
Cocinar las verduras de manera correcta es fundamental para no desperdiciar nutrientes esenciales. Los expertos recomiendan prestar atención a la técnica utilizada, ya que diversos factores pueden impactar en la calidad del alimento.
Muy pocos saben la manera en que la cocción de estos alimentos puede influir en la conservación de nutrientes, ayudando a evitar la pérdida de vitaminas y minerales esenciales.
Cómo cocinar verduras sin desperdiciar sus nutrientes esenciales
Según Carmen de Vega, presidenta de la Federación de Asociaciones de Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Fedalcyta), factores como la temperatura, el tiempo de cocción y el método utilizado pueden afectar la calidad nutricional de las verduras.
"Los alimentos que forman parte de nuestra dieta están compuestos por hidratos de carbono, proteínas, grasas... los cuales se pueden degradar al cocinarlos si convergen diferentes factores, como temperaturas elevadas, tiempo excesivo o el medio de cocinado", explicó al portal CuidatePlus.

Raquel Frías, dietista de la Academia Española de Nutrición y Dietética, recomienda consumir las verduras crudas siempre que sea posible, ya que así se conservan al máximo sus propiedades. Eso sí, es fundamental desinfectarlas antes de comerlas.
Cuando cocinar es necesario, métodos como el vapor, el microondas y el salteado son ideales, ya que reducen el contacto del alimento con el agua y minimizan la exposición al calor. Estos métodos preservan mejor los nutrientes, como las vitaminas hidrosolubles y antioxidantes.
De Vega agrega que el orden más saludable de cocción va desde el vapor hasta la fritura, siendo esta última la menos recomendable.

La fritura y la cocción: las opciones a considerar para tus verduras
Los especialistas que dialogaron con el portal especializado brindaron ciertas recomendaciones para cocinar verduras sin perder nutrientes:
- Preferir cocinar al vapor, salteado o microondas.
- Consumir las verduras crudas cuando sea posible, tras desinfectarlas adecuadamente.
- Utilizar poca agua al hervir y mantener la olla tapada.
- Reutilizar el agua de cocción, excepto para espinacas, acelgas y remolacha.
- Realizar frituras con temperatura moderada y en pequeñas cantidades de aceite.


















