejes para vencer la pandemia.

El plan de seis ejes

  • Primero, aumentar la vacunación de entre quienes no lo están. Esto incluye exigir que todos los empleados y los que hacen contratos se del ejecutivo estén vacunados, y que lo mismo deban hacer las empresas con más de 100 empleados.
  • Segundo, disponibilizar dosis extra para los vacunados para que aumenten su protección.
  • Tercero, proteger a los menores, estimulando la vacunación para los que tienen 12 o más años y proteger a los más chicos que aún no se recomienda vacunarse, exigiendo la vacunación de los adultos en las escuelas bajo su jurisdicción y solicitar a los gobernadores que hagan lo mismo.
  • Cuarto, aumentar los testeos y el uso de barbijos.
  • Quinto, proteger la recuperación económica con más recursos públicos a las Pymes.
  • Sexto, mejorar el cuidado de los contagiados por el virus.

Joe Biden

Pero las ‘herramientas' admite Biden están condicionadas a "si podemos unirnos como país" -precisamente lo que Brooks dice que EE.UU. consiguió en la guerra mundial, pero que en la actualidad parece improbable.

Republicanos en furia

Las propuestas de Biden de inmediato generaron un feroz rechazo opositor. El columnista Max Boot del New York Times apuntó que Fox News acusó a Biden de ser "un autoritario" y de haberles declarado "la guerra a millones de estadounidenses".

El gobernador republicano de Georgia, Brian Kemp afirmó que lo de Biden fue una "extralimitación descaradamente ilegal", mientras varios otros amenazan con procesar al Presidente.

El gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster, declaró que luchará contra Biden y los demócratas "hasta las puertas del infierno". El sitio abiertamente de extrema derecha Breitbart afirma que Biden se volvió "totalitario", mientras El Federalista sostuvo que fue un "movimiento fascista".

Boot observa que estas reacciones reflejan una oposición de libertarios que quedaron presos de la propia politización que hicieron desde el inicio de la pandemia.

Donald Trump

A partir de Donald Trump el año pasado, se opusieron al confinamiento social sosteniendo que iba a destruir la economía. Sus argumentos, ahora silenciados, iban desde que ‘rápidamente desaparecería' o que "prácticamente no afectaba a nadie", pasando por afirmar ‘que no era peor que la gripe' o de efectuar comparaciones numéricas con otras formas de fallecimiento como accidentes automovilísticos. Sin contar la promoción de remedios sin apoyo científico como la hidroxicloroquina o la ivermectina.

Paradójicamente, una de las principales razones de Biden para justificar sus medidas era que la propagación del virus estaba perjudicando la recuperación de la economía. Pero, aun habiéndose obtenido la vacuna en tiempo récord, los libertarios siguen argumentado contra las exigencias o campañas de vacunación, en nombre de la ‘libertad individual'.

Libertarios sin coherencia

Pero esos argumentos no tienen coherencia lógica, y se revelan políticos precisamente por su aplicación selectiva.

Por ejemplo, el gobernador republicano Greg Abbott, de Texas, sostiene que está protegiendo el derecho individual de los tejanos a elegir si quieren recibir o no la vacuna contra el COVID-19, pero al mismo tiempo acaba de firmar una ley que prohíbe efectivamente el aborto. Boot cita el tuit en respuesta de Molly Jong-Fast de The Daily Beast: "Entonces, los conservadores quieren asegurarse de que las mujeres no puedan abortar, pero a la vez están en contra de los mandatos de vacunas porque '¿mi cuerpo es mi elección?'".

Por otro lado, los republicanos denuncian la decisión de Biden de establecer la obligatoriedad de hacerse una prueba semanal de Covid en empresas con al menos 100 empleados o presentar prueba de vacunación como una intromisión a las libertades por parte de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional del Departamento de Trabajo. Pero la misma, creada en 1970 durante la presidencia del republicano Richard Nixon ha dictado innumerables regulaciones desde hace décadas sin que se hayan denunciado como ataques a la ‘libertad' -y, en la actualidad, ninguna otra de sus disposiciones recibe cuestionamiento.

Al mismo tiempo que los libertarios se oponen a que el gobierno le exija vacunación a una empresa, al menos seis estados republicanos (Alabama, Florida, Iowa, Montana, Dakota del Norte y Texas) han prohibido a la mayoría de las empresas exigir "pasaportes de vacunas". Es decir, afirma Boot, ‘exigir pedir comprobación de vacunación' es un ataque a la libertad, pero ‘exigir que no se pueda pedir comprobación de vacunación' no lo es. Además, muchas empresas privadas desean exigir que sus empleados se vacunen. Aún así, Abbott denunció que Biden hizo un "asalto a las empresas privadas".

Igualmente, revela Boot, la oposición del gobernador de Texas a la exigencia de la vacuna contra el Covid no se extiende a las siete vacunas que se le exige a un estudiante para ser alumno de cualquier escuela pública o privada (contra la poliomielitis, la hepatitis, el sarampión, las paperas y la rubéola). Pero ninguna de estas vacunas derivó en un movimiento de oposición. Si el argumento es que la exigencia de vacunarse contra el Covid-19 es una intromisión a la libertad, entonces este argumento debería ser válido para cualquier vacuna.

Libertad ilimitada

En realidad, algunos republicanos han afirmando que se opondrán a cualquier vacuna obligatoria, como Jim Banks, quien afirmó que era algo ‘no-estadounidense'.

Pero en el momento actual esa postura posee sustento político sobre las espaldas de la pandemia del Covid-19 porque es la única que puede provocar daño social. Si únicamente las personas no vacunadas corriesen riesgo de vida, la fuerza política de la oposición a su combate sería muy baja.

Según las estadísticas, los no vacunados tienen muchísimas más probabilidades de sufrir los efectos del Covid-19, pero al mismo colaboran al surgimiento de nuevas variantes no cubiertas por las vacunas. En consecuencia, la decisión individual pasa a tener efectos sociales al poner en riesgo a quienes aceptan vacunarse. Así como las consecuencias de la pandemia dejan de ser individuales y pasan a ser sociales, son pasibles de su instrumentalización política.

El objetivo político de los argumentos libertarios se observa en su aplicación selectiva; la baja calidad de los argumentos queda evidenciada por su insostenibilidad lógica. El argumento de ataque a las ‘libertades' no sólo debería ser efectuada a todas las vacunas, sino a todas las circunstancias en que existe alguna determinación del poder público.

La lista es infinita y sólo hace falta dar una vuelta manzana para ya encontrar innumerables casos. Por ejemplo, igualmente constituiría una ataque a ‘la libertad individual' no poder correr una picada a la velocidad deseada, inclusive por la puerta de un jardín de infantes.

Evidentemente, ninguna vida en sociedad sería posible sin limitaciones legales

Pero ser "un luchador por la libertad" desde la lógica libertaria no trata ni siquiera de la discusión de cuáles deben ser estas limitaciones o de cómo se deberían establecer -que sería una discusión válida. Es simplemente postular ‘libertad' como ‘nadie me pone límites'. Pero ese argumento, además de ser de selección imposible, sólo puede ser un caballito de confrontación porque, en definitiva, se trata de imponer una cierta lista de limitaciones y no aceptar otras, aún no representando a la mayoría,

¿Patriotas?

El New York Times pide en su editorial a los antivacunas ‘un poco de patriotismo' y que se apliquen la vacuna.

Precisamente 20 años después del atentado a las Torres Gemelas que motivó la "Ley Patriota" para "unir y fortalecer Estados Unidos proveyendo las herramientas apropiadas, requeridas para impedir y obstaculizar el terrorismo", entre otras aumentando el derecho de vigilar, espiar, pinchar teléfonos hasta autorizar detenciones indefinidas sin juicio. Renovada en dos oportunidades desde 2001, esta ley no generó la indignación de los parlamentarios o movimientos libertarios -muchos de ellos que vienen promoviendo disposiciones para reducir la posibilidad de votar en las elecciones.

El diario afirma que "los que se resisten a las vacunas siguen hablando de violaciones a su libertad, ignorando el hecho de que no viven en una burbuja y que su decisión de permanecer sin vacunar infringe la libertad de todos los demás: la libertad de moverse por el país, la libertad de visitar de manera segura con amigos y familiares, la libertad de seguir con vida".

A continuación relata el caso de la Corte Suprema que hace más de un siglo aplicó una multa contra un hombre de Massachusetts que se negó a recibir la vacuna contra la viruela. En ese momento el juez John Marshall Harlan escribió: "La libertad real para todos no podría existir bajo la operación de un principio que reconozca el derecho de cada individuo a usar el suyo, ya sea con respecto a su persona o su propiedad, independientemente del daño que se pueda hacer a los demás".

Joe Biden

Biden implora a sus compatriotas "somos los Estados Unidos de América. No hay nada, ni una sola cosa, que no podamos hacer si lo hacemos juntos." Pero EE.UU. está preso desde hace casi medio siglo en el laberinto neoliberal que postula "que no existe la sociedad", sólo individuos.

Brooks le implora, "te pedimos que te vayas a vacunar, no a Iwo Jima", en referencia a la sangrienta batalla en que Estados Unidos derrotó a Japón en la segunda guerra mundial, cuya icónica fotografía de seis marinos levantando la bandera del país sacramentando la victoria se convirtió en una de las principales imágenes en su historia.

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Comentarios

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  • ML

    Mateo Lavanchy

    21/09/21

    A la locura que hemos llegado que asesinar a una persona inocente lo llamamos "cada cual con su cuerpo hace lo que sea", obligar a las personas a encerrarse y a vacunarse en contra de su voluntad es moral. Está escrito: "A lo bueno llamarán malo y a lo malo bueno"

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  • M7

    Maxi "71237584"

    21/09/21

    Me fui de ambito por kirchnerista, ahora me parece que me voy a ir de cronista por comunista

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  • BP

    Bruno Pisani

    21/09/21

    El que escribió esta nota es un idiota o un vendido a ciertos intereses. Gente de mierda si la hay. Una nota llena de falacias.
    Por decir un ejemplo, eso de que los no vacunados generan variantes nuevas del virus es un argumento estigmatizante sin sustento científico, impuesto por gente con claro interés en la vacunación masiva.

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  • PS

    Pablo Silar

    21/09/21

    Está buena la idea de comparar el aborto legal con la vacunación obligatoria. Pero técnicamente no es lo mismo ni de casualidad. Los libertarios defienden el proyecto de vida individual. Oponiéndose al aborto legal es su manera de defender a la persona q se está gestando (se asume que un feto es una persona no humana, q por ende tiene derechos. Como por ejemplo derecho a una vida). Para el caso de la vacunación, no podemos afirmar que ellos atentan contra el mundo vacunado. Porque, en todo caso atentan contra ellos mismos. Es sabido que tanto vacunados como no vacunados contagian y generan nuevas cepas. Con lo cual queda invalida su hipótesis.
    También para este análisis se debería considerar que el índice de mortalidad en un aborto es del 100% (o mas, dependiendo si muere la madre o no), mientras en un paciente de covid solo 0,02%

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