Forte, el primer pintor argentino en cocinar en la televisión: por qué invertir en sus obras
Fue uno de los integrantes más exitosos de El Arte de los Argentinos. Obtuvo numerosos premios y era de los artistas con mayor éxito comercial del país. Junto con Raúl Soldi, eran las grandes figuras de Galería Rubbers
Nacido en 1912, Vicente Forte estudió Bellas Artes y se recibió de Profesor en 1935. Lo había llevado a estudiar a la Academia el marinista Justo Lynch, quien lo descubrió pintando en el Riachuelo. En 1939 integró el Grupo Orión, que fue el más importante movimiento surrealista de nuestro país.
Castagnino, el ilustrador del Martín Fierro, uno de los artistas argentinos más demandados
Conoció Europa y se deslumbró con Tiziano, Veronés y Piero della Francesca. A partir de la década del '50 se convirtió en uno de los artistas más populares de la Argentina. Obtuvo numerosos premios y fue de los artistas con mayor éxito comercial: con Raúl Soldi, eran las dos grandes figuras de Galería Rubbers.
Fue un hombre cálido, simpático, curioso y entrador. El primer pintor que aparecía en la TV y generalmente no hablaba de pintura sino de variedad de cosas y hasta cocinaba en la misma: fue un precursor del hoy exitoso MasterChef.
Se consiguen obras por u$s 10.000 de un fuera de serie del arte argentino
Tenía su taller en la calle Laprida, a tres cuadras de su hogar, el cual compartía con Dora, su esposa, y su hijo Miguel Ángel. Cuando llegaba le prendía un vela a Ceferino Namuncurá para que lo inspirara, y trabajaba en una amplia tabla de arquitecto. Uno de sus artistas preferidos era el inglés Ben Nicholson.
"La pintura es para mí una especie de liberación, la pintura siempre me salvó, me salvó de la miseria, de la tristeza, del aburrimiento, me dio la capacidad para seguir viviendo..."
Sus obras son inconfundibles. Creó un estilo personal, no se parece a nadie. Sus barcas ya las pintaba en los '50 cuando trabajó en el taller de Emilio Pettoruti. También sus guitarras y composiciones con objetos, al estilo de 'still life', son sus temas más conocidos. Además realizó una serie de gran formato, con pájaros semiabstractos, que fue muy elogiada. El color y la alegría estallan en sus pinturas.
Falleció en Buenos Aires en 1980. Dos décadas después lo honré con una monografía sobre su obra y persona.
Algunas de sus obras se han pagado u$s 36 mil; y las más importantes, entre u$s 15 y u$s 28 mil. Aparecen en el mercado de subasta unas 40 obras cada año y sus valores son muy bajos. Creo que son una buenísima compra: promedian unos u$s 2.000 los óleos y unos u$s 1.000 las témperas.