
Tras la cancelación de Argentina y Colombia como sedes, la Copa América 2021 se jugará en Brasil.
Según se supo, se mantienen las fechas programadas: del 13 de junio al 10 de julio. A la espera de más detalles, como en qué estadios se jugará, se especula con que la Copa América tampoco modificaría sus grupos.
Así lo confirmó este mediodía la Conmebol desde su cuenta en Twitter. "Las sedes y el fixture serán informados en las próximas horas. ¡El torneo de selecciones más antiguo del mundo hará vibrar a todo el continente!", posteó.
Es la sexta ocasión en que Brasil recibe a la Copa América, luego de 1919, 1922, 1949, 1989 y 2019, cuando venció a Perú en la final por 3 a 1.
Sin detenerse el torneo Brasileirao, que comenzó este fin de semana, la Confederación Brasileña de Fútbol propuso como sedes tentativas a San Pablo, Brasilia, Natal, Recife: las 4 ciudades tienen mega estadios que fueron construidos -o renovados- para la Copa del Mundo de 2014.
Además, se sumaría el Maracaná, en Río de Janeiro, para recibir la final al igual que en 2019, cuando Brasil se consagró campeón.
"El mejor fútbol del mundo llevará alegría y pasión a millones de sudamericanos. La Conmebol agradece al presidente Jair Bolsonaro y su equipo, así como a la Confederación Brasileña de Fútbol por abrir las puertas de ese país al que es hoy en día el evento deportivo más seguro del mundo", señala otro segmento del hilo publicado esta mañana.
El anuncio sorprendió al planeta fútbol, ya que Brasil no figuraba entre los países candidatos (Chile, Paraguay y los Estados Unidos), cuyas postulaciones iban a ser evaluadas por la dirigencia de la Conmebol este lunes.
Incluso, se había especulado con que el cónclave virtual decidiera posponer el torneo, previsto originalmente para el año pasado, hasta 2022.
Brasil enfrenta uno de los peores brotes de coronavirus del mundo. Con más de 460.000 fallecidos y de 16 millones de contagios, el gigante sudamericano tiene el segundo mayor número de muertes por Covid-19 a nivel global.
Ayer, cerca de la medianoche, Conmebol anunció que la Argentina quedaba afuera como sede "en atención a las circunstancias presentes" (en alusión a la crisis epidemiológica por la segunda ola de la pandemia de coronavirus).
Así, el torneo se quedó sin país anfitrión, ya que pocos días antes había sido dada de baja Colombia, debido a la crítica situación política interna, con masivas movilizaciones contra las medidas económicas del presidente Iván Duque y la violenta represión de las fuerzas de seguridad.
El torneo de selecciones más antiguo del continente se iba a jugar por primera vez en su historia en dos países.














