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Baja en la calificación crediticia de Estados Unidos: explotan las tasas largas y cruje el Nasdaq

El sorpresivo "evento Fitch", al afectar las tasas largas de Estados Unidos, genera una suba global de tasas de descuento y ello lastima al valor presente de cada activo que cotiza en este mercado.

La sorpresiva baja de calificación de Fitch referida a la parte larga de la deuda soberana de Estados Unidos puso a la 30yr sobre 4.25%. En este contexto, se hace relevante recordar que la curva de tasas norteamericana es la base de todas las tasas de descuento del planeta

El sorpresivo "evento Fitch", al afectar las tasas largas de Estados Unidos, genera una suba global de tasas de descuento y ello lastima al valor presente de cada activo que cotiza en este mercado, pero a la vez plantea un interrogante obligado: ¿Estaremos en presencia de otro overshooting (sobrerreacción) en tasas largas? 

Dicho evento probablemente tenga efectos dolorosos de corto plazo, poniendo mucha presión sobre la 30yr y el Nasdaq. La posición técnica no ayuda dado que una parte significativa del mercado está comprando la 30yr, apostando a recesión, y también comprando Nasdaq, apostando al bull market. 

Sin embargo, la vida o muerte de este bull market no depende de Fitch, sino de que la macro norteamericana siga convalidando dos tendencias: "desinflación" y "no recesión". El mercado será para todo el 2023 "data driven" (dependiente de datos) y estos datos precisamente definirán lo que sigue, o sea, "la macro" manda.

El tiempo dirá si "el evento Fitch" tiene consecuencias transitorias o permanentes. En esta coyuntura, el mercado se animó a quebrar dos "upper bounds" (límites superiores) claves con los que venía operando desde mayo. 

Primero, la 30yr yield quiebra el nivel de "4%". Segundo, el petróleo quiebra el nivel de "80". Ambas dinámicas pueden ser muy nocivas para los activos de riesgo

El sorpresivo "evento Fitch", al afectar las tasas largas de Estados Unidos, genera una suba global de tasas de descuento y ello lastima al valor presente de cada activo que cotiza en este mercado.

La tasa de 30 es el parámetro clave para descontar flujos de fondos de largo plazo y por ello, todo salto abrupto lastima al mercado de acciones, en especial al tecnológico dada su mayor duration. El petróleo tiene dos efectos nocivos: uno que genera mayor presión inflacionaria y otro que opera como un impuesto global con implicancias recesivas.

Fitch aparte, desde mayo el mercado de tasas de interés en Estados Unidos fue dominado totalmente por la dinámica de tasas reales a lo largo de toda la curva, las que a su vez han contagiado a las tasas nominales. 

La suba de tasas reales se asocia a un mayor crecimiento potencial y de esta forma las alzas desde mayo se explican por una menor probabilidad de recesión sumada a un "shock de inteligencia artificial" que promete ser explosivo. 

Si los datos macroeconómicos que se sigan reportando apuntan a una "no recesión" es posible que las tasas largas empiecen a intentar operar en un nuevo rango. Todo este movimiento dependerá de la fortaleza percibida en la macroeconomía norteamericana y en la "no" necesidad de la Fed de seguir "rompiendo a la economía real" en el corto plazo con política antiinflacionaria restrictiva. En esta coyuntura, el euro vuelve a operar en niveles más normales.

Es esperable que la economía europea desacelere mayormente que la norteamericana y, si dicho evento ocurre, los diferenciales de tasas de interés comenzarán a mover en favor del dólar norteamericano.

Las monedas de emergentes en general intentan independizarse del G10 haciendo un piso más robusto de la mano de un mercado de commodities que viene operando firmemente desde el último mes. Si se sigue convalidando la historia de una economía norteamericana que pueda evitar la recesión, las tasas de Estados Unidos seguirán subiendo y debieran generar una apreciación del dólar. 

Con una recuperación del petróleo desde niveles "sub-70" y ahora intentando quebrar "80", se percibe que la reapertura de la economía china sumada a una economía global que no muestra señales de recesión, empiezan a generar un entorno mucho más bullish (optimista) en commodities. Pensando en subas potencialmente descontroladas, siempre se hace obligatorio recordar el nexo existente entre "inflación" y rally (suba) en commodities.

Todo salto abrupto lastima al mercado de acciones, en especial al tecnológico dada su mayor duration.

Comienza un mes de agosto en donde el escenario macroeconómico será reevaluado con dos datos excluyentes: los de empleo que se publican el primer viernes de cada mes y los de inflación minorista a mediados de mes.

Lo acontecido en julio respecto a estos frentes ha sido muy bueno en el sentido que el nivel de empleo de la economía norteamericana viene muy resiliente con una tasa de desempleo del 3.60% y una inflación que ha salido muy bien con una tasa minorista al 3% en su acumulado anual. Por el momento, la historia inflacionaria se ve correcta, aunque la última suba de commodities comienza a plantear ciertos interrogantes.

De la mano de un petróleo que de 66 dólares superó los 80, los breakevens (expectativas de inflación) de 5, 10 y 30 años han subido unos 20 basis en el último mes. Si es cierto que la economía global podría esquivar una recesión causada por política monetaria contractiva, entonces habría mayor demanda de commodites que estaría justificando las subas actuales.

 Quizá también, finalmente comience a traccionar la reapertura de la economía china con todo el impacto que dicho evento podría tener en el mercado de commodities.

Recordemos, además, que desde mayo las tasas reales a lo largo de toda la curva han subido fuertemente como reacción a una economía norteamericana que se percibe como "no recesiva" y esa es la razón por la cual el mercado de acciones pudo subir absorbiendo las alzas en las tasas de interés. Al no existir evidencia contundente de recesión cercana el mercado, puede absorber con optimismo los embates de las tasas reales y nominales en suba.

Al momento, los tres principales índices de Estados Unidos, Nasdaq, S&P y Dow Jones, están operando por sobre el 78% del Fibonacci Retracement. Es útil tener en cuenta que ningún bear market sobrevivió a un 78% de Retracement de Fibonacci, lo cual vuelve a ser otra historia que refuerza la estrategia de los bulls (optimistas). 

Los próximos meses irán definiendo los dos fantasmas que podrían torcerle el brazo a este mercado: "inflación" o "recesión". Este escenario de "desinflación sin recesión" es el que se está descontando actualmente en el mercado y se alimenta de la noción de una economía que se desinflaciona al mismo tiempo que no recesiona. El "evento Fitch" contribuirá claramente a la locura del corto plazo para un trading intradiario que siempre es psiquiátrico.

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