Mirada de experto

Cómo llega el mercado a las PASO y qué escenarios se abren desde el lunes, gane quien gane

El mercado de acciones se mueve al alza y con bajo volumen (relativo a años anteriores), pero los bonos no reaccionan, las presiones cambiarias no ceden y el escenario electoral tampoco está definido. ¿Pura especulación de corto plazo?

El mercado de acciones local llega a las elecciones en alza. El índice Merval en dólares (medido al tipo de cambio CCL) aumentó cerca de 20% en lo que va del año, resultado radicalmente distinto al -35% de todo el 2020, afectado por la pandemia, la recesión y la crisis cambiaria. Visto en términos comparativos, la dinámica del Merval refleja un patrón similar al observado en elecciones legislativas anteriores. Tanto en 2009, 2013 como en 2017, la expectativa de un resultado electoral adverso para el kirchnerismo empujó el mercado de acciones, lo cual luego fue validado en las urnas.

Así todo, la dinámica de este año también tiene características propias, asociadas al escenario macro y sus posibles consecuencias políticas. La recuperación económica (aún siendo débil y heterogénea a nivel sectorial) impulsó un movimiento alcista de la Bolsa, seguido por una caída y luego una renovada tendencia alcista.

Sin embargo, el desempeño de los bonos muestra que no son todas buenas noticias para el mercado financiero. La dinámica de los bonos y las acciones se disoció desde septiembre pasado, cuando se concretó la reestructuración de deuda pública. El riesgo país no ha caído significativamente desde entonces, señalizando que los inversores son cautelosos respecto a la sostenibilidad de la deuda a mediano plazo, y, en cierto sentido, de las perspectivas macro en general. La disociación entre bonos que cotizan estables o a la baja con acciones en alza puede encontrar un freno más temprano que tarde, y la corrección vendría por el lado más obvio. El precio de las acciones en algún momento debería responder más a los fundamentos que a la especulación por la situación política.

Se proyectan también otras sombras sobre el mercado financiero. El banco central vendió más de u$s 577 millones de reservas, a lo que debería agregarse la intervención en el mercado cambiario alternativo vía bonos y la renovada venta de futuros de dólar. Las encuestas (aún siendo cuestionables por sus resultados pasados) no muestran un resultado claro en los distritos clave. La incertidumbre electoral es alta y obliga al BCRA a contener las presiones cambiarias derivadas de la dolarización de portafolios y el adelanto de importaciones.

En pocas palabras, el mercado de acciones se mueve al alza y con bajo volumen (relativo a años anteriores), pero los bonos no reaccionan, las presiones cambiarias no ceden y el escenario electoral tampoco está definido. ¿Pura especulación de corto plazo?

Si pensamos los escenarios que se abren a partir del domingo, el "rally" de las acciones no tendría fundamentos para sostenerse más que en el corto plazo. Resultados electorales contundentes podrían ser malos para la macro y, por lo tanto, para el mercado financiero. Por un lado, una derrota decisiva del gobierno en las PASO podría empujarlo a utilizar todas las herramientas posibles de forma tal de dar vuelta el resultado en las generales de noviembre, complicando la estabilidad macro post-elecciones. Por otro lado, una victoria decisiva del gobierno podría ser internalizada como una validación de su agenda económica, lo que implicaría la continuidad o el empeoramiento de los desequilibrios macro.

Cualquier otro resultado electoral en las primarias mantendría elevada la incertidumbre, y tendríamos que esperar dos meses más para ver hacia dónde se mueve el escenario político y sus consecuencias en materia de política económica. 

De todas maneras, el panorama para 2022 en adelante va a depender de lo que haga el gobierno para encarrilar una macro inestable y de lo que logre negociar con el FMI. En definitiva, intentar proyectar el futuro más allá de los próximos meses es una tarea altamente especulativa, lo que fundamenta nuestra mirada de que el reciente "rally" de las acciones está más motivado por expectativas que por fundamentos y que podría cortarse más temprano que tarde.

Matías Carugati - Director Ejecutivo SEIDO
Mariano Sánchez Moreno - Economista SEIDO

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